Por Marilia Brocchetto, CNN
Río de Janeiro, Brasil (CNN) – Brasil, sacudido por recientes protestas nacionales, es sede de dos partidos de fútbol este domingo como preparación para la Copa del Mundo del próximo año.
El sábado hubo manifestaciones alrededor de los partidos de la Copa Confederaciones, el torneo de ocho naciones previo al Mundial.
En la ciudad de Belo Horizonte, afuera del estadio en donde jugaron Japón y México, los manifestantes llenaron las calles y se enfrentaron a la policía. La agencia estatal de noticias, Agencia Brasil, reportó que aproximadamente 66.000 personas protestaron, según dijo la policía militar.
Band News, afiliada de CNN, muestra fotos aéreas de las multitudes chocando con la policía, que usó balas de caucho y gas lacrimógeno para controlar a los manifestantes.
Protestas más pequeñas ocurrieron en otras partes de Brasil el sábado, un día después de que la presidenta Dilma Rousseff se dirigiera a la nación, advirtiendo que el gobierno no tolerará la violencia.
En Salvador, una pequeña multitud de manifestantes pacíficos se reunió frente al estadio en donde la selección brasileña derrotó a Italia. En Sao Paulo, la policía militar estimó que una muchedumbre de 30.000 personas salieron a la vía principal de la ciudad, según reportó Agencia Brasil.
Las protestas del fin de semana son parte de un movimiento que ha unido a los brasileros enfurecidos por el gobierno. Los manifestantes dicen que el gobierno no está cumpliendo sus labores mientras que gasta profusamente para eventos como la Copa del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Aunque la mayoría de los manifestantes han sido pacíficos, ha habido reportes de violencia esporádica, lo que ha resultado en dos muertes.
El aumento en la tarifa del transporte público generó el descontento hace unas semanas, pero las protestas siguieron escalando la semana pasada a pesar de que varios gobiernos estatales derogaran los incrementos en las tarifas.
Hasta ahora, la posición del gobierno ha sido de apoyo a las protestas pacíficas en tanto libertad de expresión. No está claro si habrá un cambio si aumentan los incidentes violentos y los disturbios continúan.
El viernes, Rousseff anunció que planea reunirse con los líderes del movimiento de protesta, pero no detalló públicamente cuándo o dónde se llevarán a cabo las reuniones. Sus declaraciones se produjeron después de una reunión de emergencia con su gabinete.