El caso llegó a la Corte Suprema luego que funcionarios de Shelby, Alabama, presentaron una demanda contra el gobierno.

Por Bill Mears

Washington (CNN) — Una ley federal de derechos civiles en Estados Unidos, que se ha mantenido durante generaciones, será más difícil de aplicar después de un fallo de la Corte Suprema emitido este martes.

En una votación de cinco contra cuatro, los jueces limitaron la histórica Ley de Derecho al Voto de 1965 que el Congreso estadounidense aprobó en pleno apogeo del movimiento de derechos civiles de Estados Unidos.

El tribunal anuló una parte de la ley que utiliza una fórmula federal para determinar qué estados y condados deben someterse a la supervisión de los procedimientos de votación y con ello evitar la discriminación de votantes.

El fallo hará que sea más difícil para el gobierno del presidente Barack Obama el cumplir la ley, al menos hasta que el Congreso la cambie.

Describiendo el fallo como un “retroceso”, el presidente Obama dijo en un comunicado que su administración “continuará haciendo todo lo posible para garantizar un proceso electoral justo y equitativo”.

El voto discriminatorio todavía existe y la decisión “arruina décadas de prácticas bien establecidas que ayudan a asegurarse de que el voto sea justo”, dijo. Además llamó al Congreso a “aprobar una legislación que garantice la igualdad de todos los estadounidenses y que tengan acceso a las urnas”

Las claves

La Sección 4 de la ley fue eliminada. Es la fórmula con la que el gobierno federal determinaba qué estados y condados están sujetos a una vigilancia continua. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, dijo que la fórmula de 1972 era obsoleta e inaplicable.

La Sección 5 de la ley no se podrá cumplir porque se basa en buena medida en la fórmula de cobertura. Algunos grupos de derechos civiles dicen que la sección 5 ha sido una herramienta importante para proteger a los votantes de las minorías de los gobiernos locales que figuran injustas, cambiando las barreras a las urnas.

En virtud de la Sección 5, los cambios en las leyes y procedimientos en los estados cubiertos de voto —incluyendo gran parte del sur estadounidense— tenían que solicitar permisos a Washington. Tales cambios podrían haber incluido algo tan sencillo como mover una mesa electoral temporal a través de la calle.

El caso llegó a la Corte Suprema luego de que funcionarios del condado de Shelby, Alabama, presentaron una demanda contra el gobierno federal en contra de lo que dijeron eran procedimientos de votación excesivamente gravosos e injustificados bajo esta ley.

El recurso presentado al tribunal, de mayoría conservadora, cubre dos de los temas más debatidos en la política y el derecho constitucional estadounidense: la raza y el federalismo.

El gobierno de Obama había argumentado que algunos estados han salido de la Sección 5. En los últimos años, 31 ciudades y condados y el estado de Virginia solicitaron con éxito ser exentos de los requisitos de autorización, mientras otras estado se mantienen bajo supervisión federal.

Algunos grupos conservadores han argumentado que “fórmulas antiguas” se están aplicando hoy en día, no para borrar la discriminación, sino para beneficiar un partido político en particular.

Algunos activistas liberales responden que la Sección 5 y la supervisión federal está siendo demonizados por políticos de derecha para obtener beneficios puramente partidistas, y para dividir los estadounidenses en cuestiones de raza.