CNNE 9018cc32 - 130626181755-hernandez-in-cuffs-story-top

(CNN) — Fue alrededor de las 02:30 horas del lunes 17 de junio cuando Odin Lloyd se subió a su Nissan Altima plateado. Iba acompañado.

Horas más tarde, Lloyd murió por un disparo de un arma calibre 45 y más tarde fue encontrado tendido en un pozo de grava en la ciudad de North Attleborough, en el sureste de Massachusetts.

Desde el viernes por la tarde, los tres sujetos que habían estado en el coche con Lloyd esa mañana del lunes quedaron bajo custodia.

“Creemos que tenemos a las tres personas… y estamos muy satisfechos por eso”, dijo el fiscal de Distrito del condado de Bristol, Massachusetts, Sam Sutter.

El principal —dado su perfil público antes de la muerte de Lloyd y los cargos en su contra posteriores— es Aaron Hernandez, quien había sido ala cerrada con los Patriots de Nueva Inglaterra en la NFL, al menos hasta que el equipo lo despidió tras su arresto de este miércoles.

El originario de Bristol, Connecticut, se declaró inocente esta semana por un cargo de asesinato premeditado, entre otros. “Es un caso circunstancial. No es un caso fuerte”, dijo su abogado Michael Fee esta semana en la corte.

La nube sobre Hernandez no termina ahí. Una fuente policial dijo a CNN que la policía de Boston está logrando avances para relacionar los puntos que podrían vincular a Hernandez con un tiroteo sin resolver que dejó dos muertos el verano pasado en el barrio South End, de Boston.

El diario Boston Globe informó que el asesinato sin resolver de dos hombres podría haber jugado un papel en el motivo de la muerte de Lloyd. El periódico citó a dos agentes que dijeron que Lloyd pudo haber tenido información que vincula a Hernandez a los disparos.

“El motivo podría ser que la víctima sabía que (Hernandez) podía estar involucrado”, dijo el diario, citando a uno de los funcionarios.

Por ahora, los fiscales sostienen que algo pudo haber hecho o dicho Lloyd con lo que no se sentía cómodo el jugador de la NFL. Dos días más tarde, alegan, Hernandez se pudo haber reunido con algunos amigos y para planear el crimen, un ajuste de cuentas.

Este miércoles, el mismo día en que las autoridades se presentaron en la puerta de Hernandez y se lo llevaron en un coche de la policía, Carlos Ortiz, de 27 años de edad, fue detenido de manera similar en Bristol bajo cargos de fuga de la justicia.

Ortiz se encontraba en un tribunal de Massachusetts este viernes. Según su abogado, John Connors, él solo se declaró culpable del cargo de llevar un arma de fuego sin licencia, la cual estaba relacionada con un incidente que supuestamente ocurrió en Massachusetts, aunque no se supo de inmediato si tenía alguna relación con la muerte de Lloyd o el doble homicidio en 2012.

El hombre permanecerá tras las rejas hasta una audiencia el 9 de julio, cuando Connors planea presionar a un juez para fijar una fianza.

“El señor Ortiz me llamó la atención por ser una persona amable que está confundido en cuanto a cómo se encuentra en esta situación”, dijo Connors después de su primera y breve reunión con su cliente la tarde de este viernes. “Vamos a tratar de demostrar que no es culpable”, agregó.

Ernest Wallace, por su parte, se entregó este viernes en Miramar, Florida, a cerca de 2,400 kilómetros de distancia. La policía informó en un comunicado que Wallace había visto informes de prensa de que se emitió una orden de arresto en su contra cerca de North Attleborough.

De hecho, las autoridades de Massachusetts habían estado en contacto con sus colegas en Miramar, primero para pedirles que buscaran “un vehículo particular (entonces) un día o dos más tarde” que les ofreciera pistas sobre la ubicación de Ernest Wallace, dijo la vocera de la policía de Miranda, Tania Rues.

No hay indicios, sin embargo, de que la policía esperara que Wallace se entregara a la estación de policía de Miramar, donde vive su madre, y se identificara como un hombre buscado. Aunque se temía que pudiera estar armado y fuera peligroso, Wallace fue detenido sin incidentes, según Rues.

“Él apeló a su derecho a un abogado y realmente no dijo mucho más después de eso”, dijo la vocera, señalando que Wallace podría ser procesado este sábado en una corte de la Florida antes de su posible traslado a Massachusetts.

Las últimas horas de Lloyd

¿Por qué fue asesinado Odin Lloyd? Los fiscales han dicho que tiene algo que ver con un encuentro entre él y Hernandez durante el fin de semana.

Los dos se conocieron en el popular club de baile Rumor, en Boston, de acuerdo con la hermana de Lloyd, Olivia Thibou.

Luego, en la madrugada del 17 de junio, Hernandez a la casa de Lloyd en un Altima rentado para recogerlo. Lloyd es un jugador de fútbol americano semiprofesional que también trabajó como jardinero y estaba saliendo con la hermana de la novia de Hernandez.

Se detuvieron en una gasolinera y compraron cosas en la tienda. Una compra ahora sobresale como una pieza clave de evidencia potencial: un paquete de goma de mascar azul.

Los fiscales dicen que torres de telefonía celular cercanas rastrearon los movimientos de los hombres. Lloyd tenía su teléfono y envió un mensaje a su hermana a las 03:23 horas, muy probablemente minutos antes de su muerte.

“NFL. Solo para que lo sepas”, le dijo en el mensaje de texto a su hermana para hacerle saber con quién estaba. Alrededor de las 03:25 horas —dos minutos después del mensaje— unos disparos interrumpieron la tranquilidad de la noche, según testigos.

Armas y gomas de mascar

Apenas cinco minutos pasaron antes de que una cámara de vigilancia de video captara imágenes de Hernandez con una pistola mientras regresaba a su casa, dijeron los fiscales. Estaba con otras dos personas; Lloyd no estaba entre ellas.

Un arma del crimen suele ser una pieza clave de evidencia en un caso de homicidio, pero los investigadores no la han encontrado.

Al menos en un momento, Hernandez portó una Glock calibre .45, dicen los fiscales, según una fotografía de teléfono celular en la que aparece frente a un espejo portándola.

Y la policía incautó municiones calibre .45 y un cargador que se encontraban en una camioneta Hummer que conducía el jugador, así como en un departamento que él rentó.

Más tarde, Hernandez y los otros dos devolvieron el coche a la empresa de donde lo rentaron.

Ahí, el acusado ofreció a un asistente una pieza de color azul de goma de mascar Bubblicious, según los fiscales.

Lo que parecía ser un trozo de chicle azul mascado quedó en el interior del vehículo, según los fiscales. Junto a la goma de mascar había una cartucho calibre .45 usado.

El cartucho coincide con las balas percutidas que los investigadores recuperaron cerca del cuerpo de Lloyd, según los fiscales.

Si la goma de mascar estaba en la boca de Hernandez, las pruebas de ADN podrían relacionarlo con los cartuchos, de acuerdo con las autoridades.

Cuando los investigadores inspeccionaron el cuerpo de Lloyd, encontraron llaves en los bolsillos de un coche de alquiler registrado a nombre de Hernandez.

Una estrella caída

Esta temporada se esperaba que Hernandez fuera un jugador clave en la ofensiva estelar de los Patriotas de Nueva Inglaterra, un equipo que muchos esperan pueda competir por el título del Super Bowl.

Ahora está sentado en una celda de la cárcel de Massachusetts como la única persona, hasta ahora, que se sabe será acusada directamente de la muerte de Lloyd.

Su expresión estoica en los videos después de su detención, incluso cuando estaba en la corte, dio pocas señales de angustia, tristeza o confusión interna.

Sin embargo, el solo hecho de que esté en la cárcel, acusado de un crimen tan atroz, ha sacudido a muchos en Nueva Inglaterra.

En reconocimiento de esto —y días después del despido de Hernandez antes de haber sido acusado de asesinato— el equipo dijo que despedirlo era “simplemente lo correcto”.

Este viernes, el equipo dio un paso más en la reducción de sus vínculos con la exestrella de la Universidad de Florida.

Después de haber quitado su jersey con el número 81 de los estantes, los Patriotas anunciaron que las personas que ya habían comprado la camiseta podían cambiarla de forma gratuita por la de otro jugador en la tienda oficial durnte el fin de semana del 6 y 7 de julio.

“Sabemos que a los niños les encanta usar sus camisetas de los Patriotas, pero quizá no entiendan por qué los padres no quieren que lleven las camisetas de Hernandez nunca más”, dijo el vocero del equipo, Stacey James. “Esperamos que esta oportunidad de intercambiar los jerseys… será bien recibida por los padres”.

Ross Levitt, Rande Iaboni y Kim Segal colaboraron con este report