Por Miriam Falco
(CNN) — En algunas partes del mundo, los enfermos de cáncer son tratados con fármacos que atacan específicamente su enfermedad y pueden costar más de 1 millón de pesos al año, mientras que en otras regiones las naciones no tienen recursos para practicar estudios en su población.
En los lugares donde los exámenes no están disponibles, podría haber una solución para examinar por cáncer cervical y reducir las muertes que provoca, según un estudio presentado recientemente en la Sociedad de Oncología Clínica de Estados Unidos (ASCO, por sus siglas en inglés): tomar una muestra del cuello uterino de una mujer con vinagre.
En el mundo hay 500.000 casos y 250.000 muertes anuales a causa del cáncer cervicouterino, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Desafortunadamente, no tenemos un programa de detección de cáncer cervical en la India (…) principalmente porque no es factible realizar citologías cervicales”, dice el autor principal del estudio, Surendra Srinivas Shastri. El médico lo atribuye a la falta de recursos, de infraestructura en los laboratorios y a la escasez de personal médico capacitado en el país donde este tipo de cáncer es el más mortal para las mujeres.
Una citología cervical requiere que se cultiven las células de una muestra y que un patólogo las analice.
Shastri y sus colegas diseñaron una prueba para determinar si por medio de un simple examen visual, que no requiere de un laboratorio, se puede hacer un examen efectivo. Tomaron prestado un método probado y comprobado llamado inspección visual con ácido acético, en el que el cuello del útero se frota con una solución de vinagre al 4%.
Esto es algo que los médicos en países pobres y ricos hacen como parte de un procedimiento llamado colposcopía. “Lo novedoso aquí es que se usa como herramienta para pruebas”, dice la ginecóloga Carol Aghajanian, vocera de la ASCO.
Las mujeres recibieron capacitación durante cuatro semanas para aprender a aplicar la prueba, ya que los médicos y las enfermeras escasean en muchas regiones de la India.
En tan solo un minuto, la persona que aplica la prueba —a simple vista y con la ayuda de una lámpara— puede ver si hay células anormales en la superficie del cuello uterino. Las células anormales se vuelven blancas porque el ácido del vinagre hace que la proteína del núcleo de las células anormales se coagule y se haga fácilmente visible.
El que los resultados estén disponibles de inmediato y no tener que esperar a que las células se cultiven en un laboratorio es muy importante, para evitar los largos viajes a clínicas. Si se detectan células anormales, se toma una pequeña muestra de tejido y se hace una biopsia. Si se diagnostica cáncer, las mujeres pueden recibir el tratamiento que necesitan de forma gratuita a través del sistema de salud de la India.
Este estudio inició en 1998 y se realizó en zonas rurales a las que Shastri describe como “ajenas al cáncer, ya no digamos a las pruebas cervicouterinas”.
Se educó al respecto a aproximadamente 75.000 mujeres y se les hicieron estudios cada dos años; en el grupo de control, cerca de 76,000 mujeres recibieron información acerca de los síntomas del cáncer cervical y no se les hicieron pruebas.
Los resultados fueron impactantes. Shastri dice que descubrieron que las muertes por cáncer se redujeron en un 31% gracias al uso de esta prueba del vinagre, lo que indica que si se implementa en todo el país, podrían evitarse más de 22.000 muertes anuales por cáncer cervical.
Esta clase de pruebas podrían implementarse en otros países en vías de desarrollo y Shastri dice que es posible que se reduzca la cantidad total de muertes anuales por cáncer cervical en cerca de 72,000 casos.
Los investigadores también descubrieron que con este método no se género sobrediagnóstico, lo cual suele ser un problema de las pruebas de detección en general, dice Shastri.
Los resultados del estudio son “muy importantes” porque se trata de algo de muy baja tecnología que puede ayudar a mucha gente, dice Bruce Roth, experto en cáncer de la Universidad de Washington en St. Louis y vocero de la ASCO.
“Puedes comprar mucho vinagre con 100.000 dólares”, dice Roth.