Por Salma Abdelaziz, Reza Sayah y Ben Brumfield
El Cairo (CNN) — El presidente de Egipto, Mohamed Morsi, se negó a someterse a un ultimátum militar para que encuentre una solución a la inestabilidad que azota el país o de lo contrario debería abandonar el poder.
En un discurso televisado transmitido este martes, Morsi declaró que fue elegido presidente en una votación libre que representó la voluntad del pueblo.
“No voy a aceptar que cualquiera pueda tomar medidas para hacer tambalear esa legitimidad. Lo rechazo”, dijo.
Morsi enfatizó su compromiso con la legitimidad de la Constitución y rechazó cualquier intento de ir contra ella.
El lunes, el ejército dio un últimatum al presidente egipcio para “cumplir con las demandas de la gente” o intervendrán para restablecer el orden.
Hasta ahora, cuatro personas han muerto como resultado de las protestas en Egipto, informó la agencia estatal de noticias AgyNews citando reportes del Ministerio de Salud. La agencia había reportado previamente siete fallecimientos citando fuentes médicas.
Dos de las víctimas murieron en los choques entre simpatizantes y opositores del gobierno en Giza, Egipto, informaron medios estatales egipcios citando al Ministerio de Salud.
Fuentes militares informaron a medios árabes y a la agencia de noticias Reuters este martes que, si no se alcanza un acuerdo entre el presidente egipcio Mohamed Morsi y la oposición, se implementará una hoja de ruta, actualmente en borrador, que suspendería la Constitución y disolvería el Parlamento, entre otras acciones.
El plazo de 48 horas impuesto por el ejército de Egipto expira este miércoles. De momento, dos voceros presidenciales han presentado su renuncia este martes en medio de la crisis política del país, según informó la agencia estatal EgyNews.
El ejército apareció poco después de que la oposición tomó la plaza Tahrir de El Cairo, y dijo que el gobierno de Morsi tiene hasta este miércoles por la noche.
El ultimátum busca soluciones rápidas y un consenso nacional. Las fuerzas armadas no están buscando ser parte de la clase política o el poder, indicó este lunes por escrito el coronel Ahmed Ali, portavoz del Ejército.
Al tiempo en que el Ejército insiste en que no quieren ningún papel directo en la política nacional, los generales aparecieron esta vez para presionar al primer presidente libremente electo de Egipto para que reestructure su gobierno.
Las medidas podrían incluir la reducción de la influencia de los Hermanos Musulmanes en su gabinete y llamar a elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas, aseguró a CNN una fuente cercana a los miembros de alto rango del liderazgo de Egipto.
La llamada de Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó este lunes por teléfono a Morsi, animándole a asegurarse de que todos los egipcios estén representados por el gobierno, “incluyendo a los egipcios que se manifiestan”.
El gobierno de Morsi ha insistido en que sus decisiones son legítimas, ya que fue elegido democráticamente. Obama reiteró que EU no apoya a ningún partido o movimiento en Egipto. Hizo un llamado para poner fin a la violencia en todo el territorio y expresó su especial preocupación por las agresiones sexuales a mujeres.
El diario estatal Al-Ahram reportó 46 asaltos sexuales durante las protestas anti-Morsi desde este domingo, con informes del grupo de voluntarios Operación contra el Acoso Sexual.
El Comité para la Protección de Periodistas reportó la violación de una periodista holandesa mientras cubría las protestas del viernes. Fue hospitalizada y tuvo una intervención quirúrgica, antes de regresar a Holanda.
Durante el fin de semana, un periodista egipcio murió en un ataque con bombas a las oficinas de los Hermanos Musulmanes, otros cuatro periodistas locales fueron golpeados y su camarógrafo destruido o robado. Dos periodistas egipcios resultaron heridos por balas.
La celebración de Tahrir
Los manifestantes en la plaza Tahrir escucharon la declaración del ejército en las radios y en los teléfonos celulares; aplaudieron cuando fue leída. El sonido de los manifestantes rugía mientras helicópteros militares pasaban por encima, ondearon banderas de Egipto y de las fuerzas armadas. Al caer la noche, seguían agitando banderas, tocaban el claxon y lanzaron fuegos artificiales.
“Todo el mundo habla como si Morsi y la Hermandad estuvieran oficialmente fuera del poder, y todo el mundo está de fiesta”, dijo a CNN Bassem Sabry, un escritor egipcio que participó en las protestas de este lunes.
Pero la oficina de Morsi llamó la madrugada de este martes al gobierno democráticamente elegido como el logro más importante de la revolución y agregó que: “Egipto, por todo su poder, no permitirá que el país vaya hacia atrás bajo ninguna circunstancia”.
A la vista de las protestas, que comenzaron este fin de semana, cinco ministros anunciaron su renuncia este lunes. El último fue el ministro de Relaciones Exteriores Mohamed Kamel Amr, informó la agencia oficial de noticias MENA de Egipto.
Los fracasos de Morsi
Morsi, un islamista educado en Estados Unidos, fue elegido presidente de Egipto en junio de 2012, pero los críticos dicen que se ha vuelto cada vez más autoritario a un año en el poder.
Ha fallado en reactivar la economía de Egipto, que decayó en 2011 por el levantamiento que derrocó al viejo dictador Hosni Mubarak. Eso ha generado el descontento en muchos de sus partidarios entre las clases media y baja de Egipto, dijo Fawaz Gerges, director del Centro del Medio Oriente en la London School of Economics.
“Que algunos de los revolucionarios estén pidiendo al ejército para volver a la política es un testimonio de lo polarizado que está Egipto a un año después de la elección de Morsi”, dijo Gerges. “Piensen en los millones de personas que vitoreaban a Morsi después de su elección. Piensen en los millones de egipcios que depositaron sus esperanzas en el presidente egipcio”.
El Ejército va a querer ver la influencia de la Hermandad Musulmana reducida en el gobierno y en la Constitución, dijo Gerges. El movimiento político islámico fue reprimido por Mubarak, pero ahora es la más poderosa fuerza política en Egipto.
La oposición dividida
El Tamarod, movimiento opositor, emprenderá un acto de desobediencia civil, un llamado a protestas nacionales, y una marcha al palacio presidencial, si Morsi no abandona la presidencia este martes.
Los manifestantes dicen que han recogido 17 millones de firmas, aproximadamente cuatro millones más que el número de votos que llevaron a Morsi a la presidencia, con las que piden que Morsi renuncie.
La oposición está formada por varios grupos y coaliciones sueltas, y no todos los manifestantes antiMorsi están de acuerdo con la hoja de ruta democrática de la campaña del Tamarod. Algunos son leales al derrocado gobierno de Mubarak, mientras que otros quieren que el ejército intervenga.
Los opositores dicen que las políticas de Morsi también tienen la culpa de la ruptura de la ley y el orden, y de la escasez de gas que hace que los egipcios esperen en las estaciones de servicio durante horas.
Los acontecimientos estaban siendo vigilados de cerca por los países de la región y en Estados Unidos, el aliado más importante de Egipto.
Ben Wedeman, Ian Lee, Housam Ahmed y Hamdi Alkhshali contribuyeron con este reporte.