Por Faith Karimi
(CNN) — Adly Mansour es el nuevo líder de la nación árabe más poblada. Sin embargo, en muchos aspectos, es también un hombre misterioso.
Los perfiles del presidente interino de Egipto en los medios locales e internacionales describen lo básico: dónde nació, en qué escuela estudió y cómo se desempeñó en su último empleo.
Estos hechos difícilmente ofrecen una idea de cómo Mansour gobernará el país hasta las nuevas elecciones. Pero precisamente su bajo perfil fue la razón por la cual el Ejército lo eligió, según analistas.
“Representa lo que el Ejército necesita, un bajo y adecuado perfil, pero un tecnócrata respetado”, considera el analista de Medio Oriente y el Norte de África de la revista Jane’s Islamic Affairs, David Hartwell.
Uno de sus principales papeles será ayudar a elaborar una constitución, un trabajo con el que estuvo familiarizado como jefe de la Suprema Corte Constitucional de la nación.
El pueblo egipcio me ha dado la autoridad “de enmendar y corregir la revolución del 25 de enero de 2011”, dijo Mansour.
La revolución egipcia, que llevó a la caída de Hosni Mubarak luego de tres décadas en el poder, inició ese día. Más de dos semanas más tarde, Mubarak fue derrocado.
Funcionario de dos gobiernos
Mansour nació en El Cairo, acudió a la escuela de leyes de una universidad local antes estudiar en París.
Nombrado vicepresidente de la Corte en 1992 por Mubarak, también es uno de los jueces con más tiempo en servicio.
El depuesto presidente Mohamed Morsi lo designó para el cargo judicial en junio pasado, después de la muerte del antiguo jefe del tribunal. Asumió el puesto como resultado de una ley que exige que el jefe de la Corte provenga de su misma estructura.
Su carrera abarca dos gobiernos: el de Mubarak y el de Morsi, depuesto este miércoles después de un año en el poder.
Mansour también ayudó a elaborar las leyes electorales que modificaron los tiempos de campañas en la votación de 2012 que llevó a Morsi al poder, según el diario estatal Al Ahram.
“La Hermandad Musulmana tratará de decir que él es parte de la conspiración judicial contra ellos”, dijo Hartwell. “Sin embargo, es improbable que eso pese. Él está equilibrado, ha tomado decisiones legales destacadas en el sistema judicial”
Una imagen de independiente
El funcionario de 67 años es casado y padre de tres hijos. Es prácticamente desconocido —nadie coreó su nombre en las calles pidiendo su llegada en las revueltas de los últimos días— y es visto como un independiente.
“En cierto sentido, se podría afirmar que eso es lo que el Ejército quería”, dijo Hartwell.
El Ejército asumió el poder después de que Mubarak fue derrocado, pero perdió popularidad después de reprimir las protestas subsecuentes. La elección de Morsi el año pasado fue recibida como una victoria sobre el mandato militar.
“Esta vez, ellos (los militares) están buscando desempeñar un papel indirecto”, dijo Hartwell. “No tienen ningún deseo de algún tipo de órgano público”
Durante las protestas anti-Morsi que llevaron a su salida, algunos grupos de oposición pidieron al jefe de la corte constitucional tomar la administración del país. Se prevé que el nombramiento de Mansour tranquilice sus demandas.
“Estableceremos un gobierno que sea fuerte y diverso”, dijo este miércoles el general Abdel Fatah El Sisi, el jefe militar del país.
Hasta que se realicen elecciones parlamentarias, el presidente interino tendrá el poder de emitir declaraciones constitucionales.
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