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Por Saundra Young

(CNN) — Un equipo de investigadores anunció el miércoles que dos personas con VIH no presentan signos del virus en su sangre después de someterse a trasplantes de médula ósea.

¿Significa esto que existe una cura para el VIH? No, de acuerdo a los especialistas que presentaron sus hallazgos en el marco de la Conferencia de la Sociedad Internacional de Sida en Kuala Lumpur, Malasia.

Los investigadores prefirieron no decir que los dos pacientes estaban curados, y aclararon que el tratamiento no es una opción viable para la mayoría de las personas que viven con VIH.

Los dos hombres, cuyas identidades no se revelaron, habían estado en terapia con antirretrovirales (ARV) durante años antes de ser diagnosticados con linfoma, un cáncer en los nódulos linfáticos.

Ambos permanecieron con terapia antirretrovírica mientras se sometieron a quimioterapias intensivas, seguidas de trasplantes de médula ósea para tratar el cáncer.

Aproximadamente cuatro meses después del trasplante los médicos todavía pudieron detectar VIH en su sangre, pero entre seis y nueve meses después, todos los rastros del virus habían desaparecido.

“Debido a esos resultados, consideramos justificable sacar de terapia antirretrovírica a los pacientes para ver qué ocurre”, dijo el médico Timothy Henrich, líder de la prueba clínica.

“En una persona normal con VIH que estuvo en una terapia antirretroviral durante años, el virus normalmente regresa entre dos y cuatro semanas después de dejar la terapia”, agregó.

Algunos pacientes logran llegar a las ocho semanas antes de que el virus vuelva, sin embargo, en la gran mayoría de los pacientes este regresa entre ocho y 10 semanas después de que se deja la terapia, indicó el también investigador de la Escuela Médica de Harvard.

Sin embargo, eso no pasó con estos dos hombres. Con uno ya se registraron 15 semanas con terapia antirretrovírica y con el otro, ocho semanas, “y hasta la fecha no hemos podido detectar el regreso del VIH en el flujo sanguíneo después de que dejamos la terapia”, dijo Henrich.

“También hacemos un monitoreo semanal. Hemos buscado al virus en las células de la sangre esencialmente cada semana desde que los sacamos de terapia, y en este momento no hemos podido detectar el virus”, dijo.

Los dos hombres son comparados con Timothy Ray Brown, también conocido como el Paciente de Berlín.

Se piensa que Brown es la primera persona “curada” de VIH/sida en la historia.

En 2007, Brown tuvo un trasplante de células madre para tratar su leucemia. Su médico investigó para encontrar a un donante con la rara mutación genética CCR5 delta32, que hace que las células madre sean naturalmente resistentes a la transmisión del VIH.

Hoy en día, el virus aún no es detectable en la sangre de Brown y todavía se considera como “curado funcionalmente”. Una cura funcional significa que el virus está controlado y no se transmitirá a otras personas, debido a que el conteo viral es casi nulo y no alcanza a invadir otro sistema.

Sin embargo, el trasplante de células madre es muy peligroso porque se tiene que anular el sistema inmunitario del paciente (con inmunosupresores) para que el cuerpo no rechace el trasplante.

Utilizar un trasplante de médula ósea para tratar el VIH no es un tratamiento viable para la mayoría de los pacientes, y solo el 1% de los caucásicos (en su mayoría personas de Europa del norte) y ningún afroamericano o asiático, tiene la mutación CCR5 delta32, dicen los investigadores.

El trasplante aún no es una estrategia práctica para la mayoría de las personas que viven con VIH, y el riesgo de mortalidad es de hasta un 20%, dice Henrich.

El médico Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en los Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos, concuerda.

“Este no es un enfoque práctico para alguien que no necesita un trasplante de células madre debido a que el trasplante, su preparación y su necesidad subsecuente de inmunosupresión crónica, es un procedimiento riesgoso”, dijo Fauci.

Fauci explicó que si tienes cáncer, el beneficio de un trasplante puede ser mayor que el riesgo de morir. Sin embargo, si estás en terapia ARV, el riesgo de un trasplante no se justifica.

No es una solución permanente

Aunque los dos pacientes mostraron una reducción del virus en la sangre, todavía podría estar en algún tejido; por ejemplo, el cerebro o el tracto gastrointestinal, dijo Henrich.

“Es posible, de nuevo, que el virus pueda regresar en una semana, podría regresar en un mes; de hecho, algunos modelos matemáticos predicen que el virus incluso podría regresar entre uno y dos años después de que se dejó la terapia antirretroviral, así que realmente no sabemos cuáles son los efectos completos o a largo plazo del trasplante de células madre y su persistencia viral”.

A principios de 2013, un equipo de investigadores anunció que a una bebé con VIH en Mississippi, Estados Unidos, se le dieron dosis altas de tres medicamentos antirretrovirales dentro de 30 horas de su nacimiento, ya que los médicos esperaban que eso controlara al virus.

Dos años después, no hay signos de VIH en la sangre de la niña, lo que la convierte en el primer infante en estar “curado funcionalmente” de VIH.

“La investigación basada en la cura del VIH comienzan a mostrar resultados reales y al final nos llevará a la cura que nosotros veamos antes de morir”, dijo la médico Rowena Johnson, vicepresidenta y directora de Investigación en de la Fundación para la Investigación sobre el Sida (amfAR).