EL CAIRO, Egipto (CNN) — El ejército egipcio abrió fuego este lunes contra simpatizantes del expresidente Mohamed Morsi y de la Hermandad Musulmana. En el ataque murieron al menos 51 personas y 435 resultaron heridas.
La multitud hacía vigilias frente a la sede de la Guardia Republicana donde Morsi fue detenido después de su arresto este miércoles. Los manifestantes tomaban un descanso de las oraciones de la mañana cuando los militares lanzaron gases lacrimógenos y comenzaron a disparar.
De acuerdo con el ministro de Salud de Egipto, Khaled al-Khatib al menos 51 personas fallecieron y 435 resultaron heridas en las protestas.
Pero el ejército dio una versión diferente: se vio obligado a disparar cuando un “grupo terrorista armado” intentó asaltar la sede. Dos miembros de las fuerzas de seguridad murieron en el enfrentamiento, según un comunicado del Ministerio del Interior.
La violencia se agravó este lunes en Egipto —la nación más poblada del mundo árabe—, donde los partidarios Morsi se han enfrentado a diario contra los militares.
CNN contó por lo menos ocho personas muertas por disparos y cerca de 40 heridos en el centro de emergencias en la capital egipcia, por la calle del lugar del tiroteo.
Los médicos atendieron a las víctimas e hicieron cirugías a varios de los heridos antes de enviarlos hacia otras instalaciones. Banderas egipcias cubrían los cuerpos de quienes no sobrevivieron.
En medio de las crecientes tensiones, la radio estatal informó que dos soldados habían sido secuestrados por los partidarios de Morsi en el este de El Cairo.
El partido se retira de las conversaciones
En respuesta a los disparos en la sede de Guardia, el partido Al-Nour —que apoyó el derrocamiento de Morsi— se retiró de todas las conversaciones sobre la formación de un gobierno interino.
“No vamos a guardar silencio sobre la masacre de la Guardia Republicana”, dijo el portavoz del partido Nader Bakkar.
Human Rights Watch instó a los líderes militares y políticos del país a detener el derramamiento de sangre.
“Todas las partes tienen que decirles a sus seguidores que se abstengan de acciones que puedan conducir a la violencia y a la pérdida de vidas”, dijo en un comunicado Joe Stork, subdirector de Human RIghts Watch en Medio Oriente y el Norte de África. “Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad tienen que demostrar que pueden actuar de manera profesional y eficaz para detener la violencia sin recurrir a la fuerza letal ilegal”.
La política en medio del caos
El último episodio de violencia se produce solo horas después de que la televisión estatal informó que el presidente interino de Egipto ha designado a Mohamed ElBaradei para servir como vicepresidente y Ziad Bahaa El Din como primer ministro.
Adly Mansour tendrá que obtener consenso político antes de que puedan ser nombrados.
El vocero presidencial Ahmed Almoslemani hizo hincapié en Nile TV que no existe un plazo específico de cuándo se dará a conocer el nuevo gobierno.
La televisora estatal había informado anteriormente que el funcionario había puesto como límite 24 horas.
Anteriormente, el nombre de El Baradei había sonado para el cargo de primer ministro, se había anunciado una toma de posesión para este sábado y no fue así.
Mahmoud Badr, portavoz del grupo activista Tamarod, dijo a OTV de Egipto este domingo que la presidencia había aprovechado a ElBaradei para formar el nuevo gobierno, pero luego se retractó de la oferta después de las objeciones del partido conservador al-Nour.
ElBaradei es conocido en todo el mundo como el exjefe de la agencia de vigilancia nuclear de la ONU, de la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Él iba a aparecer este domingo en una entrevista con Fareed Zakaria de CNN, pero la canceló, junto con el resto de entrevistas con los medios, dijo su oficina.
Karl Penhaul informó desde El Cairo; Ed Payne escribió desde Atlanta.