(CNNMéxico) — Una manifestación en Río de Janeiro contra el gasto público de la visita del papa Francisco a Brasil terminó en violencia, con al menos cuatro personas heridas y cinco detenidos.
Tras una reunión del Papa con la presidenta Dilma Rousseff en el palacio Guanabara, centenares de manifestantes que protestaban cerca de allí contra el gasto público de 53 millones de dólares para su visita y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), fueron dispersados por la policía con gases lacrimógenos y chorros de agua.
Mientras tanto, Francisco publicó este martes un mensaje en Twitter para agradecer el recibimiento en el país sudamericano: “Gracias. Gracias. Gracias a ustedes y a las autoridades por haberme dispensado una acogida tan cálida en tierra carioca”.
En las protestas, un policía sufrió quemaduras en el tórax tras recibir el impacto de un cóctel molotov y fue trasladado “con urgencia” a un hospital, según informó la Policía Militarizada de Río de Janeiro a través de su cuenta en Twitter.
Un fotógrafo de la agencia AFP y otro de Globo recibieron impactos de objetos en la cabeza, y un manifestante resultó herido a causa de un tiro con una bala de goma en la pierna, según la propia Policía Militar.
Los agentes detuvieron a tres personas por llevar cocteles molotov, una por tirar piedras a los uniformados y una quinta por desacato, además de que arrestó por “incitar a la violencia” a dos personas que transmitían en vivo por internet la protesta, miembros de un grupo llamado Mídia Ninja.
Previamente, un grupo de cerca de 2,000 personas se reunió en frente del estadio de fútbol de las Laranjeiras para defender los derechos de los homosexuales.
El evento, coordinado por las redes sociales, comenzó en la plaza Largo do Machado, con representantes del movimiento LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, travestis y transexuales), que realizaron una protesta en las escalinatas de la iglesia Nuestra Señora de la Gloria.
Allí organizaron “un besazo gay”, entre homosexuales, y algunas mujeres se quitaron la parte superior de la ropa como forma de protesta, lo que molestó a peregrinos que estaban en el lugar, aunque no hubo enfrentamientos.
Poco antes de la protesta, el Papa —que hace hincapié en una Iglesia misionera— llamó a los jóvenes a evangelizar a las naciones en momentos en que los católicos pierden terreno frente a los evangélicos y el laicismo en su primer discurso junto a Rousseff.
En junio, más de 1millón de personas tomaron las calles de varias ciudades de Brasil para exigir mejores servicios públicos y protestar contra los millonarios gastos de la Copa del Mundo y la corrupción.
El Vaticano no teme que las manifestaciones perturben la visita del papa, pues sabe que “no son dirigidas contra el Papa y la Iglesia”.
El pontífice de 76 años, que llegó este lunes a Brasil en la primera visita del pontífice al extranjero, no tendrá actividades públicas este martes, y descansará en la residencia de Sumaré, en las alturas de Rio, en medio de la selva tropical atlántica.
El arzobispo de Rio, Orani Tempestá, inaugurará oficialmente este martes la JMJ con una misa en la playa de Copacabana, prevista para las 18:00 horas (local), y en la que se espera a cerca de 1 millón de personas.
Este será el único acto central de la JMJ sin la presencia del papa, quien presidirá estas jornadas que se celebrarán hasta el 28 de julio.
El papa Francisco, quien desde su elección en marzo insiste en la necesidad de que la Iglesia, los fieles y los gobiernos presten más atención a los desposeídos, tiene previsto visitar el miércoles el mayor santuario católico de Brasil, Aparecida, en el estado de Sao Paulo, donde las fuerzas de seguridad encontraron el domingo un explosivo de fabricación casera y lo detonaron.
Con información de las agencias AFP y EFE.