Representación de cómo se manipulan los cerebros de los ratones.

Por Elizabeth Landau

(CNN) — Imagina que eres un ratón y en este momento estás aterrado porque un investigador te está metiendo en una cámara. Recuerdas claramente que en esa cámara sentiste descargas eléctricas en tus patitas.

Lo que no sabes es que los científicos alteraron tus neuronas y manipularon tu memoria para generarte una versión falsa de tu propio pasado. En realidad, nunca has recibido descargas en esta cámara en particular.

Suena como película de horror, pero realmente ocurrió en un laboratorio. Los científicos dicen que por primera vez generaron un recuerdo falso en un animal, al manipular las neuronas que codifican esta información. Publicaron sus hallazgos esta semana en la revista Science.

Más aún, los investigadores dicen que los eventos celulares para formar un recuerdo falso se parecen a lo que ocurre cuando se crea un recuerdo real. Esto coincide con la memoria de algunos humanos, que creen firmemente que son reales los recuerdos recuerdos falsos de eventos que jamás ocurrieron.

“Deberíamos seguir recordándole a la sociedad que la memoria puede ser muy poco confiable”, dijo uno de los autores del estudio Susumu Tonegawa, director del Centro RIKEN-MIT para la Genética de Circuitos Neurales, una colaboración entre los institutos de Saitama, en Japón, y Cambridge en Massachusetts, EU.

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Controlar el cerebro con luz

Los ratones de este estudio fueron sometidos a una técnica de exploración del cerebro llamada optogenética, un medio para manipular neuronas individuales con luz.

El equipo de Tonegawa identificó las células del hipocampo, una estructura cerebral con forma de caballito de mar, que codifica los recuerdos de ciertas experiencias.

Luego, alteraron genéticamente estas células ricas en información con una proteína llamada canalrodopsina, que es fotosensible. Como resultado, las células adquirieron la característica de fotosensibilidad y se hizo posible que reaccionaran al destellar una luz azul sobre ellas.

Tonegawa y sus colegas usaron este método en 2012 para demostrar que podían activar la memoria de un ratón por medio de la luz. Colocaron a un ratón en una cámara y le aplicaron una descarga eléctrica en las patas. Luego, alteraron con canalrodopsina las neuronas correspondientes al recuerdo de haber recibido una descarga en esa cámara.

Cuando colocaron al ratón en una cámara diferente, el ratón no reaccionó con temor. Sin embargo, cuando destellaron la luz azul sobre el ratón cuyas neuronas de memoria habían alterado genéticamente, se paralizaba de miedo porque se había activado el recuerdo.

“Reemplazamos artificialmente las señales de la reminiscencia con la luz”, dijo Tonegawa.

El nuevo estudio

Esta vez, los investigadores fueron un paso más allá. Demostraron que si puedes activar específicamente ciertas células por medio de luz, entonces tienes el poder de hacer que un animal crea que experimentó algo que no ocurrió realmente.

“En este caso, pudieron usar la luz para activar un conjunto de células de forma coordinada, de tal suerte que pudieran participar del recuerdo de algo que nunca ocurrió conductualmente. Esto ayuda a revelar cómo, a nivel celular, los circuitos neurales se codifican para los recuerdos”, dijo Boyden, creador de la terapia optogenética y quien no está relacionado con la nueva investigación.

Tonegawa y sus colegas pusieron a los ratones en un entorno seguro, la Caja A, y alteraron con canalrodopsina (la proteína fotosensible) las neuronas que intervinieron en la creación del recuerdo de la Cámara A.

Al día siguiente, colocaron a cada ratón en un entorno diferente: la Caja B.

Aquí llega la parte complicada: en la Cámara B, el ratón recibió descargas eléctricas suaves en el mismo momento en el que los científicos reactivaron (con luz) el recuerdo de la Cámara A. Eso hizo que el ratón relacionara su recuerdo de la Caja A con las descargas en las patas que recibió en la Caja B.

Al tercer día, cuando colocaron al ratón en la Cámara A, el animal mostró miedo, ya que relacionó la descarga que recibió en la Cámara B con el recuerdo de la A. Los investigadores observaron que eventualmente el ratón se asustaba incluso cuando los científicos no estaban activando las células asociadas con el recuerdo falso.

Los resultados indican que el mecanismo cerebral que se usa en la reminiscencia de un recuerdo falso es muy similar al que rige un recuerdo real, dijo Tonegawa. Tal vez por eso nuestros recuerdos nos parecen tan reales, aunque estén distorsionados.

“No es que el recuerdo falso se forme por medio de una especie de olvido o de una simple confusión, ni de lo que llamamos imaginación”, dijo Tonegawa. “No; realmente ocurrió en el cerebro”.

Recuerdos falsos en humanos

Los investigadores no planean manipular la memoria humana aplicando una técnica similar en personas.

“Éticamente ni siquiera debes intentarlo”, dijo Tonegawa.

El cerebro de un ratón no es un modelo perfecto para el cerebro humano; mientras los ratones tienen alrededor de 75 millones de neuronas, los humanos tenemos más de mil veces más.

Sin embargo, las estructuras importantes para la memoria, como el hipocampo y la amígdala, están presentes tanto en ratones como en humanos.

El estudio de la revista Science podría afectar las futuras exploraciones de los tratamientos de los trastornos psiquiátricos en los que el paciente tiene un falso sentido de la realidad, dijo Tonegawa. En el caso de la esquizofrenia, por ejemplo, los pacientes pueden tener alucinaciones, que son percepciones sensoriales de eventos que no son reales.

Es un tema controvertido, pero al menos los ratones no tienen de qué preocuparse.