Por Val Wadas-Willingham
(CNN) — La terapia de reemplazo hormonal ha sido un tema controversial para muchas mujeres durante la última década. Muchas han rechazado cualquier tipo de esta práctica desde que en un estudio financiado por el gobierno de Estados Unidos se descubrió que podía incrementar el riesgo de enfermedades cardiacas y apoplejías en las mujeres.
Ahora, un nuevo estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale indica que entre 18.000 y 91.000 mujeres de cincuenta y tantos años que se sometieron a histerectomías tal vez murieron prematuramente durante la última década por no haber tomado una terapia de reemplazo hormonal compuesta exclusivamente de estrógenos.
Antecedentes
Antes de 2002, los ginecólogos recomendaban regularmente las terapias de estrógenos a las mujeres que se había sometido a histerectomías (una cirugía donde se extirpa el útero).
Más del 90% de estas pacientes las usaron para tratar síntomas como los bochornos, y para prevenir la osteoporosis y otras enfermedades relacionadas con la deficiencia de hormonas propia de la menopausia. Sin embargo, según el estudio de Yale, solo el 10% de esas mujeres siguen una terapia de estrógenos actualmente.
Los datos que se analizaron para este estudio provienen de un gran ensayo de la Women’s Health Initiative. Ese estudio se diseñó para confirmar la hipótesis de que la terapia de reemplazo hormonal no solo alivia los síntomas de la menopausia, sino que también ayuda a proteger a las mujeres de las enfermedades cardiacas, la osteoporosis y la demencia. La WHI analizó primero los beneficios de consumir dos hormonas —estrógeno y progesterona— y luego examinó los beneficios de tomar solo estrógenos.
La primera parte del estudio se detuvo en 2002, cuando los primeros resultados indicaron que la terapia combinada de estrógenos y progesterona incrementaba el riesgo de enfermedades cardiacas, apoplejía, cáncer de mama y demencia. Los investigadores notaron un agudo descenso en el uso de hormonas en general luego de que las mujeres atendieran a las advertencias de sus médicos y dejaran de tomar hormonas después de la menopausia, se hubieran sometido o no a una histerectomía.
En 2005 y 2012, la Fuerza de Trabajo de Servicios de Prevención de Estados Unidos recomendó que se evitara el uso de la terapia combinada o solo de estrógenos para evitar enfermedades crónicas en las mujeres posmenopáusicas, lo que tal vez disuadió a más mujeres de consultar a sus médicos sobre esas terapias o impidió que los médicos las ofrecieran desde un principio.
El estudio
En este nuevo estudio, que se publicó el jueves en la revista American Journal of Public Health, los investigadores analizaron datos de la segunda parte del ensayo de la WHI, en el que se estudió la terapia de estrógenos.
De acuerdo con los investigadores de Yale, el incremento en los riesgos que se descubrió en la primera parte del estudio de la WHI solo se aplicaba a las mujeres que no se habían sometido a una histerectomía y que estaban tomando píldoras en las que se combinaba estrógeno y progesterona. Dijeron que los peligros no aplicaban para las mujeres que no tenían útero y que seguían una terapia solo de estrógenos, aunque pocos entendieron la diferencia.
“Tristemente, los medios, las mujeres y los proveedores de servicios de salud no reconocieron la diferencia entre las dos clases de terapias hormonales”, dijo Philip Sarrel, principal autor del estudio y profesor emérito de los departamentos de Obstetricia, Ginecología, Ciencias Reproductivas y Psiquiatría de Yale. “Como resultado, el uso de toda clase de terapias hormonales para la menopausia aprobadas por la FDA decreció precipitadamente”.
En el estudio se indica que los resultados de la segunda parte del estudio de la WHI fueron muy diferentes.
En una serie de ensayos que la WHI publicó entre 2004 y 2012 se demostró que la terapia de estrógenos tenía mayormente resultados positivos en la salud; dijeron que entre las mujeres que recibieron estrógenos —a diferencia de las que recibieron un placebo— se presentaron menos muertes al año durante 10 años y tenían menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama y enfermedades cardiacas.
Cada año, la tasa de mortalidad entre quienes no tomaban estrógeno era de 13 mujeres más por cada 10,000. La mayoría murió por enfermedades cardiacas. Los autores del estudio dicen que esto no tiene qué ocurrir.
La moraleja
“Las mujeres tienen que saber que el reemplazo de estrógenos es una parte importante de la terapia, especialmente para las mujeres que tienen cincuenta y tantos años, se sometieron a una histerectomía y les extirparon los ovarios”, dice Holly Tacker, directora del Centro para la Salud Especializada de las Mujeres de la Clínica Cleveland.
Dice que es hora de que las mujeres que se sometieron a histerectomías “dejen de tener miedo a los estrógenos”. Señala que otros estudios recientes demuestran que iniciar una terapia de estrógenos poco después de que inicie la menopausia es clave para cosechar los beneficios de los fármacos.
Como los problemas de salud de cada mujer son diferentes, los expertos les recomiendan que hablen con sus médicos acerca de los estrógenos y otras terapias de reemplazo hormonal antes de tomar la decisión de tomarla o no.
“El evitar los estrógenos ha cobrado la vida de varias mujeres al año durante los últimos diez años… y las muertes continúan”, dijo Sarrel. “Esperamos que este artículo despierte un debate muy postergado y cree consciencia acerca de los beneficios de la terapia de estrógenos para las mujeres de cincuenta y tantos años que no tienen útero”.