Por Eloisa Capurro
(CNNMéxico) — Por 50 votos a favor de 99 totales, la Cámara de Diputados (Cámara baja) del Parlamento de Uruguay aprobó la noche de este miércoles un proyecto de ley que regula la producción, distribución y consumo de marihuana.
Así uno de los países más pequeños de América del Sur, se acerca a ser el primer Estado en desafiar la política prohibicionista que ha primado en la lucha contra las drogas y apostar por la regulación de toda la cadena. El texto pasará a consideración de la Cámara de Senadores (Cámara alta), donde se espera su aprobación para septiembre u octubre de este año.
Se trata de un proyecto de 44 artículos que pone en manos del Estado el otorgamiento de licencias para la producción de cannabis, regula en 40 gramos mensuales el consumo personal, crea clubes de membresía (de entre 15 y 45 socios que podrán tener hasta 99 plantas de marihuana) y permite el cultivo de hasta seis plantas en los hogares (con un máximo de producción de 480 gramos anuales).
La experiencia, señalaron expertos internacionales a CNNMéxico, podría alentar la discusión de medidas tendientes a la despenalización del consumo o el cultivo personal de marihuana en otros países de América Latina como Argentina, Brasil y México.
“La idea de establecer un límite de consumo no es nueva, y ha sido una forma lógica de asegurar que no se compren cantidades que excedan el consumo personal”, dijo a CNNMéxico John Walsh, de la Washington Office for Latin America (Wola).
“Los líderes uruguayos están rechazando la falsa ecuación entre la prohibición de la marihuana y el control de la droga, optando por un marco que quiere sacar un mercado lucrativo de las manos criminales y ponerlo bajo control del Estado. Pero Uruguay es consciente de que debe asegurar a sus vecinos que mantendrá el tema de fronteras hacia adentro”.
Colorado y Washington, que a fines del año pasado aprobaron iniciativas que regulan la producción y consumo de marihuana, son las experiencias más cercanas al proyecto uruguayo. Holanda, otro de los países señalados como ejemplo en el tratamiento de la droga, permite el autocultivo y el consumo en coffee shops, pero mantiene el circuito de producción como ilegal.
“Es una iniciativa única; Uruguay está contraviniendo los tratados internacionales al regular el cannabis sin fines médicos o de investigación”, dijo a CNNMéxico Jorge Hernández Tinajero, de Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas (Cuphid).
“Lo más cercano es Washington y Colorado, pero estos no son un Estado nacional y el gobierno federal de Estados Unidos no está de acuerdo con esas iniciativas. Si Uruguay demuestra que no pasa nada si uno toma este toro por los cuernos, se van a abrir posibilidades para otros países”, agregó.
De un solo artículo a toda una ley
En su artículo 4° el proyecto de ley uruguayo, al que accedió CNNMéxico, señala como objetivo: “Proteger a los habitantes de los riesgos que implica el vínculo con el comercio ilegal y el narcotráfico buscando, mediante la intervención del Estado, atacar las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, y económicas del uso problemático de sustancias psicoactivas, así como reducir la incidencia del narcotráfico y el crimen organizado”.
Ha sido un largo camino desde que en agosto de 2012 el presidente uruguayo José Mujica envió un proyecto de un único artículo.
Así lo había explicado en el programa Oppenheimer presenta: “En Uruguay pasa que cuando no existe marihuana, el traficante ofrece pasta base (de cocaína) y ahí ya entramos en un proceso de envenenamiento. Si lo legalizamos, creemos que les estropeamos el mercado porque vamos a vender prolijamente mucho más barato, que lo que está vendiendo el mercado clandestino. Y vamos a tener a la gente identificada”.
Hoy el consumo de marihuana no está penado en Uruguay, pero sí su producción, comercialización y autocultivo. En el mundo, según datos de la ONU, el mercado ilegal de la marihuana mueve 141,000 millones de dólares.
En Uruguay se estima que son 60 millones al año. Según una reciente encuesta de la empresa Cifra, el 63% de los uruguayos están en contra del proyecto de ley que se discutió hoy; en julio del año pasado era un 66%. El 26% está a favor.
El Frente Amplio se aseguró 50 votos en 96 legisladores presentes en sala (la Cámara de Diputados de Uruguay tiene 99 legisladores en total). El Partido Nacional, el Partido Colorado (ambos de derecha), y el Partido Independiente (minoritario y de centro) votaron en contra de la iniciativa en general, aunque algunos de sus legisladores acompañaron ciertos artículos del proyecto. El Partido Nacional ya anunció que, de aprobarse en el Senado el proyecto, intentará derribarlo mediante la convocatoria a un referéndum.
Se creará el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) encargado de llevar un registro de consumidores y otorgar licencias para la producción. Si bien el perfil de los productores se definirá en una etapa posterior, fuentes vinculadas a la iniciativa señalaron que se piensa en pequeños y medianos emprendimientos.
La ley también habilita la producción de marihuana con fines de investigación y de industrialización para uso farmacéutico, así como la plantación de cáñamo, su industrialización y comercialización. Quienes vendan por fuera del circuito legal podrán ser sancionados con multas o penas de prisión de entre 20 meses y 10 años.
Reflexión hasta último momento
La sesión de este miércoles, que comenzó a las 10 de la mañana (hora local),se extendió hasta pasadas las 23. La creación de un registro de usuarios, los efectos de la marihuana en la salud, la posibilidad de que aumente el consumo en Uruguay como efecto de la ley, y la disponibilidad de recursos para poner en marcha la iniciativa fueron los centros del debate.
También se recordó el impacto del narcotráfico en América Latina, mencionando los 70,000 muertos que se calculan entre 2006 y 2012 por la lucha antidrogas en México.
Las miradas estaban centradas en un diputado del Frente Amplio: Darío Pérez, quien previo al debate de hoy se había llamado “al silencio”. “La marihuana es una bosta”, dijo durante su exposición de motivos, y recordó los efectos nocivos en la salud de la droga. “Es enemiga del estudiante, trabajador y de la vida. Pero es una bosta con o sin ley”, dijo aunque luego votó a favor. “Voy a correr la suerte de mis compañeros para bien o para mal”, dijo.
“No buscamos ser un ejemplo para el mundo ni para la región, sino dar una respuesta a los problemas de la población uruguaya”, dijo durante la votación de este miércoles el diputado Sebastián Sabini, integrante del Frente Amplio y uno de los redactores del proyecto.
“La realidad nos plantea desafíos que no estamos afrontando con éxito… Nadie tiene soluciones mágicas. Pero hay que construir alternativas que deberán pasar por la prueba de la realidad”, dijo el legislador Julio Bango, integrante del Frente Amplio y otro de los redactores.
El Partido Nacional y el Partido Colorado (ambos de derecha) votaron en contra, al igual que el Partido Independiente (minoritario y de centro) que acompañó solo algunos artículos. “Una vez que la ley se apruebe en el Senado, viene la etapa de reglamentación y después hay que echar a andar la maquinaria: producir el cannabis, elaborar la sustancia.
La implementación va a llevar un tiempo”, había explicado Bango en un diálogo previo con CNNMéxico.
Impulsando el debate en América Latina
“Es un nuevo paradigma en materia de política de drogas”, dijo a CNNMéxico Lisa Sánchez, directora para América Latina de la organización Transform Drug Policy y de México Unido contra la Violencia. “Uruguay será el primer país en establecer controles estatales efectivos sobre el mercado de marihuana abandonando el prohibicionismo y las estrategias punitivas. Es un punto de inflexión definitivo”.
La propuesta recibió el apoyo de figuras internacionales. El lunes 22 de julio, en la presentación en Montevideo (capital de Uruguay) del informe anual sobre drogas, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, dijo que “es una estrategia que vale la pena ensayar”.
Días antes, el expresidente de Brasil, Henrique Cardoso, también manifestó su apoyo. Según informó la agencia EFE días atrás un grupo de 65 diputados mexicanos envió un proyecto de apoyo a la ley. “Observamos con admiración y respeto los esfuerzos del Uruguay”, dijeron en la misiva.
Expertos consultados por CNNMéxico estiman que la experiencia podrá incentivar el debate hacia la legalización en otros países. En México, Cuphid elabora un proyecto destinado a permitir el autocultivo y el consumo de marihuana con fines medicinales dentro del Distrito Federal.
“Los líderes de Uruguay han hecho un esfuerzo en decir que no están intentando imponer un modelo. Pero si logran tener éxito su ejemplo va a abrir el espacio para debatir esta opción en otras jurisdicciones. Ya hemos visto algo similar con las consecuencias que tuvo para América Latina las iniciativas en Washington y Colorado”, dijo Walsh de Wola.
En los países limítrofes a Uruguay –Brasil y Argentina- también puede haber cambios. “Argentina ha dado algunos pasos positivos tratando a las drogas desde una perspectiva de salud pública a través de su ley de salud mental”, indicó Sánchez.
“Brasil aún nada a contracorriente y se consolida como uno de los países más conservadores y menos progresistas en este tema. Dilma Rousseff ha apoyado iniciativas que van contra toda la evidencia científica como el tratamiento obligatorio para usuarios de pasta base de cocaína o crack”, agregó.
Atención para usuarios problemáticos
La marihuana es en Uruguay la sustancia ilegal más consumida. Según datos oficiales, el 20% de los adultos entre 15 y 65 años ha consumido marihuana una vez en su vida, un 8,3% en los últimos 12 meses y 4,9% en el último mes. Se estima que existen 1.000 productores individuales de marihuana.
“En los últimos años la marihuana ha ganado creciente legitimidad entre jóvenes y adultos, porque hay una baja percepción de riesgo” dijo a CNNMéxico el sociólogo uruguayo Agustín Lapetina.
“Esta ley despenaliza la cadena productiva y al usuario. Va a lograr una separación de facto, para que se reduzca la probabilidad de que un joven que va a probar por primera vez marihuana experimente con otras drogas potencialmente más riesgosas”.
En 2006 se estimaba que 21,138 personas necesitaban tratamiento por uso problemático de la droga. La edad promedio de inicio en el consumo son 18 años. “Es importante que haya programas educativos y campañas con información fidedigna de buena calidad, que se informe a la población y particularmente a los jóvenes”, estimó Lapetina.
El proyecto aprobado incluye la asignatura “Prevención del Uso Problemático de Drogas” en toda la educación. También instala centros de “información, asesoramiento, diagnóstico, derivación, atención, rehabilitación, tratamiento e inserción” de usuarios problemáticos en ciudades con más de 10,000 habitantes. El artículo 11 de la ley prohíbe la publicidad directa o indirecta de la droga.
Uno de los puntos más criticados del proyecto ha sido el registro de usuarios, aunque el texto los considera “datos sensibles” y establece su confidencialidad. “Probablemente no va a funcionar como lo estén pensando”, estimó Tinajero de Cuphid.
“Platicando con las autoridades uruguayas les explicaba que es como si quisieran hacer una fiesta pero tal vez los invitados no quieran ir bajo ese sistema. La realidad se va a imponer en muchos sentidos y lo importante es que la ley deje espacio para el ajuste. Ese es el verdadero reto uruguayo”.