Por Holly Yan
(CNN) — Cuando el primer presidente elegido democráticamente en Egipto fue destituido de su cargo, la Casa Blanca estuvo a a punto de calificarlo como un golpe de Estado.
Con ello, Estados Unidos habría tenido que frenar los 1.300 millones de dólares que envía al país cada año en ayuda militar. Y la relación con su aliado árabe más fuerte en la región tendría otro curso.
Pero eso fue antes de este miércoles, cuando el gobierno militar interino irrumpió en dos campamentos de simpatizantes del expresidente Mohamed Morsi. Cientos murieron y miles resultaron heridos; fue el día más sangriento en la historia reciente de Egipto.
¿Esta situación cambiará la política de Estados Unidos hacia el país árabe más poblado?
La respuesta corta: debemos esperar y ver qué pasa.
‘Un nido de avispones’
Primero es necesario conocer la importancia de Egipto para la política exterior de Estados Unidos.
El gobierno estadounidense ayuda a Egipto porque es uno de los dos países árabes —además de Jordania— que está en paz con Israel.
A cambio, Egipto recibe 1.000 millones de dólares cada año, proveniente de los contribuyentes de Estados Unidos, para sus programas militares y civiles. Ninguna otra nación excepto Israel recibe más dinero.
Esa ayuda le compra a Estados Unidos un aliado del cual depender en una región turbulenta.
EE.UU. no quiere desestabilizar ese equilibrio y retirar la ayuda podría hacerlo.
“Es un nido de avispones. Y por eso la administración intenta no moverlo demasiado”, dijo Fareed Zakaria, de CNN.
Rendirse para obtener algo
El proceso de paz y la estabilidad regional no es el único interés de Estados Unidos.
Egipto controla el Canal de Suez, una ruta marítima crucial por donde pasa el 4% del tráfico de petróleo del mundo y el 8% del intercambio marítimo. Hasta ahora no ha habido problemas, pero una interrupción de la vía impactaría en los bolsillos de los estadounidenses. Y eso sin mencionar el paso seguro del equipo y embarcaciones militares de EE.UU.
Además, están los negocios de compañías estadounidenses, la cooperación en inteligencia y la relación militar.
“La realidad es que el Ejército egipcio no solo ha sido una fuente de estabilidad para Estados Unidos en un turbulento Medio Oriente, sino que también ha sido una vaca de efectivo”, dice Khairi Abaza, investigador senior de la Fundación para la Defensa de las Democracias.
“Actualmente, los militares egipcios dependen del equipo militar, el entrenamiento y los servicios estadounidenses. Esa confianza significa que Egipto es esencialmente un cliente del complejo militar de Estados Unidos, y la ayuda en dinero de hecho regresa a la economía de EE.UU.”, explicó.
Una razón para la pausa
Todos esos factores le dan motivos a Estados Unidos para detenerse.
“Necesitamos tener una discusión acerca de los costos y beneficios de las diferentes relaciones con los egipcios, y los egipcios necesitan tener las mismas discusiones sobre las relaciones con nosotros”, dijo Jon Alterman, director del Programa de Medio Oriente en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
“Si quieres una relación diferente, tienes que articular cómo se va a ver, y aceptar que tendrás que ceder algunas cosas para obtener otras”.
‘Un dilema muy difícil’
Para el gobierno de Obama, es una “situación increíblemente compleja y difícil” que necesita más tiempo para resolverse, dijo en julio el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, poco después de la destitución de Morsi.
En ese entonces, los reporteros lo cuestionaron sobre por qué el gobierno de Estados Unidos no calificaba la situación como un golpe de Estado.
“No sería lo mejor para Estados Unidos cambiar inmediatamente nuestros programas de asistencia” a Egipto, respondió Carney en ese momento.
Robin Wright, analista de Medio Oriente del Centro Wilson, dijo que el punto central es el futuro de la política.
“Estados Unidos enfrenta un dilema muy difícil ahora”, dijo la analista. “Qué hacer respecto al país más importante en el mundo árabe, la esquina del proceso de paz, un país que ha recibido más de 30,000 millones de dólares en ayuda estadounidense desde que el proceso de paz empezó a finales de la década de 1970”.
Tres opciones:
El gobierno de EU analiza tres opciones, dijeron altos funcionarios el mes pasado:
- Calificarlo como un golpe de Estado y cortar la ayuda
- Calificarlo como un golpe de Estado y lanzar una excepción de seguridad para permitir que continúe el apoyo
- No calificarlo como un golpe de Estado porque el Ejército egipcio ha tomado los pasos para mover al país hacia una transición con un gobierno civil y llevar a cabo elecciones
‘Es tiempo de llamarlo golpe de Estado’
“Creo que es tiempo de llamarlo golpe de Estado. Creo que era tiempo hace seis semanas”, dijo el exasesor del secretario de Estado, P.J. Crowley, este miércoles.
“Suspender la ayuda militar para que el Ejército atienda el proceso de reescribir la Constitución, instalar el Parlamento y elegir un nuevo presidente”.
El secretario de Estado, John Kerry, dijo este miércoles que si bien aún es posible una solución, “ha sido mucho, mucho más difícil, mucho más complicado”.
“El camino hacia la violencia solamente se dirige hacia una mayor inestabilidad, desastre económico y sufrimiento”, dijo Kerry.
El funcionario exhortó a Egipto a terminar con el “estado de emergencia”, que prohíbe la libre reunión y el debido proceso.
Al final, corresponde a los egipcios encontrar una resolución pacífica al conflicto entre los simpatizantes de la Hermandad Musulmana y las fuerzas de seguridad.
“El rol que Estados Unidos ha tratado de jugar como mediador entre el Ejército y la Hermandad Musulmana para intentar encontrar un tipo de compromiso es ahora insignificante”, dijo la analista Wright. “No hay mucho que Estados Unidos pueda hacer”.
Elise Labott y Barbara Starr contribuyeron con este reporte