Por David Simpson
(CNN) – Después de más de 53 horas de nado, Diana Nyad alcanzó la meta que persiguió durante más de 35 años.
“Tengo tres mensajes”, dijo Nyad exhausta, pero feliz, a los periodistas después de nadar durante 53 horas.
“Uno es que nunca nos debemos dar por vencidos. Dos es que nunca eres muy viejo para perseguir tus sueños. Y tres es que esto se ve como un deporte en solitario, pero esto es un equipo”.
Nyad de 64 años consiguió este récord histórico en su quinto intento por nadar los 165.7 kilómetros de Cuba a Florida, Estados Unidos, sin una jaula protectora o aletas. Las felicitaciones no se hicieron esperar.
Esto es lo más lejos que ella o cualquier otro haya llegado sin una jaula para tiburones y el cansancio en su cuerpo se ve. Aproximadamente a las 07:30 horas tiempo del este de Estados Unidos de este lunes, arrastraba su habla debido a que tiene la lengua y labios inflamadas, reportó su equipo de apoyo en su sitio web.
Mientras el equipo la llamaba cerca del amanecer para alimentarla por primera vez desde medianoche, se tardó más de lo normal en alcanzar el bote de apoyo, se dijo en el reporte.
Aunque arrastró su habla, las palabras eran entendibles. Antes de volver a empezar su nado hacia Key West, su equipo aplicó una sustancia que “detiene las picaduras” en su frente y mejillas con la esperanza de protegerla de las picaduras de medusas.
“No la pongan en mi nariz ni ojos”, dijo, según su sitio web.
Nyad, quien comenzó a nadar desde Cuba la mañana del pasado sábado, puede estar en posición de llegar a tierra entre las 14:00 y 16:00 horas tiempo del este de Estados Unidos, se dijo en el sitio web en la mañana de este lunes.
Las picaduras de medusas ayudaron a frustrar sus intentos antes, así que nadadores están por delante de ella, recolectando medusas y quitándolas del camino de Nyad.
Cuando se le instruyó la mañana de este lunes que siguiera el camino que fue despejado para ella, mostró su sentido del humor, al contestar: “Nunca he podido seguirlo en mi vida”, según el sitio web.
La recta final de Nyad siguió a un noche en la que estuvo tan fría, que el equipo no la detuvo para alimentarla hasta el amanecer “con la esperanza de que nadar la mantuviera caliente”, se dijo en el sitio web.
Cada brazada que nada la pone más cerca del territorio de récord. La noche del pasado domingo rompió el récord de Penny Palfrey de lo más lejos que alguien ha podido llegar sin una jaula para tiburones.
En 1997, la australiana Susie Maroney completó el nado dentro de una jaula contra tiburones. Tenía 22 años en ese momento.
El sitio web de Nyad informó a los líderes de su equipo de apoyo de cinco botes que planeaba su ruta final a Key West, al considerar olas, corrientes, rutas de navegación, arrecifes y “multitudes de medusas”.
“Diana se ha detenido muchas veces para avanzar en el agua al intentar restablecerse”, dijo el navegador de Nyad, John Bartlett, en una publicación del sitio web a las 05:00 horas, 44 horas después de comenzar a nadar.
Nyad viste un traje de protección contra medusas, y también tiene disponible una máscara especial para prevenir que las medusas le piquen la lengua; un factor que la detuvo en su intento fallido en agosto de 2012.
Las tormentas eléctricas también ayudaron a frustrar su intento el año pasado.
Este fin de semana el clima estuvo mucho mejor hasta las 23:00 horas del domingo, cuando el equipo de apoyo reportó que los vientos aumentaron repentinamente y una tormenta eléctrica parecía dirigirse al camino de Nyad.
Pero justo antes de las 01:00 horas de este lunes, el equipo reportó en Twitter: “Diana nada fuertemente, todos están seguros, los vientos disminuyen, y ¡creemos que vemos el brillo de Key West!”.
Bartlett escribió anteriormente en su sitio web que una Corriente del Golfo favorable la ayudó a lograr una velocidad promedio de 3.5 kilómetros por hora.
Bartlett dijo que las corriente serán “más pequeñas pero menos predecibles” a medida que Nyad se acerque a Florida.
La entrenadora Bonnie Stoll escribió en el sitio el pasado domingo que Nyad estaba de buen humor.
“La única preocupación es que vomita todo lo que come. Tiene muchas náuseas por el agua salada, pero eso es de esperarse”, dijo Stoll. “Le damos suficientes calorías y nutrición. Solo vamos a continuar alimentándola, y esperamos que algo de eso vaya hacia abajo. No está débil. Su conteo de brazadas no ha cambiado”.
Nyad partió de La Habana a las 08:59 horas del pasado sábado con un equipo de 35 personas, incluidos nadadores para vigilar a los tiburones.
La mujer de Los Ángeles, Estados Unidos, dijo que este es su último intento. Dijo en su sitio web que quiere probar que “nunca es demasiado tarde para perseguir tu sueño”.
Patrick Oppmann desde La Habana, Cuba, y Jason Hanna, John Zarrella y Matt Sloane de CNN contribuyeron con este reporte.