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Por César Millán

Nota del editor: César Millán es reconocido internacionalmente como uno de los mejores psicólogos caninos. Su carrera en televisión inició con el programa El encantador de perros. Próximamente se presentará en México con su tour El líder de la manada. Para más información visita su página: www.cesarsway.com y síguelo en su cuenta de twitter: @cesarmillan

(CNNMéxico) — Es un momento que todo amante de los perros debe enfrentar tarde o temprano —decir adiós a su querida mascota— y nunca es fácil.

Es complicado porque ellos nunca te dirán que se sienten enfermos. Es algo que debes descubrir a través de la observación de su comportamiento y las señales de que algo va mal.

A diferencia de los humanos, los perros no tienen el instinto natural de ayudar a aquellos que están enfermos o sienten dolor. Dentro de la manada, esos animales son abandonados o mueren, así que es natural que ellos traten de esconder cualquier molestia.

La buena noticia es que, tras una cuidadosa inspección, podemos reconocer signos de molestia en nuestros perros. Las visitas regulares al veterinario hacen más fácil ubicar ciertos síntomas que más tarde podrían convertirse en problemas fatales. Pero lo que no podemos hacer es detener el tiempo o los procesos naturales que vienen con la edad.

Mientras muchos perros viven cerca de 20 años y otros pocos solo duran unas semanas después de los 30, el rango de tiempo de vida canina oscila entre los siete años para los perros grandes y la adolescencia para perros más pequeños. Por tanto, el momento de decir “adiós” es inevitable.

¿Cómo saber que ha llegado?

La respuesta breve es que tu perro te lo dirá, pero debes saber escuchar. Ellos presienten cuando su cuerpo está a punto de rendirse, y generalmente se alejan de la manada para morir solos. En su estado natural esto se conoce como “vagar”. Cuando se trata de un animal domesticado, simplemente se esconderá en un lugar seguro, debajo de la mesa o en el clóset.

La eutanasia también es una opción, y es la decisión más difícil que cualquier amante de los perros debe tomar. En un mundo ideal deberían morir de una manera natural y sin dolor, pero estos son casos raros. Nuestros perros son igual de susceptibles a las condiciones que sufre un humano con la edad, por eso debemos hacernos las mismas preguntas: ¿Tienen un dolor tan intenso que ya es imposible aliviarlo? ¿Su energía es muy reducida o inexistente? ¿Perdieron el apetito?

También debemos considerar su estado mental. Aunque ellos no sufren demencia senil (porque son instintivos, no intelectuales), sí existe una condición parecida llamada Síndrome de Disfunción Cognitiva canina (SDC) que afecta la memoria, el aprendizaje y la comprensión, además es difícil de detectar debido a que se desarrolla lentamente. La clave está en observar los cambios en el comportamiento de tu perro, por ejemplo, desorientación, confusión o falta de respuesta ante estímulos cotidianos. Siempre es mejor consultar al veterinario si notas alguno de estos signos.

Como líder de la manada, está en ti conocer bien a tu perro como para saber cuando su condición y síntomas son intratables, al igual que prevenir un estilo de vida miserable. Con los años he aprendido que para los perros, el éxito significa ser felices en cada momento. También quiere decir que la imposibilidad de alcanzar la felicidad es un problema importante de calidad de vida.

Siempre les recuerdo a las personas que es importante dejar que sus perros sean perros. No debemos dejar que nuestras mascotas sufran hasta el punto en que deban dejar la manada por sí mismos. Estar atentos a su salud, a su estado de ánimo y a sus emociones, nos ayudará a que vivan mucho tiempo saludablemente, sin olvidar que en cuanto dejen de ser felices, por más difícil que sea, tendrás que decir adiós, pero solo ellos te lo harán saber.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a César Millán.