Por Barbara Starr, CNN
(CNN) – Analistas de inteligencia de Estados Unidos están en desacuerdo sobre lo que Estados Unidos sabe acerca de la ubicación de las armas químicas de Siria, le dijeron fuentes a CNN.
El desacuerdo entre la comunidad de inteligencia surgió en las últimas ocho semanas en tanto agencias de espionaje observaron que Siria —considerando un posible ataque militar estadounidense— movilizó una cantidad significativa de armas químicas, según dijeron dos funcionarios estadounidenses cercanos a las discusiones internas.
La falta de consenso genera preocupación sobre la responsabilidad en caso de que el régimen del presidente sirio Bachar al Asad proceda con su presunta intención de entregar su armamento químico a control internacional, y crea posibles problemas de identificación de objetivos de ataque si Estados Unidos opta por la acción militar, supo CNN.
A un lado del espectro, algunos analistas creen que Estados Unidos podría no ser capaz de verificar la ubicación de hasta el 50% de las armas químicas sirias, dijeron los funcionarios. Del otro lado, algunas agencias concluyen que Estados Unidos sabe dónde están almacenadas la mayoría de ellas, dijeron las fuentes.
Los funcionarios se negaron a identificarse debido a la naturaleza delicada de la información.
Ambos trabajan en el partes diferentes de agencias de seguridad nacional de Estados Unidos, pero señalaron el mismo escenario de un amplio espectro de perspectivas de parte de analistas de inteligencia.
Ninguno especificó precisamente qué agencias están en desacuerdo. Pero hasta la última crisis, varios funcionarios de la administración le habían dicho a la prensa —sin atribución total— que Estados Unidos sabía de la ubicación de la mayoría de las reservas del armamento.
CNN y otras organizaciones de noticias han reportado en el último año que reservas de armas químicas han sido movidas frecuentemente por parte del régimen por propósitos de seguridad cuando aumentó el combate con los rebeldes cerca de las zonas de almacenamiento. También se reportó que Estados Unidos pudo rastrear el armamento usando satélites, interceptaciones e inteligencia de agentes. Un funcionario dijo que el actual desacuerdo sobre la información de inteligencia “no debería ser sorpresa”.
El funcionario señaló que una agencia como en la Agencia de Seguridad Nacional “va a escuchar las interceptaciones y va a ver a través de ese lente; por su parte, la Agencia de Defensa Nacional va a mirar la información militar y va a ver a través de ese lente. A la CIA le gusta pensar que ve el problema de una manera holística”.
El análisis de inteligencia está abierto a interpretación y no es raro que haya a visiones opuestas.
En un caso notable, la comunidad de inteligencia tuvo incertidumbre sobre si un complejo descubierto en Pakistán era de hecho el escondite de Osama Bin Laden, debido a que estaban basándose en interpretación sobre las pistas pero no tenían ninguna foto o avistamiento del líder de Al Qaeda.
Agentes especiales de la Armada de EE.UU. se tomaron el inmueble y mataron a Bin Laden en mayo de 2011.
Dependerá de James Clapper, director de inteligencia nacional, presentar al presidente Obama la evaluación general.
La oficina de Clapper no respondió inmediatamente a la solicitud de declaración hecha por CNN.
Los analistas con frecuencia se enfrentan al dilema de verificar la información a través de más de una fuente.
“La mayoría, si no toda, es un área controlada por las fuerzas de Asad”, le dijo el martes el secretario de Estado John Kerry al Comité de Servicios Armados de la Cámara. “Debemos ser capaces de saber todo de lo que podamos ser responsables”.
La incertidumbre estadounidense sobre la ubicación de las armas empezó a surgir alrededor de hace dos semanas.
“La mayoría de movimientos se produjeron cuando parecía que un ataque militar podía ser inminente”, dijo uno de los funcionarios. “Vimos movimiento significativo en algunos sitios”.
La fuente dijo que fueron “12 de los 20” sitios principales que Estados Unidos observa con atención.
Desde entonces, “todo ha estado cerrado”, dijo el funcionario. Pero agregó: “tenemos menos confianza de que sepamos dónde está todo y a dónde podría haber sido trasladado”.
No está del todo claro qué motivación específica había para mover las armas en ese entonces, dijo el funcionario. Una teoría: que el régimen pudo haber temido que los rebeldes iban a acceder a ellas.