(CNNMéxico) — La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, decidió este martes cancelar su viaje oficial a Estados Unidos previsto para el 23 de octubre tras las denuncias de espionaje en el país latinoamericano, según informó la Presidencia de la República a través de un comunicado.
El presidente estadounidense, Barack Obama, sostuvo este lunes una conversación telefónica de 20 minutos con Rousseff para reiterar la invitación. Sin embargo, la nota oficial apunta que “los dos presidentes decidieron retrasar la visita de Estado, puesto que los resultados de esta visita no deben estar condicionados a un tema sobre el cual Brasil aún no alcanzó una solución satisfactoria”.
“Las prácticas ilegales de interceptar las comunicaciones y los datos de los ciudadanos, empresas y miembros del gobierno brasileño constituyen un hecho grave, que atenta a la soberanía nacional y a los derechos individuales, y es incompatible con la convivencia democrática entre países amigos”, argumenta la Presidencia.
“Ante la falta de una investigación oportuna de los hechos, con las explicaciones y el compromiso de cese de la actividad de interceptación correspondientes, no están dadas las condiciones para realizar la visita en la fecha previamente acordada”, subraya la nota de prensa.
La Casa Blanca emitió otro comunicado este martes para informar que Obama “comprende y lamenta las preocupaciones que las revelaciones de presuntas actividades de inteligencia de Estados Unidos han generado en Brasil” y que había dejado claro su compromiso con “trabajar junto con la presidenta Rousseff y su gobierno en los canales diplomáticos para superar el problema”.
La nota confirma que la suspensión fue decidida por ambos mandatarios, y agrega que Obama “espera dar la bienvenida en Washington a la presidenta Rouseff en una fecha establecida de mutuo acuerdo”.
“Continuarán otros mecanismos de cooperación importantes, incluyendo los diálogos presidenciales en materia de cooperación política, económica, energética y de defensa”, añade el comunicado.
El petróleo como objetivo
Rousseff tomó la decisión de cancelar el viaje después de que el periodista Glenn Greenwald, radicado en Río de Janeiro, reveló el 1 de septiembre que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) espiaba tanto a Rousseff como a otros asesores del gobierno brasileño. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y nueve de sus colaboradores también estaban en la lista de políticos vigilados por Washington. Greenwald, columnista de The Guardian, fue el periodista al que el exanalista Edward Snowden entregó documentos filtrados de la NSA.
Precisamente Greenwald reportó —con asombro— la decisión de la mandataria a través de su cuenta en Twitter:
De acuerdo con los documentos revelados por el periodista, los recursos energéticos de Brasil destacaban entre los objetivos del espionaje. La séptima potencia económica mundial realizará en octubre su primera subasta para explorar las reservas en el Campo de Libra, en el sureste del país. La directora de la Agencia Nacional de Petróleo, Magda Chambriard, compareció ante el Senado brasileño y garantizó que el banco de datos sobre exploración y producción de petróleo y gas natural es inviolable porque “no está conectado a Internet”.
La visita de Rousseff a EE.UU. sería la primera en 20 años de un mandatario brasileño a la Casa Blanca. El único presidente brasileño convocado para una visita oficial fue Fernando Hernique Cardoso en 1995.
La agenda contemplaba un encuentro en las sedes de los tres poderes públicos, una cena de gala y otras ceremonias.
No es la primera vez que un mandatario brasileño cancela su visita al país norteamericano. En 1992, Fernando Collor de Mello canceló un viaje en medio del juicio político en su contra por corrupción (renunciaría ese mismo año). En 1994, Cardoso canceló una visita a Nueva York en la que iba a dar un discurso en la Asamblea General de la ONU.
Con información de Paula Ramón.