Por William Donohue, especial para CNN

Nota del editor: William Donohue es presidente de la  Liga Católica de Derechos Civiles y Religiosos y autor de cinco libros, incluyendo Por qué el catolicismo importa: Cómo las virtudes católicas pueden cambiar la sociedad en el siglo XXI

(CNN) – Nunca en mi vida he visto a un papa que haya tenido tanto éxito tan rápidamente en hacer que tanto los católicos como los no católicos hiperventilen como lo ha hecho el papa Francisco. En efecto, algunos están por saltar del graderío. Todos necesitan tranquilizarse.

El papa Francisco es maravillosamente franco; esto es lo que lo que lo hace verdaderamente entrañable. También es provocativo en el mejor sentido de la palabra. Busca retarnos y sacarnos de nuestra zona de confort. Pero no está a punto de darle la vuelta y poner de revés a la Iglesia Católica. Decir esto es una locura.

En una reunión tripartita en Roma con periodistas católicos el mes pasado, el papa Francisco compartió sus pensamientos respecto a una amplia gama de temas; se publicaron el jueves en America, la revista jesuita semanal. Todo el mundo debería de leerla.

No hay nada nuevo en que se destroce, fuera de contexto, lo que una persona famosa ha dicho; esto es exactamente lo que ocurre actualmente con el papa Francisco. La alerta de últimas noticias del New York Times lee, “El papa culpa directamente a la Iglesia por su obsesión con la comunidad gay y el aborto”.

En la alerta del Times se lee que el papa discute cómo la “Iglesia Católica Romana se ha ‘obsesionado’ cada vez más en su predicación sobre el aborto, el matrimonio homosexual y la contracepción” y que también ha recibido críticas por hacerlo.

También lo cita diciendo que la Iglesia Católica debería ser “un hogar para todos” y no una “pequeña capilla” que se “enfoca en la doctrina, ortodoxia y una limitada agenda de enseñanzas morales”.

En cuanto a las declaraciones del papa acerca del aborto y del matrimonio homosexual, lo que dijo es: “No podemos insistir únicamente en los asuntos relacionados con el aborto, matrimonio homosexual y el uso de métodos anticonceptivos. Esto no es posible”. También dijo, “cuando hablamos de estos asuntos, tenemos que hablar de ellos dentro de un contexto”. Lo que el papa dijo tiene mucho sentido común.

Por ejemplo, cuando me convertí presidente de la Liga Católica hace 20 años, visité las fraternidades en la nación y descubrí que muchas eran entidades con un solo tema.

Algunas se enfocaban exclusivamente en el aborto; otras estaban obsesionadas con la homosexualidad: y otras demandaban que nos concentráramos únicamente en la ética médica. Yo compartía muchas de sus preocupaciones, pero también les dije que estamos en una organización en contra de la difamación y que no nos deberíamos de preocupar por otras cosas, no importaba cuán nobles sean.

El papa tiene razón en cuanto a que los católicos con un solo tema deben salir de sus preocupaciones inmediatas. No dijo que deberíamos evitar abordar el aborto o la homosexualidad; simplemente dijo que no podemos dejarnos absorber por estos temas. O por cualquier otro.

El artículo de Laurie Goodstein en el New York Times acerca de los comentarios del papa dice que los obispos en Estados Unidos sentirán el efecto de estos comentarios porque a menudo hacen ver que “la prioridad más alta de su política pública es combatir el aborto, el matrimonio homosexual y la anticoncepción”. Esto está incorrecto.

No son los obispos quienes han hecho que estos temas sean prioritarios, ha sido la administración de Obama. Sería más exacto decir que el papa criticaría a los obispos si estos no resistieran la usurpación del estado en el derecho a la libertad de religión de los católicos.

La alerta del Times estaba equivocada al caracterizar el comentario del papa sobre la “pequeña capilla” como una crítica al concentrarse en la “doctrina, ortodoxia y una limitada agenda de enseñanzas morales”.

En el párrafo anterior, habla sobre “la santidad de la Iglesia Militante”. En la siguiente oración, el papa dice “Nosotros no debemos reducir el seno de la Iglesia Universal a un nido que protege nuestra mediocridad”. Excelente.

Luego, en el mismo párrafo, cita el “comportamiento negativo” de los sacerdotes y monjas, diciendo que su conducta es como la de un “soltero y una solterona poco fructíferos”. Se puede afirmar categóricamente que no dijo lo que el Times le atribuye.

Sin lugar a dudas, el papa Francisco rechaza el aborto y el matrimonio homosexual. En otras partes ha dicho, “El problema moral del aborto tiene una naturaleza pre religiosa porque el código genético de la persona ya se encuentra presente al momento de la concepción. Ya existe el ser humano”   . De manera similar, habla sobre su oposición al matrimonio homosexual que “no se basa en la religión, sino más bien en antropología”.

El papa Francisco quiere que nos opongamos al aborto. También quiere que nos acerquemos a aquellas mujeres que están considerando hacerse uno, y que ayudemos a quienes ya lo han tenido a hacer las paces con Dios (es por esto que la Iglesia Católica tiene el Proyecto Raquel). Quiere que nos opongamos al matrimonio del mismo sexo. También quiere que no rechacemos a las lesbianas y a los homosexuales porque lo sean. Esta es una sana enseñanza católica.

Enhorabuena al papa Francisco.