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Por Holly Yan, CNN

(CNN) – La sesión de la Asamblea General de la ONU es el espectáculo anual de diplomacia, diálogo y debates.

Los líderes internacionales se estrechan la mano, toman té y se ponen al corriente. A veces se aprueban resoluciones; muchas veces, no.

Esta semana, casi 200 países tomarán el podio internacional para decirle una vez más al mundo qué es lo que quieren.

Estos son cinco puntos a los que hay que estar atentos durante la sesión que inicia el martes en Nueva York:

1. El dilema de Siria

Ha sido un tema delicado durante dos años, aunque aún no se ha logrado mucho. Sin embargo, hay un nuevo sentido de urgencia para llegar a un acuerdo sobre Siria a causa del uso confirmado de armas químicas y de la amenaza de las fuerzas occidentales que se cierne sobre los diplomáticos.

En un mundo ideal, el Consejo de Seguridad de la ONU acordaría alguna medida con respecto a Siria, en donde han muerto más de 100.000 personas a lo largo de dos años de guerra civil.

Sin embargo, el dilema sobre Siria es como un combate de boxeo con rounds ilimitados.

En una esquina están países como Estados Unidos y Francia, que quieren que el presidente de Siria, Bachar al Asad, dimita. Cuando menos, quieren poder usar la fuerza en caso de que el régimen no entregue todas sus armas químicas.

En la otra esquina están Rusia y China, que no permitirán que se tomen medidas firmes contra su aliado.

El tiempo está corriendo. Siria accedió al plazo que Rusia propuso para entregar sus armas químicas, pero el plan tiene que quedar autorizado en una resolución de la ONU.

Como las dos partes no pueden ponerse de acuerdo sobre la inclusión de una intervención militar en la resolución, está aún por verse si los países contendientes pueden llegar a un acuerdo antes de que se agote el tiempo… o antes de que se apilen más cadáveres.

2. La apertura de Irán

Es tan predecible como la misma reunión de la Asamblea General: el presidente de Irán tomará el estrado y los diplomáticos abandonarán la sala en protesta.

Sin embargo, este año no estará Mahmud Ahmadineyad, el negador del Holocausto y provocador de Occidente. En su lugar está el nuevo presidente de Irán, Hassan Rouhani, quien ha dicho que quiere hacer las paces con Estados Unidos.

“Debemos cooperar para poner fin a las rivalidades e interferencias nocivas que alimentan la violencia y nos separan”, escribió Rouhani en el diario estadounidense The Washington Post la semana pasada.

Las autoridades estadounidenses se muestran escépticas. Quieren que Irán actúe y no solo hable de detener el enriquecimiento nuclear.

Sin embargo, la estrategia de Irán, que al parecer surgió de las duras sanciones económicas, ha desatado las especulaciones de que Rouhani y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirán durante la Asamblea General.

Si es así, será la primera reunión de los presidentes de ambos países desde la Revolución Islámica iraní de 1979.

No está programada una reunión de esa clase. Sin embargo, la Casa Blanca tampoco descarta que ocurra.

Rouhani se dirigirá a la Asamblea General este martes. En los pasillos de la diplomacia crecen las especulaciones de que hará un anuncio dramático, tal vez ofrezca el cierre de alguna planta de enriquecimiento de uranio o permita que los inspectores entren. Dudamos que alguien abandone la sala.

3. El dilema de Medio Oriente

¿Estarán los palestinos un paso más cerca de recibir reconocimiento como Estado miembro?

El año pasado, los palestinos obtuvieron reconocimiento como Estado no miembro de parte de la Asamblea General de la ONU. El nuevo estatus diplomático les dio acceso a los órganos de la ONU. También generó inquietudes en Israel sobre la solicitud de incorporación de los palestinos a agencias como la Corte Penal Internacional, en donde pueden presentar denuncias por crímenes de guerra contra Israel.

En la agenda de este año se contemplan charlas sobre la “soberanía permanente del pueblo palestino en los territorios ocupados, incluido Jerusalén Oriental, y de la soberanía sobre los recursos naturales de la población árabe que se encuentra en los altos del Golán”.

Obama se reunirá con el líder palestino, Mahmud Abbas. Esta será la primera vez que ambos se reúnan desde la reanudación de las negociaciones de paz directas a principios de este año. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, visitará la Casa Blanca a finales de este mes.

4. La tensión en América Latina

Las cosas podrían ponerse incómodas cuando los diplomáticos estadounidenses se topen con algunos de sus homólogos latinoamericanos. Brasil tuvo una discrepancia con Washington a causa de los reportes de que Estados Unidos había estado espiando electrónicamente las comunicaciones de su presidenta.

Ambos países acordaron posponer la visita de Estado a Washington de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, de octubre a una fecha posterior.

Venezuela no está precisamente feliz con Estados Unidos. La semana pasada, el gobierno venezolano acusó a Estados Unidos de negarse a que el avión en el que viajaba su presidente volara a través del espacio aéreo estadounidense en su ruta a China.

El Departamento de Estado de Estados Unidos negó la acusación y señaló que autorizó que el avión volara sobre Puerto Rico.

5. Los que no asistirán… y los que no serán bienvenidos

No todos los 193 países tendrán representación en Nueva York.

Kenia retiró a su enviado, Macharia Kamau, porque el vicepresidente, William Ruto, está sujeto a un juicio ante la Corte Penal Internacional por supuestos delitos contra la humanidad.

“Lamentamos mucho que no pueda salir del país al mismo tiempo que el vicepresidente”, dijo en un comunicado el vocero del Congreso keniano, Manoah Esipisu.

La corte de la ONU acusa a Ruto de tramar ataques en los que murieron más de 1,000 personas luego de las reñidas elecciones presidenciales de hace casi seis años. Ruto niega las acusaciones.

Otro de los líderes al que la Corte Penal quiere atrapar es al presidente de Sudán.

Lo buscan por genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad relacionados con su intervención en una campaña de violencia de cinco años en Darfur.

Sin embargo, tal vez el presidente Omar al Bashir se presente de todas formas.

“Como lo he dicho en varias ocasiones, al Bashir ha solicitado una visa. En este momento no vamos a detallar públicamente los aspectos que se están estudiando en esa solicitud”, dijo el viernes la vocera del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marie Harf.

No hay mucho que Estados Unidos pueda hacer. Como país anfitrión, generalmente está obligado a conceder visas a jefes de Estado, los busque la ley o no.

Elise Labott, Kevin Liptak, Faith Karimi, Laura Smith-Spark y Tim Lister de CNN colaboraron con este reportaje.