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Por  Nic RobertsonCNN

(CNN) – “Nuestros objetivos son atacar Londres con operaciones de bajo costo que causarían un gran golpe para la jerarquía y la comunidad judía, usando ataques similares a las tácticas usadas por nuestros hermanos en Bombay”.

Esas son las primeras palabras de un documento encontrado en el cuerpo del alto oficial de Al Qaeda en África Oriental cuando fue asesinado hace dos años.

Y los planes revelados en el documento son ahora más relevantes e interesantes a la luz del ataque en un centro comercial en Nairobi, Kenya.

Entre los objetivos identificados: el famoso Eton College, los hoteles de cinco estrellas Dorchester y Ritz, y el barrio judío de Golders Green en el norte de Londres.

El documento de Word, escrito en inglés, que según entienda CNN está en un dispositivo de almacenamiento portátil, fue encontrado cuando Fazul Abdullah Mohammed —mente detrás del ataque a la embajada estadounidense en Nairobi y Dar es Salam, Tanzania, en 1998— fue asesinado en un puesto de control en la capital somalí, Mogadiscio, una noche de junio de 2011. Los contenidos del documento fueron reportados por Michelle Shephard del Toronto Star, quien le proporcionó el documento a CNN.

Una fuente de inteligencia de Occidente le dijo a CNN que aunque el plan delineado en el documento era aspiracional, sí generó serias preocupaciones.

No está claro si Mohammed fue quien escribió o quien aprobó el plan. El estilo y el contenido sugieren que habría sido una presentación que le dio algún otro militante de Al Qaeda.  Shepard dice que podría haber sido escrito por un yihadista británico en África Oriental.

Pero tras el ataque en Nairobi por el grupo yihadista somalí Al Shabaab y considerando otros documentos de Al Qaeda vistos por CNN, hay nuevas pruebas de que replicar el ataque de 2008 en Bombay, India, se ha convertido en una prioridad para el grupo terrorista, que busca blancos “blandos” como hoteles, centros comerciales, complejos turísticos o incluso cruceros.

En un mensaje a sus redes afiliadas a principios de este mes, el líder de Al Qaeda Ayman al Zawahiri pidió “tomar rehenes a los ciudadanos de los países que participan en la invasión a países musulmanes para que nuestros prisioneros sean liberados en un intercambio”.

Atacar Eton College, escuela en donde miembros de la familia real y la aristocracia británicas con educados, “sería un golpe fuerte a los personajes importantes del mundo político y empresarial”, dice el documento.

“Como sabemos, el inglés promedio siente envidia de los ricos y no tiene vínculos con la clase alta. Este ataque enfurecería al gobierno y la realeza, pero no tendría ese impacto entre las masas”, razona el texto.

En cuanto al ataque planeado tanto al hotel Ritz como al Dorchester —que el autor preveía siendo ejecutado en Año Nuevo, Día de San Valentín o incluso Janucá— había más similitudes con los ataques en Nairobi y Bombay.

“Planeamos reservar mucho antes y que el hermano lleve mucha gasolina, y luego incendie los primeros tres pisos usando el combustible y prendiendo las llamas con bombas… mientras nosotros bloqueamos las escaleras para que nadie pueda huir, bloqueando las escaleras con muebles”.

El autor del texto preveía usar reclutas de Occidente para ejecutar el ataque, incluyendo militantes británicos que se habían unido a las filas yihadistas en Somalia y a personas presentadas por Al Shabaab.

“Para esta misión podemos usar a nuestras propias personas o el harakah (Al Shabaab) puede suministrar candidatos o podemos necesitaríamos acceso instantáneo a todos los muhajireen británicos (emigrantes yihadistas)”, dice el texto.

“Cada mártir será entrenado en Somalia preferiblemente durante 2 meses… los hermanos serán puestos en muchas batallas para ver cómo pueden reaccionar bajo presión y serán analizados para ver si pueden mantener la compostura”.

El entrenamiento delineado en el documentos es un escalofriante precursor de la planeación del ataque de Nairobi.

Los hermanos “serán entrenados para asaltar una casa, despejar habitaciones y reunir a todos los rehenes en una habitación para usar un escudo humano mientras disparan y se mueven por el edificio”, dice.

“La labor de reconocimiento cubrirá cómo reunir información valiosa sobre el objetivo, por ejemplo dónde están las estaciones policiales más cercanas, en qué momentos hay más gente en la zona, cuándo es el mejor momento para atacar, si hay guardias armados, si están preparados para un ataque, la mejor manera de entrar al edificio…”, dice el texto.

El ataque de Al Shabaab en Nairobi replica cuidadosamente el de Bombay, en que miembros del grupo pakistaní Lashkar-e-Tayyiba, un grupo terrorista afiliado a Al Qaeda, asaltaron hoteles y un centro judío y retuvieron a fuerzas de seguridad indias durante tres días. Más de 160 personas fueron asesinadas.

Las similitudes son asombrosas:

  • Los objetivos son “blandos”: no fueron instalaciones militares ni del gobierno, y por tanto son más fáciles de penetrar.
  • Son lugares cerrados, lo que hace más difícil para las fuerzas de seguridad ahuyentar a los asaltantes.
  • Un número similar de terroristas —alrededor de 10— involucrados, y usaron múltiples puntos de ingreso.
  • Ambos ataques requirieron poca tecnología, implicaron armas automáticas y granadas de mano; algo opuesto al espectro de horror de los ataques del 11 de septiembre.
  • Ambos implicaron mucha preparación.
  • Fueron en ciudades principales, en lugares con afluencia de extranjeros, y especialmente occidentales, y se enfocaron en países vecinos considerados como hostiles. El grupo pakistaní atacó objetivos indios; la célula de Al Shabaab atacó un punto turístico de Kenya en retaliación a la incursión y ocupación keniata en el sur de Somalia.
  • Los intereses israelíes o judíos fueron parte de la matriz de ataque.
  • Los ataques fueron diseñados para que tuvieran la mayor atención mediática posible.