Por Matthew Carey
(CNN) — La cinta de culto de la década de 1980, El resplandor, bien podría tener una segunda parte ahora que el autor de la historia, Stephen King, publicó la esperada secuela de la novela de 1977.
King retoma la historia de Danny, el niño clarividente de El resplandor, cuando ya es un hombre de mediana edad y sigue poseyendo sus perturbadores poderes psíquicos.
El agente del escritor estadounidense dice que la Warner Bros posee los derechos para una secuela de la cinta, así como los de la película original que dirigió Stanley Kubrick. Fuentes en Hollywood dicen que el estudio está en las etapas iniciales del desarrollo de una posible segunda parte de la cinta.
Va a ser difícil de igualar. La adaptación que Kubrick hizo de El resplandor (que al parecer a King nunca le gustó) sigue fascinando y aterrorizando a los espectadores a más de tres décadas de su estreno.
Tan solo este año ha habido varios ejemplos de su presencia persistente en la imaginación de los cinéfilos, como el estreno de Room 237, un documental en el que se exploran las afirmaciones de varios teóricos sobre los símbolos y significados que Kubrick insertó deliberadamente en su película; una importante exposición sobre Kubrick en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles que cuenta con una singular galería dedicada a El resplandor, y una exposición pública de una elaborada recreación del filme, obra del escultor Howard Senft.
Una de las razones por las que El resplandor conserva su poder sobre el público es que verla repetidamente tiene sus recompensas, dice la artista y diseñadora de sets, Patti Podesta. “Tiene tantos temas desarrollándose simultáneamente que creo que la gente encuentra cosas una y otra vez”, dijo.
“La mayoría de las películas funciona en dos niveles”, dijo el cineasta Rodney Ascher. “Tal vez solo El resplandor funcione en cinco”.
Ascher dirigió el documental Room 237, que explora la creciente cantidad de teorías —propuetsas por críticos, historiadores y entusiastas— que buscan explicar lo que Kubrick “realmente quiso decir” con El resplandor.
Estos observadores están convencidos de que Kubrick insertó ciertos temas e imágenes en la cinta para dirigir al ojo atento hacia el tema real de su obra.
Teoría No. 1: El resplandor realmente se trata del exterminio de los indios americanos.
Pruebas: Los diálogos que no existen en la novela de King indican que el hotel Overlook se construyó sobre un cementerio de los nativos americanos. Kubrick usó latas de polvo para hornear Calumet con su característico logotipo de penacho en la alacena del Overlook.
Teoría No. 2: la interpretación freudiana. Danny y su padre compiten por la atención y el afecto de Wendy. Jack quiere matar a Danny; Danny termina, de hecho, matando a su padre.
Pruebas: En una escena, Wendy y Danny ven la cinta Summer of ’42, la historia de un muchacho que está enamorado de una mujer casada y mayor. “Es una escena un tanto pesada como para que la vea un niñito con su mamá”, señaló Ascher.
Teoría No.3: El resplandor es la apología de Stanley Kubrick por haber fingido el material visual del alunizaje del Apolo.
Pruebas: Danny usa un suéter que tiene bordada una imagen del cohete Apolo XI. Además, Kubrick cambió la medular Habitación 217 de la novela por la Habitación 237. Cuando se encuentra en ciertos puntos de su órbita, la Luna se encuentra a 237,000 millas (379,000 kilómetros) de la Tierra.
De acuerdo, esta es un poco descabellada y presupone que en realidad se fingió el material sobre el alunizaje que la gente vio en 1969 y que Kubrick creó el material falso a solicitud de la NASA.
Teoría No. 4: El resplandor en realidad trata sobre los horrores de la Alemania nazi, interpretación que propone el historiador Geoffrey Cocks, profesor del Albion College.
Pruebas: Jack Torrance teclea su magna obra en una máquina de escribir Adler de fabricación alemana.
“Soy un historiador alemán, así que sé que Adler significa ‘águila’ en alemán”, dijo Cocks. “Investigué un poco sobre Kubrick y supe que sus cintas tendía a recurrir a las águilas como símbolo del poder del Estado, así que me pareció que esta máquina de escribir era importante. No eligió simplemente tener una máquina de escribir vieja”, afirma.
Cocks dijo que Kubrick era sumamente versado en la historia de la Segunda Guerra Mundial y que quería dirigir una cinta sobre el Holocausto, pero a final de cuentas decidió abordar el tema de forma indirecta a través de El resplandor. Otra de las claves sobre ese tema es la constante referencia visual al número 42, las cuales podrían constituir “un patrón de referencias al año 1942, el más letal del Holocausto”, según Cocks.
La devoción de muchos admiradores del trabajo del cineasta pone en dificultades a los encargados de realizar una posible secuela del filme para estar a la altura de la original, especialmente porque Kubrick no está disponible para dirigirla.
“No creo que veamos una producción tan reflexiva y artística como la que Kubrick habría podido hacer”, dijo. “Estaba entre los grandes cineastas, a la altura de (D.W.) Griffith, (Orson) Welles y (Charlie) Chaplin… así que no, no me siento muy optimista de que la secuela esté a la altura de El resplandor en ningún sentido”, dice Cocks.