(CNNMéxico) — Los niños que ingresaron hace cinco semanas al nuevo ciclo escolar deberán enfrentar serios dilemas ortográficos. Por ejemplo, cuando los alumnos de cuarto de primaria abran su libro de Ciencias Naturales, se preguntarán qué es lo correcto: los barrotes de la silla, ¿se “distrosionan” o se “distorsionan”?
Necesitarán la ayuda de sus profesores, quienes tendrán que corregir directamente en el aula los 117 errores ortográficos publicados en los libros de textos para los alumnos de primaria del ciclo 2013-2014 distribuidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Los errores están en textos de nueve materias: matemáticas, español, exploración de la naturaleza y la sociedad, ciencias naturales, educación artística y física, formación cívica y ética, geografía e historia, así como en el libro Conoce nuestra Constitución.
Muchos de los errores son falta de tildes (en diptongos, esdrújulas o acentos diacríticos) o fallas ortográficas; por ejemplo: ocaciona en vez de ocasiona, Beijín por Beijing o trasporte en vez de transporte. (Esta es la lista con los 117 errores).
Algunos tienen como origen la castellanización de algunas palabras precolombinas: incorrectamente se publicó Quetzalcoatl sin acento en la o, Iztacihuátl en vez de Iztaccíhuatl y cempoaxóchitl en lugar de cempasúchil.
Los términos en inglés tampoco se salvan: Kenedy en vez de Kennedy, y en francés Prrault en lugar de Perrault. En español los nombres propios también fallan: Nepomuseno y no Nepomuceno.
Los editores también se comieron algunas letras en varias palabras, como: ligüísticos (lingüísticos), vidro (vidrio), alumo (alumno) y gobieno (gobierno).
Con dedicatoria especial a los tapatíos: su ciudad se llama ahora Gadalajara y no Guadalajara, según el libro de Geografía de cuarto grado. Y los archivos iconográficos han pasado a ser archivos iconográgicos, de acuerdo con el libro de Educación Artística de quinto.