(CNNMéxico) — Un grupo de 30 inmigrantes indocumentados pretende este lunes cruzar a pie la frontera de Nuevo Laredo, Texas, aferrándose a lo que consideran un “derecho legítimo” tras una vida en Estados Unidos.
Los inmigrantes solicitaron hace días al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) una “licencia humanitaria”, que se concede en casos de emergencia para que el extranjero pueda ingresar al país temporalmente. Las tres organizaciones de EE.UU. de defensa de los derechos de los inmigrantes que apoyan al grupo instaron a los participantes a acogerse al asilo por miedo a vivir en México en el caso de un rechazo de la licencia.
El colectivo está integrado por 27 adultos y tres menores. Su origen es mexicano menos el de uno de ellos, que es peruano. Todos regresaron a México después de 2007 y la mayoría como consecuencia de una deportación.
“Como la reforma inmigratoria en Estados Unidos parece que se ha muerto, estamos recordando a la comunidad que no tienen que esperar a lo que ocurra en Washington. Debemos detener las deportaciones ahora, debemos reunir a las familias”, dijo un portavoz de la National Immigration Youth Alliance (NIYA, por sus siglas en inglés) en entrevista con CNNMéxico.
Uno de los que se encuentran en la frontera este lunes es Jonathan Zuniga, de 23 años, quien decidió regresar a México en 2008, tras graduarse de la preparatoria y exponerse a la falta de oportunidades laborales. “Este futuro ingeniero en sistemas está listo para regresar a casa. Vivió en Georgia desde que tenía nueve años, por lo que tiene una gran familia dispuesta a luchar por su regreso. Como otrosDREAMers, Jonathan no debería ser privado de vivir su vida en el país que reconoce como suyo”, según el perfil publicado en la página de la NIYA.
En el caso de Edgar Torres, de 22 años, vivió en Houston, Texas, durante 13 años, desde que tenía siete hasta que terminó la preparatoria. Fue deportado en julio de 2010. “Fui estúpido, entré en una pelea con un amigo en mi último año de preparatoria y como estábamos fuera de las instalaciones del campus, fui arrestado y deportado. Incluso el chico con el que peleé quedó impactado y pidió que me liberaran, pero nadie escucho”, según la información de la organización.
“Aquí en México, si saben que eres estadounidense (sic), estás en problemas. Algunas veces, cuando hablo la gente se da cuenta de mi acento y de que no soy de aquí. No puedo ni recordar todas las veces que he tenido un arma apuntada a mi cabeza. Ellos creen que tienes dinero, incluso la policía ha tratado de extorsionarme. Es muy peligroso estar aquí”, agrega el perfil.
Además de la NIYA, el cruce cuenta con el apoyo de Dream Activist, una red de jóvenes indocumentados, y la Alianza de Jóvenes Indocumentados de Texas (TUYA, por sus siglas en inglés). De las más de 200 solicitudes que recibieron con historias similares, seleccionaron a 30. La organización transmitirá en vivo el paso de la frontera.
Se trata de la segunda ocasión en la que inmigrantes indocumentados reclaman su derecho a “regresar a casa”, como señala la expresión que se ha replicado estos días en redes sociales con la etiqueta #Bringthemhome.
La iniciativa fue inspirada por un movimiento sin precedentes por ser abierto al público y con el argumento del “derecho legítimo”, en el que nueve jóvenes mexicanos criados en EU intentaron cruzar la frontera por Nogales, Sonora, en julio. El grupo estuvo detenido dos semanas en Arizona y los liberaron para estudiar sus peticiones de asilo humanitario.