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Por Jennifer Vineyard, especial para CNN

Nota del Editor: Este artículo contiene información sobre la trama; no lo leas si no has visto el final de ‘Breaking Bad’.

(CNN) — Con la muerte de Walter White, los aficionados de la serie Breaking Bad están de luto, celebrando, cobrando apuestas y hablando de lo que sucedió. ¿El final de la serie fue satisfactorio? ¿Se ataron todos los cabos sueltos? ¿El personaje que querías que viviera sobrevivió y quienes querías muertos tuvieron su merecido? ¿Te entró la locura de verla otra vez desde el principio?

Cuando parecía que Walt saldría de su escondite en New Hampshire para vengarse de Elliot y Gretchen Schwartz (para descartar su participación con Gray Matter Tecnologies en el episodio anterior), dio una de las primeras sorpresas. En lugar de amenazar con matarlos, les pide crear un fondo para que sus hijos se beneficien del dinero que él había acumulado ilegalmente (quizá el objetivo de toda su empresa).

Gretchen y Elliott, por supuesto, están aterrorizados por su repentina aparición en su nuevo hogar lujoso, pero si hubieran puesto atención, habrían visto como Walt hizo una de sus entradas más irónicas. Considerando su riqueza y legitimidad, en cierta forma es el resultado de sus contribuciones anteriores. Él siempre había estado ahí, en las sombras, lo admitieran o no.

Walt quiere “hacer lo correcto”, pero sabe que no puede confiar en ellos para cuidar de sus hijos solo por un apretón de manos, así que con un par de guardias de seguridad. Dos “sicarios” dan credibilidad a la amenaza de Walt: en caso de que sus hijos no reciban el dinero, “empieza una especie de cuenta regresiva” tras la cual los Schwartzserán asesinados. Es bluff, pero ellos no lo saben, así que es un ganar-ganar.

Los hijos de Walt recibirán el dinero de una manera semilegal y nadie morirá en el proceso.

Eso no quiere decir que Walt quite una o dos (o más) vidas mientras lo hace. A medida que cumple su lista, Walt tiene encuentros agendados con Todd y Lydia (a las 10 de la mañana de cada martes) y cada vez echa un extra en el café de Lydia que según ella es el sustituto de azúcar Stevia (en realidad es la esperada ricina, hecha en la cuarta temporada).

Con los close-ups a su taza, sabemos desde antes que ella empieza a tener síntomas parecidos a la gripe. No hay antídoto. Y ha sido inevitable desde hace mucho tiempo que Walt finalmente utilice con éxito la ricina en alguien; solo era cuestión de cómo y cuándo. Cuando Lydia se da cuenta de que su humidificador no es suficiente, solo tiene un día para vivir.

Pensando que Jesse se ha asociado con los neonazis, Walt prepara su último enfrentamiento, pero tiene un último desvío qué hacer, para ver a su esposa Skylar y a sus hijos.

“Necesitaba un buen adiós “, le dice después de que se seveló que evadió la protección policial y se metió en la nueva casa de Skylar. Ella rechaza su dinero y él le da un boleto de lotería con las coordenadas del lugar donde está enterrado Hank, donde solía estar su dinero.

“Si tengo que escuchar una vez más que hiciste esto por la familia…”, comienza ella, antes de que él le diga la verdad: “Lo hice por mí. Era bueno en eso. Y estaba vivo”.

Obtiene un vistazo de Holly y Flynn, pero tiene una última advertencia con la que lidiar, para que los hombres con máscaras no lleguen y amenacen a su familia durante la noche. Walt debería haber sabido que no saldría vivo de este último altercado, pero una vez que se dio cuenta de que Jesse no era un socio sino un prisionero de los neonazis, él hace su última buena acción y lo protege del tiroteo, tirándolo al suelo justo debajo de la línea de disparos.

Finalmente, todo se reduce al diálogo entre llos. Walt deja su arma, Jesse la recoge.

“Hazlo”, le dice Walt. “Esto es lo que quieres”.

“Así que tú quieres esto”, responde Jesse. “No pasará nada hasta que te escuche decirlo”.

“Yo quiero esto”, reconoce Walt .

Y luego Jesse deja caer el arma y le dice: “Entonces házlo tú mismo”.

A pesar de todo el dolor de su alianza, Walt y Jesse no se matan entre sí. No se abrazan. Salen con una sonrisa a medias, con cicatrices. Supuestamente Jesse consigue irse y tener una vida. (¿Tal vez con Brock? El niño que necesita una figura paterna).

La química es el estudio de la transformación, algo que Breaking Bad nos recordó en varias ocasiones. Mr. Chips se convierte en Cara cortada y muere de un disparo de su propia arma, mientras la policía llega a arrestarlo.

¿Walt siempre fue Heisenberg? ¿Heisenberg fue solo una creación de la necesidad? ¿Walt habría permitido a Jane morir aunque su empresa no estuviera amenazada? Walt habría envenenado a un niño sin la necesidad de acabar con un rival importante? ¿Su muerte es “justicia”?

Todos esperábamos la muerte de Walter White. Era simplemente una cuestión de si su cáncer o su actividad criminal lo conseguirían primero. El Walt que tosía todo el tiempo nos dio muchas advertencias. Este antihéroe no pasó mucho tiempo en este mundo. Fueron necesarias cinco temporadas, pero en el mundo de Walt pasaron dos años, dos largos años en los que nació un bebé, surgió un psicópata, un agente de la DEA finalmente vio la luz (aunque demasiado tarde) y un profesor de química de carácter suave encontró qué hacía falta para sentirse vivo.

Por supuesto, no todos los cabos sueltos se ligan, pero por ahora, es suficiente. Eso es, por supuesto, hasta el spinoff “Mejor llama a Saul”.

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