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Por Michael Pearson

(CNN) — A pesar de que la Casa Blanca está acostumbrada a los tiempos difíciles, estos últimos días han sido particularmente duros.

Tras salir casi ileso del enfrentamiento que provocó el cierre del gobierno que encabezaron los republicanos, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se encuentra bajo asedio en tres frentes: los problemas que rodean a Obamacare, las revelaciones sobre el espionaje de Estados Unidos contra sus aliados y el ataque que sufrió en 2012 el complejo diplomático de Bengasi, Libia, asunto por el que un senador amenazó con detener todas los nombramientos del gobierno.

Seguramente las controversias alimentarán los persistentes ataques de los republicanos contra Obama y sus aliados demócratas conforme el país se prepara para las elecciones intermedias del año próximo; la Casa Blanca catalogó esos ataques como palabrería partidista.

Para David Gergen, analista político de CNN, reflejan la inexperiencia relativa de la Casa Blanca de Obama. “Este gobierno ha sido muy, muy bueno con su política, pero desde el primer día no ha sido bueno para la ejecución de las políticas”, dijo el lunes.

‘Obamacare’

Pasó otra semana y con ella otra audiencia en el Congreso sobre la puesta en marcha del accidentado programa de seguros de gastos médicos de Obama. Esta vez, Marilyn Tavenner, líder de los Centros para Servicios de Medicare y Medicaid —que se encarga del sitio deObamacare— fue la primera funcionaria del gobierno que ofreció disculpas formalmente a los estadounidenses por el inicio lleno de fallas.

Ofreció disculpas el martes en su comparecencia ante la Comisión de Medios y Arbitrios de la Asamblea de Representantes. Una fuente del sector de los seguros dijo el lunes a CNN que la gran mayoría de los estadounidenses que contrataron un seguro en el mercado individual encontrarán cambios e incluso cancelaciones a sus pólizas, de acuerdo con las directrices deObamacare.

“El problema mayor es la forma en la queObamacare está afectando a la gente”, dijo el martes el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell. “Los egresados de las universidades y las familias de la clase media se están viendo afectados con los incrementos en las primas que no pueden costear”.

El espionaje de la NSA

Tras varios meses de filtraciones aparentemente interminables sobre los programas de vigilancia de Estados Unidos, la presión sobre el gobierno creció en los últimos días a causa de las revelaciones que se publicaron en la revista alemana Der Spiegel. El semanario publicó que EU recopilaba las comunicaciones de los líderes aliados, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel.

Los líderes alemanes respondieron con furia a la noticia; Merkel exigió que se suspendiera la práctica y proclamó que la confianza que su país tenía en Estados Unidos se vio “perturbada”. Las críticas más feroces —tanto de la derecha como de la izquierda— se dirigieron contra el gobierno y las alusiones a que Obama supo de la práctica apenas hace poco.

El legislador Peter King, presidente republicano del Subcomité de Contraterrorismo e Inteligencia, se mostró incrédulo de que el presidente no supiera lo que estaba pasando. “Ciertamente debió haber sabido, si es que no sabía”, dijo el expresidente del Comité de Seguridad Nacional de la Asamblea de Representantes a Wolf Blitzer en el programa The Situation Room de CNN.

La senadora demócrata por California, Diane Feinstein, dijo que no saber sobre el programa era un “gran problema” tanto para Obama como para el Comité de Inteligencia del Senado que ella preside. “En lo que a mí concierne, el Congreso tiene que saber exactamente qué está haciendo nuestra comunidad de inteligencia”, señaló en su comunicado. “Para ello, el comité emprenderá una investigación exhaustiva de todos los programas de recopilación de información de inteligencia”.

Bengasi

Las persistentes críticas que los republicanos han hecho al gobierno por el manejo del ataque contra el complejo diplomático de Estados Unidos en Bengasi —en el que murieron el embajador de Estados Unidos en Libia y otros dos estadounidenses— resurgió esta semana cuando el senador republicano por Carolina del Norte, Lindsey Graham, amenazó con retrasar las candidaturas gubernamentales a causa del tema.

Se espera que el Senado revise pronto las candidaturas que Obama propuso para varios cargos judiciales de alto perfil, entre otras nominaciones. El reglamento del Senado permite que un solo senador retrase temporalmente las nominaciones presidenciales y Graham dice que no dejará de hacerlo hasta que el gobierno permita que los sobrevivientes del ataque comparezcan ante el Congreso para rendir testimonio.

“Voy a obstruir cada una de las nominaciones en el Senado de Estados Unidos hasta que los sobrevivientes estén disponibles para el Congreso”, dijo. “Necesitamos llegar al fondo de esto”, insistió.

La Casa Blanca señaló el lunes que Graham y otros republicanos están usando el asunto de Bengasi con fines políticos, “y eso nos parece desafortunado”.

Ted Barrett, Catherine E. Shoichet, Jake Tapper, Jim Sciutto, Elise Labott, Brooke Baldwin y Jim Acosta colaboraron con este reportaje.