Por Ralph Ellis
(CNN) — Para David Richards, la temporada de fin de año es de alegría, buen humor y… de batir un récord Mundial Guinness.
El abogado y su familia colgaron más de medio millón de luces navideñas en su casa de la capital australiana, Canberra, para reclamar el título de la residencia con más luces. Por si te lo preguntas, tiene unos 50 kilómetros de longitud esta serie.
Richards ha sido el campeón anteriormente. Estableció el récord mundial en 2011 con 331.038 luces, pero decidió no hacerlo de nuevo porque montarlas tomó meses de esfuerzo.
En 2012, la familia Gay, en Lagrangeville, New York , le arrebató el título con un despliegue de 346.283 luces.
Richards aceptó el reto. No solo quería recuperar su marca, sino “aplastar” para mantenerse en la cima por mucho tiempo.
Esta vez, el número fue de 502.165 luces.
La organización Guinness no contó cada bombilla. El registro fue autenticado con recibos de venta y contando bombillas LED espaciadas entre el medio millón de luces, dijo Richards.
La familia reúne donaciones de las miles de personas que acuden al barrio para ver las luces. Hace dos años, lograron aportar unos 78,000 dólares para ayudar en la lucha contra el SMSL (síndrome de muerte súbita del lactante) y la organización Kids ACT.
Ese dinero ayudó a contratar a dos nuevos consejeros para las familias que han perdido un niño por SMSL. Richards espera ganar 100.000 dólares este año.
“Esa es nuestra motivación”, dijo.
Richards y su esposa, Janean, perdieron un niño por SMSL hace una década, y ahora tienen tres hijos entre seis y 13 años.
Los Richards comenzaron el proyecto en octubre y trabajaron durante horas antes y después del trabajo, además de los fines de semana.
“Coloqué la última luz anoche, justo antes de que Guinness llegara”, dijo este lunes.
“EL MAYOR NÚMERO DE LUCES DE NAVIDAD EN UNA CASA, más de medio millón”, decía el tiular en la página web de Guinness después de verificada la hazaña.
La casa de Richards es la antigua embajada de Japón y cuenta con una amplia calzada en el frente, dijo. Construyeron un dosel de árboles sobre el camino y la cubrieron de luces.
“Es como caminar a través de un túnel de luces con música sincronizada”, dijo.
Se espera que la factura mensual de electricidad de la familia llegue a los 2.500 dólares con la compañía de electricidad local que utiliza energías renovables.
Los Richards no dijeron cuánto han gastado en las luces, solo que es menos que lo que obtienen para la caridad.
“Incluso mi esposa no lo sabe”, dijo, “y si le preguntas a ella va a decir que no quiere saber”.