Por Brandon Griggs
(CNN) — Si alguna vez has viajado en avión en un día despejado, probablemente has admirado los frondosos campos o las franjas irregulares de costa que ves hacia abajo por la ventana.
Ahora imagina ver esas escenas desde varios cientos de kilómetros más arriba; una perspectiva que transforma paisajes reconocibles en algo que se asemeja más al arte abstracto.
Esa es la idea detrás de “Earth from Space” (La Tierra desde el espacio), un nuevo libro de fotografías que enfatiza la belleza y delicadeza de nuestro planeta. El libro de gran formato contiene más de 150 fotografías de alta resolución, tomadas desde satélites. Estas imágenes registran todo, desde los retazos de las planicies de Kansas, la disminución de las precipitaciones de nieve del Monte Kilimanjaro en África, hasta la brillante expansión de Shanghái, China, por la noche.
“Si lo ves desde el cielo o desde el espacio, sin importar la diferencia en la escala, nuestro planeta despierta la misma sensación de asombro al ofrecernos formas geométricas inesperadas, magníficas estructuras y sensacionales colores, incluso si los colores en las imágenes tomadas desde satélites son artificiales”, escribe el autor Yann Arthus-Bertrand en el prefacio del libro.
A diferencia de las imágenes con colores reales que utilizan luz visible, algunas de las fotografías tomadas por satélites incorporan luz infrarroja y muestran colores inesperados. De esta forma, se realza determinadas características de la Tierra, como los incendios.
Las fotografías del libro fueron reunidas por Astrium, una compañía francesa que se especializa en servicios de satélite y otro tipo de tecnología espacial.
Lentes y sensores recién sofisticados le han permitido a los fotógrafos capturar la Tierra desde el espacio de una manera notablemente detallada, hasta las hileras de cabañas en Puerto Príncipe, Haití, las cuales fueron destruidas en el terremoto de 2010.
Las imágenes desde el espacio también contribuyen a que los científicos se den cuenta de los cambios graduales del ambiente, ocasionados por cambios climáticos o por los humanos, tales como la deforestación o la desaparición de las capas de hielo de los polos.
Gracias a Google Earth hemos podido apreciar escenas de nuestro planeta como vistas desde una nave espacial. Sin embargo, las fotografías a gran escala del libro, con sus coloridos remolinos y misteriosos patrones, cumplen la función de obras de arte y documentos.
Arthus-Bertrand espera que las imágenes en “Earth From Space” cumplan con otro propósito también: inspirar a los lectores a aprender más acerca de los delicados ecosistemas de la Tierra y cómo protegerlos.
“Lo que los satélites no nos pueden dar es el significado de lo que observan”, escribe. “Sólo nuestra especie puede interpretar las imágenes y discernir la fascinante belleza de nuestro mundo, al igual que su increíble fragilidad”.