Roxanne Jones dice que para evitar cualquier duda, los jóvenes deben enviar mensajes de texto con su consentimiento antes de los encuentros sexuales.

Por Roxanne Jones

Nota del editor: Roxanne Jones es editora fundadora de ESPN The Magazine y una ex-vicepresidenta de ESPN. Es una conferenciante nacional en temas de deportes, entretenimiento y de mujeres y la ganadora del premio Mujer del Año 2010 de Mujeres en Deportes y Eventos. Es la coautora de “Say It Loud: An Illustrated History of the Black Athlete” (Dilo Alto: Una historia ilustrada del Atleta Negro) de Random House y Directora General de Push Media Strategies.

(CNN) – “Ten cuidado con las chicas estúpidas”, le digo a mi hijo. “Son problemáticas”.

Ya sabes qué tipo, las chicas fiesteras, las que buscan llamar la atención. Las chicas que harían cualquier cosa para que un chico se fije en ellas, como la estrella del pop Pink repite en uno de sus mejores éxitos: “Si actúo así, agitando mi cabello rubio, ajustándome el sujetador así… ese chico me llamará”.

El problema es que todos los chicos universitarios son inteligentes, o si no, no estarían allí para empezar, como a mi hijo, alumno de honor, le gusta recordarme. Ciertamente, es una conversación difícil de llevar, pero no me rindo. Hay mucho en juego. Parece que casi cada semana escuchamos historias sobre encuentros sexuales en fiestas donde todo el mundo está bebiendo, y una chica dice que ha sido violada y el chico insiste en que el encuentro fue consentido.

No te equivoques, ninguna mujer, no importa cuánto vaya de fiesta, está pidiendo ser violada. Pero muy a menudo cuando hay consumo en exceso de alcohol de por medio, el significado de consensual puede ser malinterpretado por ambas partes. Según el National Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAA, por sus siglas en inglés, Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y Alcoholismo), cada año alrededor de 97.000 estudiantes de entre 18 y 24 años son víctimas de asaltos sexuales o violaciones por conocidos relacionados con el alcohol. Y estos son únicamente los casos que son denunciados.

De modo que es comprensible que los padres se preocupen por cuál es la mejor forma de preparar a sus hijos e hijas para la universidad. Gastamos mucha energía informándonos acerca de los aspectos financieros y económicos. Dedicamos años en pensar qué universidades son las más apropiadas para nuestros hijos. Una vez aceptados, nos aseguramos de que nuestros hijos vayan a la universidad con cualquier objeto sobrevalorado e innecesario de la lista “qué llevar a la universidad”. Y justo antes de soltarlos en el campus, nos aseguramos de tener “La charla” sobre centrarse en las notas y no verse envuelto en un ambiente fiestero.

En mi caso, llené la bolsa de hijo con alrededor de 300 condones y le dije que tuviera cuidado con las chicas fiesteras, pero que se divirtiera; que conociera gente nueva pero que mantuviera su atención en los estudios.

Pero sé, por mis propios años de diversión en Penn State, que la vida del campus puede ser confusa incluso para los mejores chicos. Así que le enseñé a hacer su colada, la compra y a cocinar, para que simplemente no tuviera que depender de nadie más para hacer esas cosas. Sin embargo, últimamente me preocupa no haberle dado un consejo importante que debe ser obligatorio hoy en día.

Nunca tengas sexo con una chica a menos que te envíe un mensaje de texto que demuestre que la relación sexual es consentida de antemano. Y es incluso una buena idea concluir cualquier encuentro sexual con un agradable mensaje diciendo cuánto han disfrutado estando el uno con el otro, incluso si no tienen planeado volver a verse.

Es una locura, lo sé, pero últimamente he alentado a mi hijo y a sus amigos a hacer “sexting” -sin las fotos indecentes- para protegerse de ser acusados erróneamente de violación. Porque, de la misma forma que los mensajes de texto y las publicaciones en Facebook condenatorios ayudaron a encarcelar a los alumnos de secundaria de Steubenville por violación, también se puede utilizar la tecnología para comprobar la inocencia de alguien.

Una conversación constante entre los atletas profesionales es cómo protegerse de falsas acusaciones de violación. He cubierto muchos casos de violación durante mi carrera, entre ellos el de Kobe Bryant, el del equipo de lacrosse de Duke y muchos otros que no han llegado a los titulares. Los agentes deportivos y los atletas lo han intentado todo, desde grabar sus encuentros sexuales de forma abierta o secreta, que en algunos estados es ilegal, a pedir a las mujeres con quienes tendrán sexo a firmar un formulario previo de consentimiento. Y, aunque el público se mofe de las historias de los atletas que frecuentan los clubes nudistas o solicitan prostitutas, muchos atletas dicen que lo hacen para evitar cargos injustificados por asalto sexual.

Una investigación del NIAA muestra que más del 80% de los estudiantes universitarios bebe alcohol y casi la mitad informa excesos alcohólicos -cinco bebidas para los hombres, cuatro para las mujeres, durante más de dos horas- en las últimas dos semanas. Y beber en exceso puede llevar a muchos de nosotros, sin importar la edad, a tomar malas decisiones.

Afrontémoslo, la revolución sexual es real -pero como todavía seguimos sin hablar francamente de sexo y la evolución sexual con nuestros hijos e hijas, toda esta libertad ha llevado a la confusión sobre las reglas cambiantes sobre el compromiso cuando se trata de sexo. Pero hay algo que permanece constante: cuando una chica le dice a un chico que no, él siempre debe creerlo y detenerse.

Los padres deben intervenir. Yo hago mi parte, educo a mi hijo para que respete a las mujeres y a sí mismo hablándole sobre cómo navegar en la libertad que viene con la vida universitaria.

Pero debemos de trabajar más en educar a nuestras hijas que las mujeres también tienen la misma responsabilidad personal de respetar sus cuerpos. Y la verdadera igualdad significa que también somos responsables de nuestros actos. Estar de fiesta y beber hasta que pierdes el control de tu cuerpo o de tu mente te prepara al instante para convertirte en víctima de una violación o de daño corporal -o incluso de morir.

Nadie quiere ser una chica estúpida. Es hora que las chicas se pongan listas. Y es hora que los chicos comprendan, cuando una chica está borracha, esto no significa que se abrió la temporada de cacería con ella. De hecho, es exactamente lo contrario; si está tan borracha que no puede mantenerse de pie, mantente alejado, muy alejado.