(CNN) – Hay muchas formas de celebrar una cosecha exitosa. En Estados Unidos, por supuesto, las personas conmemoran la prodigalidad de la temporada dando las gracias con una sobredosis de pavo y encendiendo el televisor para ver un desfile sin fin de personajes de caricaturas que flotan por las calles de Nueva York.

Pero el Día de Acción de Gracias de hoy no es el único festival de la cosecha en el calendario cultural. Sin importar la época del año, o el lugar, una buena cosecha de vegetales a menudo hace que las personas canten, bailen, hagan carreras de vacas -incluso desfilen con falos gigantescos. Para contagiarnos con ese espíritu, hemos recogido algunos de los festivales de cosecha más vibrantes del mundo.

Honen Matsuri, Japón  

Para algunos, una procesión dirigida por un pene de madera de 600 libras podría ser una forma extraña para dar la bienvenida a la primavera, pero en el pequeño pueblo de Komaki es natural. Honen Matsuri, o festival de la fertilidad, se realiza cada año el 15 de marzo; y aunque la plétora de falos en exposición ha hecho de este evento algo popular entre los turistas que ríen disimuladamente, éste es en realidad un ritual sintoísta que pretende garantizar una cosecha abundante en los próximos meses.

El falo principal ha sido tallado de un único cedro durante el invierno y llevado al santuario Tagata local para su purificación. Durante el festival, lo traslada una tropa de sacerdotes sintoístas. Antes del evento principal, los tenderetes sirven interminables tazas de sake a las multitudes, y los vendedores ofrecen caramelos con forma de penes. La celebración termina con los sacerdotes lanzando puñados de mochi, o tortas de arroz, a todos los que se encuentran reunidos en el patio del santuario; ésta es una práctica que se realiza para atraer la buena suerte durante el siguiente año.

Festival de la cosecha perlada de los campesinos, Inglaterra  

Durante 125 años, el festival de la cosecha perlada en Londres ha tenido una tropa de brillantes mascotas. Los Reyes y Reinas Perlados, considerados la “segunda familia real” británica, son conocidos por sus trajes oscuros blasonados con cientos de botones de madreperla, una tradición que comenzó con Henry Croft, un huérfano que se convirtió barrendero de la calle. Se le ocurrió por primera vez esta idea cuando vio a los vendedores ambulantes, o vendedores callejeros, que solían forrar las costuras de sus pantalones con botones de nácar que encontraban en las calles. Lo llevó más allá y cubrió todo su traje, sombrero de copa y todo. Naturalmente, no pasó mucho tiempo antes de que se convirtiera en una popular parte integrante de Londres; él usó su fama para recaudar dinero para varias caridades.

Cada municipio en Londres tiene su Rey y su Reina Perlados y, en conjunto, el grupo trabaja principalmente como una organización caritativa. De acuerdo a Doreen Golding, la Reina Perlada de Old Kent Road y Bow Bells, la caridad y la cosecha van de la mano.

“No importa cuál sea tu fe. Al finalizar el año, cuando se ha recogido toda la cosecha y se ha entregado a las personas de la comunidad, es normal que ellos se la entreguen completa a las personas sin hogar que no tienen comida”, dice. Como Croft, los “Perlados” utilizan su fama para recaudar fondos.

Crop Over, Barbados  

En 1780, Barbados era uno de los mayores productores de azúcar en el mundo. Hoy en día, ese honor pertenece a Brasil, pero el país caribeño aún celebra la cosecha del azúcar con un festival que dura todo un mes, en julio, conocido como Crop Over.

Pic-O-De-Crop, un tipo de “American Idol” con música Calipso, es uno de los eventos más populares del festival, en donde se juzga a los finalistas por la letra de sus canciones, el contenido, la melodía y la dicción. Como el Carnaval en Brasil, los trajes ayudan a hacer el evento (eso, y abundantes cantidades de ron), y se entregan premios a las bebidas más extravagantes al final del festival.

Bendición del mar, Grecia y Chipre  

En las comunidades griegas ortodoxas, el preludio a la cosecha coincide con una fecha principal del calendario religioso, la Epifanía (6 de enero). Para celebrar el bautismo de Cristo, y para obtener el favor durante la temporada por venir, el obispo local dirige una procesión al cuerpo de agua más cercano, en donde lanza un crucifijo al mar. Los voluntarios (en su mayoría hombres jóvenes), saltan detrás y compiten por ser el primero en recogerlo. El que rescata la cruz del mar supuestamente tendrá buena suerte en el año venidero. Luego que se bendicen las aguas, algunas personas lavan sus productos en el puerto con la esperanza de tener una cosecha de otoño abundante.

Cosecha del arroz, Indonesia  

En el oeste de Sumatra, los granjeros minangkabau han encontrado un medio especialmente temerario para celebrar el final de la temporada del arroz, hacen surf en vacas. Sobre una tabla de madera, los granjeros vueltos jinetes, cogen las colas de dos toros enjaezados y van a toda velocidad a través del barro, como parte del deporte centenario Pacu Jawi. La tradición se realiza para mostrar la fuerza de los toros, muchos de los cuales son vendidos más adelante en una subasta.