Por Adam Dunnakey, de CNN, y Matthew Ponsford, para CNN
(CNN) – Imagina esta escena: un iPad sobre una mesa con la conocida imagen en 2D de una videollamada en la pantalla.
La pantalla plana muestra la parte superior del cuerpo del interlocutor. Pero debajo, sus manos y brazos salen de la pantalla y aparecen en el mundo físico sobre un tablero, levantando levemente una pequeña bola roja en la mesa y pasándola de una mano —digitalmente recreada— a otra.
En verdad puede ocurrir.
Es realidad gracias a Pantalla Dinámica inFORM: un tablero cubierto con pequeños cuadrados blancos que se levantan como torres para convertir el contenido digital en objetos físicos. Usado junto con un sensor 3D, como el Kinect de Microsoft, puede capturar la apariencia física de una persona (en cualquier parte del mundo) y reproducirla en bloques de “pixeles” formados con las pequeñas torres.
“En esencia, es muy similar al tipo de juguetes de pantalla de agujas (conocidos como pinscreens) que uno encuentra en las tiendas de los museos, explica Daniel Leithinger, de MIT, miembro del Tangible Media Group, la compañía detrás de la inFORM.
Similar —sí— sino que mucho más asombroso.
Para agregar color a las formas de bloques, un proyector en el techo emite luz, dándoles tonalidades psicodélicas a las torres.
También tiene un propósito más profundo: comunicar un nuevo nivel de información del remitente al receptor. “Cuando mueves tus manos, no sólo obtienes la forma de las manos, sino que ves el color, la textura de las manos”, dice Leithinger.
Leithinger mostró un par de trucos de mesa para fiestas: esculpir un coche a escala con los bloques, colorearlo, y discutirlo en la videollamada, lo que les permite a él y a su colega tocar el auto, sin importar de la distancia física.
La pantalla sirve además como un controlador activo, lo que le permite al usuario interactuar con menús en 3D construidos sobre la mesa al mover la pequeña bola roja.
“No es 3D real, porque sólo podemos mover hacia arriba y abajo cada uno de estos bloques”, dice Leithinger. “No podemos empujarlos a los lados o tener cualquier otro tipo de control sobre ellos en este momento. Llamamos a esto un 2.5D”.
De todas maneras, las increíbles capacidades de la inFORM parecen haberles dado grandes ideas a los usuarios. “Muchos de los comentarios que recibimos son como: “Oh, es como un superpoder”, dice, riéndose.
Los usuarios dicen que uno se siente como Magneto, de X-Men: de repente se tiene el poder de manipular el mundo desde la distancia sólo con el movimiento de una mano.
Las ambiciones de Leithinger son un poco más aterrizadas.
“En el futuro, esperamos llegar a desarrollar un teléfono portátil y que puedas interactuar con cosas en el teléfono… que las puedas tocar”.
Aún está por verse si los usuarios recibirán con emoción un smartphone que puede darles un pinchazo. Leithinger, entretanto, es optimista.