Por Anna Coren
BANGKOK, Tailandia (CNN) — Cientos de manifestantes irrumpieron las instalaciones del ejército en Bangkok el viernes para demandar ayuda para derrocar al gobierno, informó un vocero militar del país asiático.
Los manifestantes brincaron sobre la puerta principal del edificio.
La primera ministra, Yingluck Shinawatra, sobrevivió a una votación no confidencial en el Parlamento este jueves, pero multitudes de manifestantes están buscando su derrocamiento.
“El gobierno está listo para abrir un espacio para el diálogo”, dijo Shinawatra en un breve comunicado televisado después de la votación del jueves. La funcionaria añadió que las autoridades están dispuestas “a escuchar todas las voces de la gente, incluyendo a aquellos que están ocupando las oficinas gubernamentales”.
Pero un vocero del Partido Pheu Thai de Yingluck dijo que la funcionaria ha dicho que no renunciará ni disolverá el parlamento.
“Ella se quedará en el poder”, dijo Prompong Nopparit.
Los manifestantes han pedido que llegue a su fin el gobierno dirigido por Yingluck, cuyo hermano, Thaksin Shinawatra, es un magnate de telecomunicaciones y ex primer ministro, que fue derrocado en un golpe de estado de 2006.
Los críticos de Yingluck la acusan de ser títere de Thaksin, un mote que la mujer ha negado.
Thaksin fue una figura controversial y fue removido del poder por el ejército en 2006, mientras se encontraba en Nueva York. A excepción de un breve regreso en 2008, el magnate ha vivido en el exilio desde entonces. Las cortes de Tailandia lo han condenado por corrupción y lo ha sentenciado en ausencia a dos años en prisión.
Las cortes también han congelado billones de dólares de sus bienes, pero se cree que todavía tiene una gran cantidad de dinero escondido en alguna parte.
En días recientes, miles de manifestantes han incrementado la presión en el gobierno dirigido por la hermana de Thaksin, rodeando los edificios gubernamentales. El lunes, manifestantes en Bangkok irrumpieron el edificio del ministerio de finanzas y lo convirtieron en un centro de comando.
La actual jornada de protestas empezó como una respuesta de un decreto de amnistía respaldado por el gobierno que pudo haber extendido el perdón a Thaksin Shinawatra y abrir la puerta para su regreso a Tailandia.
El senado de Tailandia rechazó el decreto el 11 de noviembre pasado, pero los manifestantes de la oposición han pedido desde entonces que el gobierno de Yingluck sea reemplazado.
En diferentes momentos durante los últimos días, los manifestantes han rodeado el ministerio de relaciones exteriores, el ministerio de agricultura y el ministerio del interior.
Yingluck ha dicho que las autoridades no “usarán en absoluto la violencia” para dispersar a los manifestantes. Pero la situación es delicada después de que la policía de Tailandia emitió una orden de arresto contra el líder de las protestas Suthep Thaugsuban.
Este jueves, los manifestantes tumbaron cables de electricidad y los llevaron a las Oficinas Centrales de la Policía Nacional.
Si bien las protestas han sido pacíficas, evocan los recuerdos de los enfrentamientos de 2010 en Bagkok entre las fuerzas de seguridad y los simpatizantes de Thaksin, quienes pedían su regreso. Unas 90 personas, muchas de ellas civiles, fueron asesinadas.