Por Ann Hoevel, CNN
(CNN) – La primera vez que la familia de Meredith Tollison trató de tomarse una fotografía navideña en grupo, el esfuerzo terminó en sangre, sudor y lágrimas.
Vestidos con pantalones de lona y camisas blancas, los Tollison se sentaron frente a su casa en Tupelo, Mississippi, y quisieron incluir a sus dos gatos y dos perros en la fotografía de la familia feliz.
“A nuestros gatos no les gustó estar afuera, especialmente al lado de los perros, y teníamos a un niño de 5 o 6 años que aborreció cada segundo del proceso”, dijo Tollison.
El resultado de la sesión fotográfica fue que uno de los gatos le arañó la cabeza al esposo de Tollison; el estrés llevó a su hijastro a perder los nervios y Tollison tuvo que hacer un gran esfuerzo por controlar a los animales.
La foto resultó ser “muy decepcionante”, indicó.
Sin embargo, sí inspiró a los Tollison a tomar medidas para futuras fotografías. “Decidimos hacer fotos separadas de cada uno y unirlas en PhotoShop, para ser una gran familia feliz”, dijo Meredith.
Al año siguiente, la familia tomó una serie de fotografías en la apacible comodidad de su casa, donde los animales podían holgazanear por ahí y ser fotografiados en espacios conocidos. Así surgió la tarjeta navideña de la computadora de la familia.
“Terminamos con cuatro animales más uno que habíamos agregado, y nosotros tres, ubicados como en los cuadritos de ‘Brady Bunch’”, dijo, “todos miraban hacia una dirección distinta, como sucedía al inicio de La Tribu de los Brady”.
Éste fue el comienzo de una tradición en la que sus conocidos ruegan ser incluidos en la tarjeta navideña de los Tollison.
Muchas personas se abstienen de enviar tarjetas navideñas ya hechas, porque prefieren dar un saludo más personalizado con motivo de las fiestas de fin de año. Si bien los padres saben que lograr que los niños se queden quietos para lograr tomar una buena fotografía es un reto, para los dueños de mascotas, tomar la fotografía perfecta puede ser un reto aún mayor. Sin embargo, esto se convierte en una oportunidad para que los dueños de las mascotas sean creativos, y capturen la personalidad de sus animales.
“Todos mis amigos son padres, así que simplemente envían fotografías de sus hijos”, dijo Jeff Hielsberg, dueño de una mascota. “Nosotros no tenemos hijos, así que nuestro perro es nuestro hijo. Durante los últimos 10 años, él siempre ha protagonizado nuestra tarjeta, en lugar de nosotros”.
Hielsberg describe al perro de la familia, Dooz, como un paciente modelo en la realización de la tarjeta navideña, quien sabe que tan sólo es un niño. Tranquilo y analítico, es el tipo de perro que pide salir a pasear desesperado y luego le roba el sitio en el sofá a Hielsberg cuando se levanta a por la correa.
La rutina de la realización de su tarjeta navideña consiste en que la esposa de Hielsberg, Kim, viste a Dooz con accesorios navideños, como cuernos de reno, o con un traje de Santa Claus. Luego, le dejan sólo mientras Jeff se agacha hasta quedar a la altura del perro. Ajusta su cámara SLR en modo deporte, y Jeff toma tantas fotos como pueda en uno o dos segundos.
Hielsberg luego imprime las fotografías él mismo. Trata de hacer que la personalidad de Dooz salga a relucir en la fotografía ganadora.
“No podemos enviar el 90% de las imágenes porque sólo en sus ojos puedes ver que está pidiendo ayuda a gritos”, dijo.
“He visto a otras personas tratar de tomar fotografías de sus mascotas y me da risa”, dijo Rupa Kapoor, fotógrafa profesional quien se especializa en fotos de mascotas de alta calidad. Kapoor dijo que muchos de sus clientes en Puparazzi Portraits se animan bastante cuando tratan de provocar cierta expresión de sus mascotas mientras están en el estudio.
El enfoque de Kapoor es bajar mucho su energía cuando está detrás de la cámara. “En realidad, no les hablo mucho a los perros”, dijo. Mientras menos habla, mejor salen las fotografías, asegura.
Incluso se asegura de deletrear la palabra P-R-E-M-I-O cuando está fotografiando a un perro, para asegurarse que no rompe el ambiente con una palabra positiva que muchos perros reconocen.
Vale la pena hacer tantas locuras en el proceso de obtener una tarjeta navideña personalizada y centrada en la mascota, dice Jacob Stickann, el orgulloso dueño de dos gatos y un nuevo perro.
“El primer año que hice una tarjeta fue algo bastante impulsivo, así que yo mismo tomé la fotografía”, dijo. Colocó su cámara en el trípode y la ajustó para que se tomara automáticamente; así, trató de tomarse una foto con los gatos a su lado. De manera ingeniosa, colocó galletas en el suelo para que los gatos estuvieran en una buena posición, pero la estrategia no funcionó.
“Los gatos se comían las galletas muy rápido y luego se alejaban antes de que pudiera sujetarlos, o se escurrían de mis brazos y se salían de la posición antes de que la foto fuera tomada”, dijo.
El resultado final fue una fotografía en la que uno de sus gatos aparecía golpeando una guirnalda plateada detrás de él, y el otro escapándose de sus brazos.
La foto de grupo no fue perfecta, pero las familias nunca lo son.