(CNN) – El miércoles, el Papa Francisco instó a las personas a orar por las doce monjas secuestradas de un monasterio ortodoxo griego en Siria.

“Oremos por estas hermanas, y por todos aquellos que han sido secuestrados a causa del conflicto que está en desarrollo. Sigamos orando y trabajando por la paz”, dijo el Papa. Finalizó su solicitud diciendo que todos deben confiar en la Virgen María, llamándola una “Reina de la Paz”.

La agencia siria SANA informó de que “terroristas armados” se llevaron a las monjas, lo que implica que los rebeldes que luchan por derrocar al presidente Bashar al-Assad están detrás del ataque.

El jefe de un grupo de oposición con sede en Londres, dijo a CNN que había confirmado que combatientes del frente Al-Nusra se llevaron a las monjas, pero Rami Abdurrahman indicó que los combatientes lo hicieron para protegerlos de lo que el grupo cree sería un ataque inminente por parte de las fuerzas del gobierno sirio.

Abdurrahman lidera el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

El Departamento de Estado de EE.UU. ha designado al Frente al-Nusra como una organización terrorista vinculada a Al Qaeda.

CNN no pudo confirmar la versión de Abdurrahman respecto a lo ocurrido con las monjas.

El Observatorio quiere que la Cruz Roja intervenga en la liberación de las monjas, le dijo a CNN.

El secuestro de las monjas es sólo el último incidente ocasionado por la guerra civil en Siria, la cual se ha prolongado desde marzo de 2011. Las Naciones Unidas dice que más de 100.000 sirios han sido asesinados y 9 millones de personas han sido desplazadas.

El Monasterio de Santa Tecla se encuentra en el pueblo predominantemente cristiano de Maalula, a unos 40 kilómetros al oeste de Damasco. Informes dicen que los rebeldes estuvieron detrás del secuestro del sábado.

El incidente en el monasterio recalca el temor que algunos sienten respecto a que los cristianos son el blanco en un conflicto que ya es complejo, y que ha involucrado a numerosos jugadores.

Mientras tanto, al menos 17 personas murieron y otras 30 resultaron heridas el miércoles en ataques con morteros o cohetes en la ciudad siria de Alepo, ubicada al norte, uno de los campos de batalla que más ha sido refutado durante la guerra civil, según indicó un medio de comunicación dirigido por el gobierno y un grupo de oposición.

Activistas de la oposición que luchan contra el gobierno de Siria dicen que 17 personas murieron, pero el gobierno dice que fueron 18 los que perdieron la vida.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que el ataque en Aleppo golpeó al menos a un barrio conocido por su apoyo a al-Assad. Los detalles respecto a quién lanzó el ataque no se pudieron obtener de inmediato.

El miércoles, por lo menos siete de los heridos se encontraban en condiciones críticas, indicó el grupo de la oposición. Entre los que murieron se encontraban nueve civiles y cinco miembros de las fuerzas del gobierno, según el grupo.

La ciudad y la provincia de Aleppo han sido, durante varios meses, un campo de batalla entre fuerzas del gobierno y combatientes de la oposición de diferentes grupos, entre ellos el Estado Islámico en Irak y el Levante, vinculado a al Qaeda, y el más moderado Ejército Libre Sirio.

Siria planea enviar una delegación a Suiza a principios del próximo año a participar en las negociaciones de paz, pero no está claro cuántos grupos de la oposición asistirán. La ONU anunció que la conferencia Ginebra II que pretende terminar con la guerra civil Siria inicia el 22 de enero.

La conferencia Ginebra II viene como continuación a Ginebra I, una reunión llevada a cabo en junio de 2012 en la que las partes internacionales establecieron un plan para la paz en Siria que llama al establecimiento de un gobierno de transición. Dejó abierta la pregunta de si al-Assad debe dejar el cargo.

En mayo, Estados Unidos y Rusia anunciaron que tratarían de llevar a las partes que se enfrentan a una segunda conferencia en Ginebra para implementar el plan. Sin embargo, una segunda conferencia de Ginebra ha sido pospuesta varias veces.

Mientras tanto, inspectores internacionales están tratando de asegurar que el régimen sirio elimine su arsenal de armas químicas para mediados de 2014. Siria accedió a hacerlo bajo la presión internacional que se dio anteriormente este año, respecto a las denuncias de que el gobierno sirio utilizó gas sarín en un ataque en una zona en las afueras de Damasco, ocurrido el 21 de agosto. Oficiales de EE.UU. afirmaron que por lo menos 1.400 personas murieron en dicho ataque. Siria negó haber sido responsable del hecho, culpando en cambio a las fuerzas rebeldes.