Por Andrés López, CNN en Español
Nota del editor: Andrés López, corresponsal de CNN en Español en Ecuador, entrevistó a Elián González en el marco del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Quito.
(CNN Español) – En 1999 no hubo un niño más famoso que Elián González. Tenía solo cinco años y su historia suficientes argumentos para una obra de teatro de tres actos:
Primer acto: La huída
Había escapado de Cuba acompañado de su madre con el propósito de llegar a Miami. Utilizaron una balsa de precarias condiciones. La madre murió en el intento pero Elián, contra todo pronóstico, sobrevivió.
Segundo acto: El conflicto:
En Miami, sus familiares quisieron quedarse con él pero el padre, desde Cuba, lo reclamó y exigió que lo devolvieran. Los ciudadanos cubanos-norteamericanos y los habitantes de la isla salieron masivamente a las calles a protestar. La situación era cada vez más tensa.
Tercer acto: El Desenlace
La justicia estadounidense determinó que Elián debía regresar con el padre y, sin embargo, fue necesario un aparatoso operativo policial para recuperar y entregar al pequeño.
Esta historia ocurrió hace 15 años. Hoy Elián tiene 20 y por primera vez salió de Cuba para participar en Quito en un encuentro de juventudes.
Mi misión era entrevistarlo. Había imaginado una entrevista con tiempo, sosegada y en privacidad, pero dicen que Dios sonríe cuando los humanos planifican. Así que el encuentro se produjo en medio de carpas con cientos de jóvenes caminando alrededor. En un extremo retumbaban tambores africanos, y en el otro, bailaban danzas árabes. A mis espaldas un grupo de periodistas hacían “cola” para entrevistar al personaje.
Desde que empezó la entrevista, cada pregunta y sus respectivas respuestas eran cuidadosamente escuchadas por una “chaperona” que no se despegaba de Elián. Ella movía la cabeza afirmativamente mientras el joven respondía. Y así “fluyó” la entrevista.
Mientras lo escuchaba debo confesar que no me impactó que Elián fuera un revolucionario “convencido”, era de esperar. Más bien me impresionó la respuesta cuando le pregunté por su mamá: por aquella persona que 15 años atrás planificó huir de Cuba, que lo arriesgó todo, que probablemente mientras navegaban se privó hasta del aire con tal de asegurar la vida de su pequeño.
Elián respondió sin emoción alguna, dijo que su madre había muerto como muchos otros y ya. Lo dijo como quien aprende una “verdad” de memoria.
Y de inmediato me pregunté si acaso los principios de la revolución cubana habían endurecido el corazón de Elián. Quiero creer que en el fondo el joven cubano enfrenta un dilema existencial: ¿a quién le debe su fidelidad? ¿Al concepto de revolución o al amor de madre?
Confío en que el tiempo inclinará la balanza por quien le dio la vida y hasta murió por él.
Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas de Andrés López.