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Por Diana Magnay, Steve Almasy y Ben Brumfield

KRASNOYARSK, Rusia (CNN) — Dos miembros de la banda rusa de punk Pussy Riot, que fueron liberadas de prisión este lunes, seguirán siendo un dolor de cabeza para el gobierno del presidente Vladimir Putin, dijeron a CNN en entrevista.

Maria Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova, quienes permanecieron en prisión cerca de dos meses con una condena de dos años, dijeron que seguirán viviendo en Rusia y seguirán tocando en su banda.
Las cantantes aseguraron que no fueron intimidadas durante su estancia en la cárcel, donde las comidas eran rancias y los castigos incluían baños de agua helada que les causaba hipotermia.

“No estábamos derrotadas porque teníamos nuestras propias victorias sobre el sistema. No podíamos callarnos”, dijo este martes Tolokonnikova. “Si quieren tenernos en la cárcel de Mordovia, lo pueden hacer. Pero seremos el mismo dolor de cabeza para ustedes,  se los garantizamos”, desafiaron las cantantes al gobierno ruso.

La liberación de las dos cantantes de  punk fue aprobada la semana pasada cuando los legisladores rusos apoyaron una amplia ley de amnistía anunciada por Putin.

El gobierno ruso dijo que la amnistía marcó el aniversario de la adopción de la constitución poscomunista de Rusia en 1993.

Pero Tolokonnikova, liberada de un centro de reclusión en Siberia este lunes, dijo a CNN que sentía que la amnistía era un truco publicitario para reforzar la imagen del gobierno antes de se celebren los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero.

Las condiciones en prisión

El plan de ambas era trabajar para cambiar las condiciones —comparadas con esclavitud— en las cárceles de mujeres de Rusia.

“Mucha gente muere allí físicamente y muchas personas mueren por dentro”, dijo Alyokhina.

Algunas personas son obligadas a obtener sus propios alimentos, algunos de éstos estaban cubiertos de moho. Tenían que buscar restos que todavía fueran comestibles, dijo Tolokonnikova.

En lugar de la carne se alimentan de manteca de cerdo con la piel en ella, algo que la cantante se negó a comer.

Las mujeres perdieron peso tras saltarse las comidas, para que pudieran continuar con sus cargas de trabajo masivas tenían que trabajar como esclavos por un salario de entre uno y 40 euros al mes.

Ir al baño era difícil y estaban sucios.

El castigo era colectivo. Si una chica se equivocaba, todas ellas tenían que pagar, dijo Tolokonnikova. No podían usar el baño o no se les permitía un descanso intermedio en un día completo de trabajo.

Si tenían un día libre, no se les permitía acostarse en la cama. Solo podían sentarse en las sillas de madera junto a sus camas.

Los guardias de la prisión enviaban a los prisioneros a la “jaula de frío”, en los que no se les permitía usar ropa adecuada y permanecía en aislamiento sin calefacción, dijo Alyokhina.

La cantante quiere luchar por las mujeres que dejó en ese lugar.

“Es muy importante que las mujeres encarceladas sientan apoyo. Empiezan a unirse cuando se sienten seguras y cuando saben que van a ser escuchadas. La idea de una posible victoria es muy importante para ellas”.

Humillación a Putin

En 2012, las Pussy Riot  entonaron una “plegaria punk” en una catedral ortodoxa que criticaba a Putin, quien era el primer ministro en ese entonces. Se encontró culpables a las cantantes por vandalismo.

Las rockeras dijeron que esperaban un avance hacia la democracia, hacia un país con menos odio.

“Hay demasiado odio en este país contra Occidente”, dijo Tolokonnikova. “Nos gustaría ayudar a que se convierta en más humano, pero me temo que es imposible con Putin en el poder”.

Alyokhina y Tolokonnikova dijeron que no se arrepienten de haber ido a la cárcel y la falta de tiempo con sus hijos. Alyokhina dijo a CNN que fue una elección moral correcta y una buena educación para los niños.

“Yo no creo que perdiéramos  en este momento. Es una experiencia invaluable”, dijo Tolokonnikova. “Esperamos que motive a nuestros hijos a encontrar algo que les haga creer en nuestra fuerza, ya que creemos en lo que hicimos”.

La época soviética

Tolokonnikova dijo que el actual gobierno es débil y finalmente otros rusos verán los problemas y la corrupción.

“Los cambios han comenzado, pero hay que trabajar constantemente en ellos. El sistema ruso está diseñado de tal manera que, sin control social morirá inmediatamente. Debido a que las personas en el sistema tratarán de utilizar todas las posibilidades de escapar de sus obligaciones y responsabilidades”.

No mucho, en todo caso, ha cambiado desde la época del régimen soviético, dijeron.

“Si el Ministerio de Justicia dio a conocer un nuevo orden, que sería la copia exacta de la que se aplicaba en los tiempos soviéticos. Vamos a cambiar esto”, dijo Alyokhina.

Sin embargo, dos personas no pueden cambiar a una nación, por lo que los punks contrataremos abogados para que investiguen las violaciones en la prisión. Ellos dijeron que habían visto algunos progresos mientras estaban en la cárcel, pero ahora que están libres,  piensan que pueden obtener mejores resultados.

Diana Magnay informó desde Krasnoyarsk, Rusia y Steve Almasy escribió la historia desde Atlanta.