Por T Cooper, especial para CNN
Nota del editor: T Cooper es novelista y escribió el libro Real Man Adventures, una meditación sobre la masculinidad. Fundó junto con su esposa el nuevo proyecto de empatía para los adultos jóvenes, wearechangers.org. Su libro más reciente, Changers, es una novela que será publicada el 4 de febrero.
(CNN) — Recientemente, Katie Couric entrevistó a la modelo Carmen Carrera y a Laverne Cox —estrella de la serie de televisión estadounidense Orange is the New Black— en su programa de debates. Tanto Cox como Carrera son mujeres transexuales que disfrutan de cierto grado de éxito en sus respectivos campos. Por eso las entrevistaron para un episodio del programa de Couric, titulado Transgender Trailblazers (Pioneros transgénero).
Yo soy varón transgénero, lo que significa que nací mujer e hice la transición a varón más adelante. Vi el programa Katie con la ferviente esperanza de que por fin hubiera llegado el día en que no le preguntarían a una persona transgénero algo sobre sus partes privadas.
Mis esperanzas se derrumbaron rápidamente cuando Couric le preguntó a Carrera: “Tus, tus, tus partes privadas son diferentes ahora, ¿no?”.
Claramente decepcionada, Carrera manejó la pregunta con clase y le informó cortésmente a Couric que no se sentía cómoda hablando de información tan personal como sus genitales.
Cualquiera se sentiría igual.
Cuando Couric hizo esa pregunta a Cox más adelante, Cox agregó elegantemente que dedicar tanta atención al cuerpo de las personas transgénero provoca que sean considerados un objeto. De forma más crítica, señaló que la atención a las partes privadas desvía la discusión cultural de los temas más relevantes e importantes como la violencia y la discriminación a la que se enfrentan las personas transgénero (y especialmente las mujeres transgénero de color). (En un programa posterior, Couric habló de su respuesta a las preguntas sobre su anatomía).
Como algunos perfectos desconocidos me han preguntado en múltiples ocasiones qué está pasando o no dentro de mis pantalones, pensé que este era un buen momento para indicar cuáles son las ocho cosas que NO debes decirle a una persona transgénero; es una lista útil que tal vez ayude a que en las fiestas de la oficina, las reuniones familiares, como jurado o las entrevistas ante millones de espectadores transcurran con menos contratiempos.
1. “Luces tan real, ¡nunca lo habría imaginado!”.
Aunque usualmente lo dicen con buenas intenciones, esta es una de las declaraciones más perjudiciales. No necesitamos que las personas que no son transgénero reafirmen nuestro género; además, implicar sutilmente que somos falsos —o que nos vestimos para tratar de engañarte— nunca se siente bien.
2. “¿Qué haces con tu esposa?”.
¿Qué haces con la tuya? No asumas que yo —o cualquier otra persona transgénero— quiero que me preguntes sobre mi vida sexual.
3. “Pensé que serías aterrador, pero eres muy cortés y normal”.
Una mujer que alguna vez fue mi chofer durante una feria literaria me dijo esto antes de reconocer que había dejado a sus hijos en casa cuando supo que iba a conducir para mí. Pensé que ella creía que era un cumplido, pero no lo era. Ni siquiera la parte de “normal”.
4. “No me importa, para mí siempre serás una chica”.
Es cierto que tu experiencia es tu experiencia y la mía es la mía. Pero es solo cuestión de cortesía referirte a la gente tanto por el nombre como por el pronombre que prefieran (no sigas usando el nombre original si lo sabes; no preguntes: “¿cuál es tu nombre verdadero?” si no lo sabes). Las mujeres han adoptado el apellido de su esposo desde hace siglos y varias generaciones de humanos han cambiado con ellas sin problemas. No es tan difícil ser respetuoso, así que tal vez deberías dejar de quejarte de lo difícil que ha sido la transición de alguien.
5. “¿No te da miedo que te golpeen?”.
Gracias por recordármelo. Hubo una época, al principio de mi transición, en la que una pandilla de chicos que iba en el subterráneo me amenazó con un cuchillo: “¿crees que eres un tipo duro o qué?”. ¡Me las arreglé para no preocuparme por terminar siendo víctima de un crimen de odio hasta que lo mencionaste!
6. “Te presento a mi amigo, Tyson, ¡es transgénero!”.
No es agradable que expongas a una persona transgénero sin su consentimiento. Es cuestión de respeto y privacidad. Tristemente, también puede ser cuestión de seguridad. (Tampoco uses la palabra “transgénero” como sustantivo, ya que estamos en esto).
7. “¿Cuándo te diste cuenta de que eres gay?”.
Sé que esto es confuso, pero es importante entender que la sexualidad (por quién sientes atracción) y la identidad de género (con qué género te identificas) son dos cosas distintas y a menudo no están relacionadas. La gente transgénero puede ser gay, heterosexual, bisexual, asexual, pansexual, puede gustarle realmente la masturbación, básicamente cualquier preferencia sexual que una persona no transexual puede adoptar.
8. “¿Cuándo te hiciste ‘la cirugía’?”.
Esto nos lleva de vuelta a la pregunta que Couric hizo a Carrera y a Cox. No hay una sola cirugía; el hecho es que la gente transexual pasa por varias situaciones “allá abajo” y en todas partes. Algunos se someten a cirugías; otros se someten a una, pero no a otra. Otros pueden y lo harán “todo”, por decirlo de alguna manera.
Sin importar los detalles (ni lo patriarcal que sea la sociedad), el género no se reduce a la presencia o ausencia de un pene. A menos que alguien hable voluntariamente del tema de las partes privadas de las personas transgénero, es mejor mantenerlas en privado, al igual que las del resto de la gente.
Por eso, me quito el sombrero ante Carrera y Cox porque, sin importar lo que hay dentro de sus pantaletas, tuvieron las “pelotas” para decir “No” a las preguntas descorteses de Couric.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a T Cooper.