(CNN) – Un equipo de fiscales de crímenes de guerra y expertos forenses de renombre mundial encontró “pruebas directas” de “torturas y asesinatos sistemáticos” por parte del régimen del presidente de Siria, Bachar al Assad, dijeron los abogados del equipo en un nuevo informe.

La investigación, basada en miles de fotografías de cadáveres de presuntos detenidos muertos bajo la custodia del gobierno sirio, sería presentada ante un tribunal penal internacional, agregó el grupo.

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El programa “Amanpour”, de CNN, recibió el informe en exclusiva junto al periódico británico The Guardian.

“Esta es una prueba contundente”, dijo David Crane, uno de los autores del reporte. “A cualquier fiscal le gustaría tener este tipo de pruebas, las fotos y el proceso. Es una prueba directa de la maquinaria asesina del régimen”.

Crane, primer fiscal jefe de la Corte Especial para Sierra Leona, procesó al expresidente liberiano Charles Taylor por crímenes contra la humanidad. Taylor sería el primer exjefe de estado condenado por crímenes de guerra desde la Segunda Guerra Mundial y fue condenado a 50 años de cárcel.

CNN no pudo confirmar de manera independiente la autenticidad de las fotos, documentos y testimonios incluidos en el reporte y se basa en las conclusiones del equipo que lo elaboró, que incluye fiscales penales internacionales, un patólogo forense, un antropólogo y un experto en imagen digital.

Los cuerpos que aparecen en las fotos muestran signos de inanición, golpizas brutales, estrangulamientos y otras formas de tortura, según el informe.

En un grupo de fotografías de 150 individuos examinados en detalle por los expertos, el 62% de los cuerpos mostraron delgadez extrema (peso corporal extremadamente bajo y aspecto hueco, indicadores de inanición). La mayoría de las víctimas eran hombres, probablemente de entre 20 y 40 años de edad.

También se utilizó un sistema de numeración complejo para catalogar a los cadáveres, de modo que sólo la parte necesaria del servicio de inteligencia conocía la identidad de los cadáveres. Fue un esfuerzo, dice el informe, por registrar qué servicio de seguridad era responsable de la muerte y después proporcionar documentación falsa como si la persona hubiera muerto en un hospital.

Uno de los tres abogados autores del informe -el señor Desmond de Silva, el ex Fiscal Principal del Tribunal Especial de Sierra Leona-comparó las imágenes con las de los supervivientes del Holocausto.

Los escuálidos cuerpos fueron el producto de la inanición como método de tortura; “evocaban las imágenes de quienes fueron encontrados todavía vivos en los campos de exterminio nazis tras la Segunda Guerra Mundial”, dijo en una entrevista en CNN.

“Esta evidencia podría sostener una acusación de crímenes contra la humanidad, sin sombra de duda”, le dijo de Silva a Christiane Amanpour, de CNN. “Por supuesto, no nos corresponde a nosotros tomar una decisión. Todo lo que podemos hacer es evaluar la evidencia y decir que puede ser aceptada como genuina por un tribunal”.

A lo largo de la guerra civil en Siria, el régimen de al-Assad ha negado las acusaciones de haber cometido abusos contra los derechos humanos y culpó a “terroristas” de la violencia mortal.

El informe reúne evidencia del testimonio de un desertor del gobierno sirio apodado “César” y casi 27.000 fotografías que él proporcionó; en total, 55.000 imágenes de ese tipo fueron llevadas fuera del país.

Según el informe, César trabajó como fotógrafo en la policía militar. Una vez la guerra estalló, su trabajo consistía únicamente en documentar “detenidos asesinados”.

Aseguró haber fotografiado hasta 50 cuerpos al día.

En un momento determinado y de forma inusual, decidió fotografiar un grupo de cuerpos para demostrar que “parecía un matadero”, según el informe.

El hecho de que todos los cuerpos fueran fotografiados, dicen los autores del informe, claramente sugiere que “los asesinatos fueron sistemáticos, organizados y dirigidos desde arriba”.

“Es una máquina industrial insensible que despedaza a sus ciudadanos”, dijo Crane a CNN. “Es un exterminio masivo en la era industrial”.

Los asesinatos pueden haber sido documentados tan rigurosamente para probar la muerte de cada persona sin permitir que la familia del fallecido vea el cuerpo, sugiere el informe. Además, podría haber tenido como objetivo probar que “las órdenes de ejecutar individuos se hayan cumplido”.

También es posible que, lejos de ser un plan sistemático para documentar abusos de los derechos humanos, el hecho de haber fotografiado los cuerpos simplemente fue la forma en la que siempre se había hecho (una continuación no planificada de una práctica ya establecida).

El informe fue escrito por de Silva, Crane, y el profesor Geoffrey Nice, ex fiscal principal contra el ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic.

Su publicación viene a darse solo días antes de la conferencia de Ginebra II, el último empujón hacia una solución diplomática a la sangrienta guerra civil de Siria.

Los abogados fueron contratados para escribir el informe por la firma británica Carter-Ruck, financiada por el gobierno de Qatar, según declaraciones que de Silva hizo a Amanpour.

“En última instancia, la validez de nuestras conclusiones gira en torno a la integridad de las personas involucradas”, dijo. “Nosotros, el equipo, estábamos muy conscientes del hecho de que hay intereses conflictivos en la crisis en Siria, tanto nacionales como internacionales. Estábamos muy conscientes de eso”.

“Abordamos nuestra tarea con cierto grado de escepticismo, teniendo eso en cuenta”.

Un funcionario del gobierno qatarí remitió a CNN a Carter-Ruck y a este informe, y un productor de CNN se reunió con los autores del mismo en la capital qatarí de Doha.

Montañas de datos

El informe dice que “César” trajo de Siria fotografías de miles de personas asesinadas, según dice, por el régimen.

Los abogados y los tres expertos forenses con quienes trabajaron recibieron 26.948 imágenes en una computadora portátil. Ellos, a su vez, hicieron un “análisis formal” de 835 imágenes y luego una inspección mucho más detallada de 150 individuos.

Las imágenes dadas a CNN ilustran una escena horrible.

Estómagos, rostros e incluso piernas se ven cóncavos; hundidos, en vez de convexos. En algunos torsos, las contusiones y las hemorragias son tan severas que la piel de la víctima es un mosaico de negro, rojo, morado y rosa.

Heridas alargadas y paralelas, una mezcla de moretones y piel desgarrada, recorren el pecho y el torso de un hombre, cubriendo cada pulgada del cuerpo de la víctima, del cuello a la pelvis.

“Éste no es simplemente alguien delgado, o alguien que tal vez no tuvo suficiente comida porque hay una guerra en curso”, le dijo a Amanpour el Dr. Stuart Hamilton, un patólogo forense que examinó la evidencia. “Se trata de alguien que realmente ha muerto de hambre”.

El equipo forense identificó que los moretones del cuello concordaban con una estrangulación con una cuerda, un trozo de caucho u otro objeto similar, a diferencia de las marcas que quedarían al ser alguien ahorcado.

“La estrangulación de este tipo también concuerda con la estrangulación utilizada como método de tortura”, señala el informe.

El experto en imagen digital Stephen Cole también aportó que las imágenes no fueron alteradas o manipuladas digitalmente.

La evidencia supuestamente muestra el proceso “línea tras línea”.

Entonces, ¿por qué los abogados piensan que se les ha dado una prueba irrefutable de asesinatos por parte del régimen de Assad?

“En Sierra Leona me encontré con 1,2 millones de seres humanos que fueron destruidos pero no pude vincularlos con nombres e incidentes”, dijo David Crane. “Aquí, tenemos las fotografías, el fotógrafo y los informes con documentos, sellos, firmas y fechas”.

Cada cuerpo en las fotografías vistas por CNN tenía un número escrito en él; la mano de una persona podía ser vista frecuentemente sosteniendo un trozo de papel en el marco de la fotografía con el mismo número escrito en él.

Esos números no se distinguen en el informe presentado a CNN para proteger la identidad de “César” y ocultar la ubicación del hospital militar donde las fotos fueron tomadas. Sin embargo, un productor de CNN en Doha tuvo acceso a las imágenes originales con el número a la vista.

Cuando un detenido muere en custodia, el cuerpo es enviado a un hospital militar donde es numerado y fotografiado como parte de un burocrático proceso para mantener los registros.

Este sistema de numeración detallado, según los abogados, es convincente evidencia del propósito funesto del gobierno.

Cuando un detenido era asesinado, dice el informe, al cuerpo se le asignaba un número que correspondía a la “rama del servicio de seguridad responsable de su detención y muerte”.

El cuerpo entonces era llevado a un hospital militar por el servicio de seguridad.

Allí, el cuerpo entraba a la burocracia del gobierno de Siria.

César le dijo a los abogados que él, un doctor, y un miembro de la judicatura examinaban el cadáver.

Luego, el doctor llenaba papeleo interno, para documentar que él había visto el cuerpo, así como un certificado oficial de defunción, el cual mencionaba una causa falsa de muerte, como “ataque al corazón” o “problemas respiratorios” para ser entregado a la familia del difunto.

En este punto, un segundo número era asignado al cuerpo, documentando la causa falsa de muerte, según César, dice el informe.

“Como fiscal, tengo que demostrar un proceso”, dijo Crane. “Y evidencia como ésta, aunque no es inusual, es poco común en el derecho internacional moderno”. Añadió que podía describir el proceso ante un tribunal “línea por línea”.

Nice, en una entrevista con Amanpour, estuvo de acuerdo. El número de cuerpos, la forma sistemática en la cual son catalogados, y el esfuerzo dado para ocultar sus causas de muerte apuntan en una dirección, dijo.

“Razonablemente puedes deducir que éste es un patrón de comportamiento, el cual tiene que tener una autoridad más alta”, dijo.

La fuente

Desde la invasión en Irak dirigida por Estados Unidos -reafirmada por la evidencia falsa que provenía de una fuente cuyo nombre clave era “Curveball”- ha habido un profundo escepticismo tanto en la comunidad de inteligencia como en la prensa acerca de creerle a desertores como única fuente, como en el caso de “César”.

Los abogados que entrevistaron a César, entre ellos, Crane, cuyos antecedentes incluyen experiencia en inteligencia militar, dijeron que encontraron él era “un testigo veraz y creíble”.

Parte del informe dice: “Él no reveló signos de ser ‘sensacionalista’, ni pareció ser partisano. Aunque era un partidario de quienes se oponían al régimen actual, el equipo de investigación considera que dio una versión honesta de sus experiencias”.

La evidencia de César, dicen, “con seguridad podría servir de base en algunos procedimientos judiciales posteriores”.

Según el informe, César afirma que tomar las fotografías causó “sufrimiento psicológico” en él y en sus colegas.

En septiembre de 2011, más o menos siete meses después de que la guerra civil en Siria estalló, César fue contactado por un hombre, un familiar por matrimonio, quien había huido del país solo días después de que el levantamiento comenzara.

El informe hace referencia a este hombre como “el contacto de César”, quien los abogados también entrevistaron para la realización del informe.

El contacto estaba trabajado en lo que el informe llama “grupos internacionales de derechos humanos”, y vio a “César” como una fuente confiable de información desde dentro del país.

Pronto, César empezó a mandarle a su contacto miles de imágenes. Cuando César se preocupó por su seguridad, sus contactos en la oposición siria a quienes él había filtrado las fotos hicieron arreglos para que él y su familia fueran sacados de Siria.

Los abogados no han hecho comentarios sobre cómo se llevó a cabo esto, pero el informe dice que el proceso tomo cuatro meses, y que César salió del país antes que su familia.

“Si hubiera querido exagerar su evidencia habría sido muy fácil para él decir que en realidad había sido testigo de las ejecuciones”, dice el informe. “De hecho, dejó bastante claro que nunca fue testigo de una sola ejecución”.

No está claro dónde viven César y su familia actualmente; los abogados solo dicen que llevaron a cabo su investigación en Oriente Medio.

El próximo paso

Siria no es un miembro de la Corte Penal Internacional. La única forma en que la corte pudiera procesar a alguien de Siria sería a través de una remisión del Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Debido al apoyo de Rusia para el régimen de Assad, y porque tiene el poder de veto en el consejo, tal remisión parece poco probable, al menos por ahora.

Pero si, algún día, la corte fuera a tomar el caso de Siria, este informe casi sin duda alguna sería incorporado como evidencia.

“Todo lo que podemos hacer es poner la munición en la pistola”, dijo de Silva. “Otros deben apuntar y tirar del gatillo”.