Por Elizabeth Landau, CNN

(CNN) – Si quieres encontrar un asteroide, la región entre Marte y Júpiter es un buen lugar para buscar. Esa región que alberga asteroides se conoce como el principal cinturón de asteroides.

Un estudio publicado en la revista Nature arroja una nueva luz sobre esta franja de nuestro sistema solar, donde residen la mayoría de los asteroides de dicho sistema. Mientras los científicos una vez creyeron que estos asteroides se formaron más o menos en su lugar, ahora nuevos modelos sugieren que han sido esparcidos por todas partes.

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Los científicos creen que “el cinturón de asteroides es un crisol de cuerpos que se formaron por todo el sistema solar”, dijo Francisca De Meo, autora principal del estudio y astrónoma en el Centro Harvard Smithsonian de Astrofísica.

En los años ochenta, cuando solo se conocían unos 10.000 asteroides, parecía que los asteroides que se habían formado en un ambiente frío se encontraban más lejos del sol, mientras que aquellos que se formaron en un ambiente caluroso estaban más cerca del sol.

Pero DeMeo y el coautor, Benoit Carry, del Observatorio de París, estudiaron cientos de miles de asteroides y encontraron que esta tendencia no era consistente. En cambio, vieron muchos asteroides “rebeldes” o “dinámicos”: rocas formadas en ambientes calurosos que se encontraban en las regiones donde se esperaba encontrar asteroides formados en ambientes fríos, y así sucesivamente.

El principal cinturón de asteroides es mucho más diverso de lo que originalmente se pensó, muestra el estudio. Dante Lauretta, principal científico en la misión dedicada al estudio de un asteroide, OSIRIS-REx, y profesor en la Universidad de Arizona, indicó en un correo electrónico que el estudio “representa un nuevo paradigma en nuestra comprensión de la diversidad de la composición del cinturón de asteroides”. Lauretta no estuvo involucrado en el estudio publicado en la revista Nature.

Aunque los astrónomos no pueden medir directamente las temperaturas de los asteroides, pueden inferir el origen de una roca por medio de la geología. Por ejemplo, un asteroide con una alta concentración de carbono probablemente se formó lejos del sol, en temperaturas más frías.

La teoría es que los planetas de nuestro sistema solar se han movido con el tiempo. Júpiter, el planeta más grande en nuestro sistema solar y el que posee la mayor fuerza gravitacional, jugó un papel importante. A medida que Júpiter se acercaba al sol, esparció a los asteroides “como un globo de nieve”, indicó DeMeo.

Con el tiempo, dijo, hubo “un gran desorden de asteroides por todas partes”. El único lugar donde podían permanecer era el cinturón de asteroides.

Por qué los asteroides ya no nos sorprenden

Los asteroides cercanos a la Tierra, las rocas espaciales que se aproximan a la órbita de nuestro planeta, se originaron en un lugar entre Marte y Júpiter, dijo. Al comprender la diversidad del principal cinturón de asteroides, podemos entender de mejor manera a los asteroides que se acercan a la Tierra, indicó DeMeo.

Una cantidad tan grande de mezclas en los asteroides no es sorprendente, comentó Lauretta.

“Este estudio muestra que, en realidad, un proceso dinámico ha revuelto el cazo de los asteroides, por así decirlo”, dijo.

Simulaciones por computadora llamadas modelos dinámicos simulan el comportamiento de miles de asteroides con el paso del tiempo, incluso en un lapso de millones de años. De esta manera, los científicos pueden ver cómo el sistema solar podría haber evolucionado, cómo los planetas gigantes podrían haber migrado y cómo la migración podría haber afectado la distribución de varios tipos de asteroides.

Los modelos dinámicos durante los últimos diez años han sugerido que el principal cinturón de asteroides ha sido formado por la resonancia de un planeta gigante, una posición donde un asteroide siente una fuerza gravitacional regular desde Júpiter o Saturno, dijo Lauretta.

Los astrónomos han descubierto que esto sucede en el marco de una relación matemática entre el periodo orbital del asteroide y el período orbital del planeta. Cuando el período orbital -cuánto tiempo les toma dar una vuelta alrededor del sol- del asteroide es un múltiplo del período orbital del planeta, ves este efecto, y normalmente no hay grandes asteroides en estas ubicaciones.

Por ejemplo, hay un lugar en el que un asteroide podría dar la vuelta al sol dos veces por cada vez que Júpiter circula una vez. El asteroide siente una atracción regular que viene del planeta y su órbita se vuelva inestable. Eso explica el vacío en esa sección del cinturón de asteroides.

Hay varios estudios del cielo que buscan asteroides con regularidad como parte del Programa de objetos cercanos a la Tierra de la NASA. El programa encontró que un asteroide muy pequeño entró a la atmósfera de la Tierra sobre el Océano Atlántico a principios de enero y probablemente se desintegró.

Hoy sabemos de unos 500.000 asteroides que se encuentran en el cinturón principal, pero los astrónomos creen que hay al menos 1 millón de asteroides ahí que tienen más de 1 kilometro de diámetro, e incluso más que son pequeños. El próximo que veamos también vendrá de este alterado sistema solar.

Sigue a Elizabeth Landau en Twitter en @lizlandau