(CNN) – A sus 33 años, Jamie está tratando de superar su dependencia.
El originario de Boston empezó a temprana edad; bebiendo, fumando marihuana, luego tomando pastillas para el dolor y eventualmente, heroína.
“Ni en mis sueños más alocados, pensé que metería una aguja en mi brazo”, dijo Jamie, quien no quiso revelar su apellido. “No en un millón de años”.
Pero el bajo costo, la disponibilidad y la sensación de las pastillas hacen que la heroína sea difícil de resistir.
“Es un mono en tu espalda del cual no puedes librarte”, dice él.
Si la autopsia da los resultados que sospechan los oficiales, el actor Philip Seymour Hoffman será el último en una lista creciente de abusadores de sustancias quienes pagaron el precio máximo por consumir heroína.
En julio, la heroína (mezclado con alcohol) tomó la vida de la estrella de “Glee”, Cory Monteith.
En agosto, Emylee Lonczak, de 16 años, una estudiante de Virginia de secundaria quien jamás se había inyectado antes, murió después que un amigo se lo inyectó en una vena.
Y la semana pasada, los oficiales de Maryland dijeron que heroína contaminada con fenantil había tomado la vida de al menos 37 personas desde septiembre.
De seguro, la heroína ha sido un flagelo desde hace mucho, mucho tiempo. Pero últimamente, está en aumento y esto tiene a las autoridades, los oficiales de salud y a los padres preocupados.
“La heroína está golpeando al noreste, dejando adicción, sobredosis y miedo en su camino”, dice James Hunt de la Oficina de Nueva York de Administración de Control de Drogas.
Considere esto: una encuesta gubernamental anual de drogas encontró que en el año 2002, 166.000 estadounidenses dijeron que habían usado heroína.
En el año 2012, ese número llegó a 355.000.
¿Más preocupante? Los usuarios están empezando a edades más tempranas.
La edad promedio de los usuarios por primera vez, de acuerdo con la Administración de servicios de salud mental y abuso de sustancias, es justo antes de cumplir 15 años.
“He estado aquí desde hace 6 años, realmente este es el primer año que puedo decir que recuerdo ver tantas personas venir con una adicción a la heroína”, dice Robert Parkinson, director del Centro de rehabilitación de Beachcomber en Delray Beach, Florida.
Aún no está a niveles epidémicos, dice él, pero “va llegar a eso…Así de mal está”.
Aquí examinamos las razones detrás del incremento del uso de la heroína y su desenlace fatal:
Es barata: Bill Patrianakos se volvió adicto a Oxycodona, una receta para aliviar el dolor. Dijo que no solo le había gustado, lo amaba. El problema era, que él no podía financiarlo.
“Yo estaba empeñado cosas; robándole a mis padres, a mi hermana, a todos quienes se preocupaban por mi”, dice él. “Hasta eso no era suficiente”.
Entonces, se pasó a la heroína. Esto le dio la misma sensación, dijo él, pero a una fracción del costo.
“Empecé inhalando” dice él. “Y por supuesto, para conservar mi dinero, pasé a inyectarme”.
La importante para los usuarios: la heroína es barata.
Parte de la razón es que a nivel nacional están incrementando las medidas en contra del abuso de pastillas por receta médica, que ha hecho que estos medicamentos sean más caros y difíciles de obtener.
En las primeras dos semanas de 2014, la policía en Delray Beach, en Florida, dijo que había incautado más heroína que en los últimos 10 años combinados.
“Las personas obtenían pastillas por 10 dólares por acá y ahora es mucho más caro,” dijo la sargento Nicole Guerriero de la policía de Delray Beach. “Las personas ahora se están volcando a la heroína para drogarse”.
¿Y que tan barata es la heroína?
“Hemos oído que tan barata como 6 dólares la cápsula”, dice ella.
Está en todos lados: David es un adicto auto-descrito quien no quiere que su apellido sea revelado. Su droga de elección es Oxycodone. Pero él sabe que cuando no lo puede conseguir, siempre puede drogarse con heroína.
“Literalmente queda a cinco minutos”, dice él. “Está en todos lados. Todos”.
Pam Anderson de Atlanta perdió a su hijo de edad universitaria por una sobredosis de heroína.
“En los campus universitarios lo que están haciendo con esto, es como solo estar pasando recipientes de pastillas”, dijo ella.
“Ellos los regalan para ver si alguien se vuelve adicto. Y luego ellos empiezan con un precio menor con las pastillas y lo van subiendo poco a poco conforme se vuelven adictos”.
De hecho, la disponibilidad de la heroína subió en el 2012, de acuerdo con la DEA, probablemente por un incremento en la producción mexicana y los traficantes ampliaron a nuevos mercados.
Las autoridades están haciendo lo que pueden para poder aminorar sus actividades, pero aún les falta. Entre los años 2008 y 2012, la cantidad de heroína incautada se triplicó cada año en el suroeste de la frontera.
Pero los camellos están recurriendo a su creatividad.
El mes pasado, la policía dijo que había arrestado a un empleado de McDonald’s en Pittsburgh por vender heroína en cajas de alimentos infantiles.
Es potente: la heroína es un sustituto común de las píldoras por receta médica. Pero a diferencia de las pastillas, no hay manera de regular la dosis de la heroína, dado que no se determina su grado de pureza.
Y eso puede ser una receta mortal.
“A diferencia de los medicamentos por receta médica, la pureza de la heroína y la cantidad de la dosis varía, y la heroína con frecuencia es mezclada con otras sustancias, todas las cuales pueden causarle a los abusadores inexpertos una sobredosis accidental”, dijo la DEA en su informe de evaluación de amenaza por drogas para el 2013.
Entre los años 1999 y 2009, 32 estados vieron un incremento en pacientes relacionados con la heroína, según el Departamento de Salud y Servicios Sociales.
Pero en lugar de ser un disuasivo, la potencia sin determinar de la droga sirve como un atractivo a algunos usuarios.
El mes pasado, al menos 22 personas en el occidente de Pennsylvania murieron después de usar heroína mezclada con fentanil; un narcótico fuerte usado para tratar el dolor en pacientes con cáncer. Los cócteles de drogas estaban siendo vendidos bajo nombres inofensivos, tales como “Theraflu” y “Bud ice”.
Andrew, un joven de 19 años que no quiso divulgar su apellido, tuvo una sobredosis de la mezcla de drogas dos veces y casi muere. Pero seguía regresando. Hasta que murió su amigo de una sobredosis, se asusto lo suficiente para entrar a rehabilitación.
“Eso es lo malo de la adicción”, dijo él. “Cuando alguien sabe que hay bolsas de heroína que están matando a las personas o provocando sobredosis, entonces se sabe que esas bolsas son buenas”.
Es difícil dejar un vicio: el año pasado, Hoffman le contó a TMZ que había luchado con el abuso de sustancias pero que había logrado dejar el vicio 23 años. Pero tuvo una recaída. El inicio el proceso lentamente otra vez, con pastillas de prescripción médica y luego cayó en la inhalación de cocaína.
Esa experiencia no es poco común.
“Alguien con una adicción a los opiáceos, está haciendo lagartijas toda su vida”, dijo el Dr. Drew Pinsky de HLN. “Y deben ejercitarse todo el tiempo. Y aún cuando están trabajando en ello, hay una alta probabilidad de recaída. Y Dios mediante, ellos reciban un tratamiento adecuado, y ellos se vuelvan a involucrar en el tratamiento, y que las cosas salgan bien”.
“Pero a menudo”, agrega él, “es una condición que con frecuencia termina en muerte”.
Shimon Prokupecz de CNN contribuyó a este informe.