Por Piers Edwards, CNN
(CNN) — “Más que un club”.
Ese es el lema e imagen de muchos años que el club de fútbol Barcelona ha puesto sobre el mundo.
Es una imagen que el club cultivó cuidadosamente con el paso de décadas, pero, ¿el contrato que llevó a la estrella brasileña Neymar al club en junio de 2013 podría resultar en que los gigantes españoles sean conocidos por ser más que solo fútbol y no en una buena forma?
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El Barça, como si alguien necesitara un recordatorio, es uno de los clubes más exitosos del fútbol mundial en la cancha.
En los últimos años patentó una marca de fútbol que ha arrasado con todo, al ganar admiradores en todo el mundo.
Fuera de la cancha, el club se enorgullece de su enfoque integral en la vida, con ganas de retratar su lado ‘abierto, integrador y solidario’ y negó patrocinios en sus playeras durante muchos años porque ganar dinero de esto manchaba el espíritu del juego.
Quizá más significativamente, el Barça se ha presentado durante mucho tiempo como un emblema para la región de Cataluña; “una forma de mostrar que Cataluña está en el mundo”, como dijo Gerard Piqué recientemente a CNN, con el Barça retratado ampliamente como un encabezado político en la apuesta por llenar el ideal de independencia de España.
Pero ahora, el Barça se encuentra en el banquillo de los acusados.
El mes pasado, un juez español ordenó una investigación sobre el contrato de Neymar después de que uno de los 180,000 socios del club, Jordi Cases, alegara una malversación de fondos durante la transferencia.
La principal queja de Cases era que la cantidad pagada para traer a Neymar del club brasileño, Santos, era más de la cuota reportada de 57.1 millones de euros. De hecho, como el club admitió, el Barça pagó 86.2 millones de euros por Neymar.
Un día después de que el juez acordara escuchar el caso, el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, contra quien se abrió el caso, renunció a su prestigiosa posición a pesar de negar las acusaciones.
Fue reemplazado rápidamente por el vicepresidente Josep Maria Bartomeu, pero ahí había otro problema. El nuevo presidente también podría verse envuelto en una investigación judicial si Cases escogía tomar medidas en contra de él.
“Llevamos el caso contra Rosell pero cuando vimos los contratos, vimos que también fueron firmados por Bartomeu”, dijo el abogado de Cases, Felipe Izquierdo, a CNN World Sport.
Izquierdo dice que el nombre del nuevo presidente está en todos menos en dos de los muchos contratos que el Barcelona firmó para atraer a Neymar. Añadió que el vicepresidente Javier Faus firmó los otros dos, lo que significa que también podría enfrentar acción legal.
Faus también estuvo en el centro de atención por otra razón. Fue una víctima pública de la ira de Lionel Messi cuando la superestrella del Barça se sintió ofendido por los comentarios de Faus en diciembre pasado de que el club no tenía obligación de revisar el contrato del argentino (que expirará en 2018).
“El Barcelona es el mejor club en el mundo y debe representarse también por los mejores miembros de la junta”, dijo Messi que normalmente es afable. “El señor Faus es alguien que no conoce nada del fútbol”.
La crítica del Barcelona tiende a venir de la dirección de la capital española, donde los sus grandes rivales del Real Madrid están, y ciertamente no desde dentro; una advertencia de que no todo estaba tan bien en el hogar de los cuatro veces campeones europeos.
‘No hay daño a la marca’
Más vergüenzas se presentaron un día después de la renuncia de Rosell mientras el presidente Bartomeu tenía una conferencia de prensaen la que destacó que, de hecho, sí hubo una falta de claridad en la cuota total que se pagó para traer a Neymar.
Casi 30 millones de euros se añadieron a la cifra original, incluida una cuota de contrato para el jugador, un acuerdo con el club brasileño, Santos, relativa a futbolistas de academia y una comisión al padre y agente de Neymar, Neymar Senior, entre otras medidas.
Con su nombre en el contrato, Bartomeu conocía claramente los detalles pero el Barcelona dice que el nuevo hombre no renunciará porque no cree que haya hecho algo malo.
Faus insiste en que la famosa marca del Barça no fue mermada por el furor.
“En lo absoluto”, manifestó en un comunicado a CNN.
“El Barcelona es un club democrático y muy animado; propiedad de sus aficionados, esta es parte de la belleza de nuestra institución y tenemos que respetarla. No nos percatamos en estas semanas de algún daño a nuestra marca; de hecho vimos lo contrario”.
“Todos nuestros principales patrocinadores nos apoyan y avanzamos con nuevos y emocionantes contratos que anunciaremos en poco tiempo”.
Sin embargo, el punto de vista de Faus contradice directamente el del propio vocero del club, Toni Freixa, cuando intentaba hacer que Cases retirara su demanda contra Rosell.
“(El Barcelona) se arrepiente de no tener antes la información pedida (por el señor Cases), lo que hubiera evitado el daño que este asunto causó a la imagen del club”, se leyó en un comunicado de Freixa en la víspera de la decisión del juez de ordenar una investigación.
Es un sentimiento con el que el bloguero José Luis Pérez concuerda totalmente.
“Está claro que este incidente podría dañar en gran medida la imagen del Barcelona”, dijo a CNN, Pérez, quien examinó extensamente la transferencia.
“Con base en casos públicos previos, creo que el juez lo examinará fuertemente; lo que significa que recibió una queja sobre un delito menor pero podría terminar desentrañando más”.
“Muchas cosas podrían salir en los próximos meses”.
Ciertamente hay mucho que resolver.
Contratos complicados
Para empezar, el juez tiene que hacer sentido de todo el personal de negocios conectado con Neymar.
Este incluye al hombre más rico de Brasil, Eike Batista (cuyo grupo IMX Talent controla los derechos de imagen del jugador), y uno de los futbolistas más famosos del país, Ronaldo, quien estuvo en la plantilla victoriosa de Brasil del Mundial 2002. Ronaldo ahora tiene una empresa de marketing deportivo, 9ine, que tomó control de los derechos comerciales de Neymar en 2011 de Wagner Ribeiro, uno de los dos agentes de Neymar.
El otro agente del jugador, su padre, estableció varias empresas que lidian con los asuntos de Neymar, pero es una que fundó en octubre de 2011; N&N, la que probablemente es de mayor interés al juez que investiga las acusaciones de Cases.
Al firmar un acuerdo inicial con el Barcelona a finales de 2011 por la potencial transferencia de Neymar, N&N recibió una masiva cantidad de 40 millones de euros cuando el contrato se aprobó el año pasado.
El total empequeñece a los 17.1 millones que el Barça pagó al Santos por la transferencia, así que no es sorpresa que esté bajo intenso escrutinio.
Y no solo es el juez que examina cuidadosamente los detalles.
El exclub de Neymar, el Santos, tampoco está feliz con la revelación y reúne un caso legal para intentar obtener detalles completos.
El club brasileño tuvo el 55% de los derechos económicos de Neymar pero otras dos empresas; DIS (40%) y Teisa (5%), también creen que perdieron la ganancia inesperada.
Molestos por recibir el 40% de solo 17.1 millones de euros en lugar de 57.1 millones o incluso 86.2 millones de euros, se reportó que DIS considera llevar esta acción legal más allá, ya que reflexiona poner una demanda en contra del Barcelona, Santos, Neymar Sr y Ribeiro.
Así que, ¿es una sorpresa, cuando consideras la complejidad de la transferencia, que la FIFA se oponga a la propiedad de terceros; donde un jugador no solo es propiedad de un club, sino también otras partes, en una práctica que se volvió rutinaria en Sudamérica?
De hecho, el organismo del deporte tiene el poder para investigar la transferencia; con un vocero que dijo a CNN que esto ocurriría si “en conformidad con el Código Disciplinario de la FIFA, el director del Comité Disciplinario de la FIFA decide exofficio abrir la investigación”.
Esto permanece como una mera posibilidad técnica pero si se aprueba, un movimiento así podría ensombrecer la reputación del Barça.
¿’Menos que un club’?
Hay otras cuestiones problemáticas.
Cuando Rosell renunció, reveló un elemento siniestro ya que dijo que su familia tuvo amenazas, con reportes de medios en España que detallaron cómo su hogar fue baleado en las festividades de Navidad. Nadie estaba en su casa en ese momento.
En un movimiento diferente, la junta del Barça; una tan resistente a poner el nombre de un patrocinador en la playera del equipo, considera ahora añadir el nombre de un patrocinador al icónico Camp Nou para financiar un desarrollo propuesto de 600 millones de euros del estadio y otras instalaciones.
“Presentaremos un nombre comercial para el estadio a la Asamblea. Siempre será solamente un apellido porque no perderemos el nombre de Camp Nou”, dijo el vicepresidente Faus en el sitio web del club a principios de este mes.
El Barça dice que los derechos de título del estadio podrían generar 150 millones de euros para un club que tiene más de 300 millones de euros de deuda, así que uno puede entender lo que piensa la junta, pero es un movimiento controversial.
Equilibrar la ganancia económica con la ética preciada puede ser un reto, especialmente cuando estás bajo investigación de un juez español por supuestas irregularidades en una transferencia. ¿Podría decirse que el Barcelona comienza a convertirse en algo ‘menos que un club’?