Por Jareen Imam
(CNN) — Ken Fager se considera un “explorador urbano”, pero hace años era solo un estudiante en el extranjero que perdió el tren en Butzbach, una población cercana a Frankfurt, y decidió pasar las siguientes horas caminando en una fábrica abandonada cercana a la estación.
“La emoción de la aventura y el impulso de adrenalina accionaron un interruptor creativo en mí”, dijo Fager, de 30 años, quien opera el blog American Urbex: Exploring America’s Gritty History, un sitio dedicado a la historia de lugares abandonados.
Hay una creciente fascinación cultural con los edificios abandonados.
Las comunidades y foros en línea como AbandonedPorn yUrbanexploration de Reddit atraen a decenas de miles de colaboradores para compartir fotografías, mapas y secretos sobre lugares subterráneos y abandonados, desde fábricas desahuciadas hasta casas deshabitadas, escribió recientemente el profesor Tim Edensor, de la Universidad Metropolitana de Manchester, en Reino Unido, en un artículo académico sobre cómo el interés de los investigadores en las ruinas se intensificó en la última década.
“Parecemos estar en medio de una Ruinenlust (gusto por las ruinas) contemporánea, que lleva extraños ecos de antiguas obsesiones con las ruinas y la decadencia”, escribió Edensor.
Fager está completamente consciente de que la exploración de edificios abandonados conlleva riesgos, desde problemas de inestabilidad estructural hasta preocupaciones sobre invasión de propiedad. La subcomunidad de exploración urbana de Reddit aconseja a los exploradores “ver pero no tocar”; “dejar los lugares como los encontraste” y “mantenerse seguro”, entre otros comportamientos responsables.
“Los policías locales no saben si las personas que entran a la fuerza a un edificio planean ‘descubrirlo’ o realizar actividades ilícitas o peligrosas allí”, dijo Timothy James Scarlett, profesor y director de estudios de posgrado en Herencia Industrial y Arqueología en la Universidad Tecnológica de Michigan en Estados Unidos. “Esa práctica de entrar a la fuerza y visitar lugares exacerba el temor en las comunidades locales”.
Sin embargo, cuando se realiza de una manera ética, la exploración urbana puede ser bastante valiosa para los arqueólogos e historiadores modernos, dijo Scarlett.
La historia que cuenta cada lugar
Cuando Fager entra a un edificio abandonado, lo ve críticamente: “Intento acercarme a cada lugar desde una perspectiva analítica”, dijo.
“¿Por qué está abandonado este lugar? ¿Qué hicieron aquí las personas? ¿Qué me dicen los objetos dejados atrás? ¿Cómo puedo documentar esto en una forma estéticamente agradable a través de la fotografía?”. Esas preguntas le enseñaron cómo volverse un mejor explorador y estudiante.
El diseñador de Nueva Zelandia, Aaron Openshaw, pasaba delante de un edificio en mal estado en la ciudad de Patea desde que era niño y se preguntaba su destino.
El año pasado, con una nueva cámara, se aventuró dentro de la instalación abandonada. Cuando entró, se percató de que la pintura carmesí y blanca del edificio se despegaba en las paredes interiores, y había equipo industrial viejoo disperso por el espacio.
“También fue una experiencia extraña para mí explorar el edificio por mi propia cuenta, lo que se añadió a la experiencia creativa”, dijo.
El representante de ventas arquitectónicas de 38 años vagó por los pasillos de la fábrica durante más de una hora y llenó su cámara con fotografías antes de irse. En su camino a casa, estaba lleno de preguntas. “Quería conocer la historia. ¿Qué pasó y por qué estaba abandonado?”.
Aconseja a aquellos interesados en fotografiar edificios abandonados realizar la investigación de la historia de un lugar hasta la exploración, porque eso se añade al misterio de todo el proceso.
“Después de explorar el edificio y entonces conocer su historia, crea una sensación de estar conectado con el lugar”, dijo.
Un poco de fantasía
La exploradora urbana Carolyn Kina, comenzó a examinar edificios abandonados con su cámara hace algunos años.
Uno de sus viajes memorables fue al complejo de hospitales Forest Haven, en Maryland, fundado en 1925 como hogar de niños y adultos con discapacidad mental, y que fue cerrado en 1991. Aunque puede parecer un cliché, las instituciones médicas mentales abandonadas son un lugar común para aventurarse para los exploradores urbanos. Muchas de estas instalaciones fueron abandonadas en Estados Unidos después de que hubo cambios en el tratamiento psiquiátrico en las décadas de 1950 y 1960.
“Puedes encontrar registros médicos, tareas para los niños, libros y equipo de rayos X dentro”, dijo. “Le da al hospital un ambiente extra espeluznante mientras caminas por allí”.
Siempre va con otra persona o con un grupo a un edificio abandonado si tiene el deseo de explorar, pero se aleja de lugares que explícitamente dicen que no se puede entrar. Dependiendo de la ubicación, ella y sus amigos a veces pasan horas en un edificio. “Especialmente si es en algún lado como el hospital Forest Haven, porque hay tantas cosas que dejaron en los edificios, que puedes pasarte todo el tiempo analizando las habitaciones de adentro”.
Su enfoque para fotografiar edificios abandonados es añadir un poco de fantasía, como ponerse un vestido lindo entre el conjunto de ruinas, pero es consciente de dejar las cosas sin tocar y sin alterar.
“Muchos edificios abandonados fueron vandalizados y perdieron su belleza debido a que las personas los destrozaban por ‘diversión’. No quisiera arruinar la experiencia para otro explorador urbano, así que dejo los edificios de la misma forma en que los encontré”, dijo.
“Los exploradores urbanos utilizamos el lema, ‘toma solo fotografías, deja solo huellas’”.
Daphne Sashin y Margaret Blaha contribuyeron con esta historia.