Por Maggie Blaha, especial para CNN

(CNN) – Era el año 1937. Eran los inicios de las máquinas expendedoras de bebidas, del primer conducto del túnel de Lincoln… y del carrito de compras. El prototipo del inventor Sylvan Golgman para el carrito de compras no fue más que dos cestas de alambre unidas a una silla plegable, pero fue el comienzo de lo que se convertiría en un elemento básico de los supermercados.

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Cuando apareció por primera vez en escena, los clientes eran reacios a utilizarlo. Pero en los años 60, se encontraban por todas partes que surgió un nuevo problema:

El carrito de compras clandestino.

Anthony Dinolfo, propietario de supermercado en Chicago, estaba tan enfadado por la cantidad de carritos de compras robados que aparecían en lugares que sin duda no eran supermercados (en talleres de automóviles, sótanos y en el fondo de los ríos) que empezó una cruzada para devolverlos a sus legítimos propietarios. En 1969, él consideró a febrero como el mes del retorno de los carritos de compras a los supermercados.

Dinolfo murió en el 2009, pero su cruzada aparece cada febrero en varios sitios web y foros de Internet e incluso fue reconocido por la Oficina del Censo de los Estados Unidos. Cuando este tema atrajo la atención de la comunidad de CNN iReport, nuestros colaboradores mencionaron que, hasta ahora, ellos nunca se habían dado cuenta de lo frecuente que eran los carritos de compra descarriados.

Si bien puede ser fácil describir la cruzada de Dinolfo como una rabieta histérica de un grupo de propietarios de negocios descontentos, los minoristas informan que el robo de carritos de compras puede ser un problema costoso. Los carritos de compras cuestan entre 75 dólares a 150 dólares cada uno y las pérdidas anuales totales son de más de 800 millones de dólares a nivel mundial, según el Food Marketing Institute de Washington.

Los minoristas encuentran ambivalencia en los clientes hacia lo frustrante del tema, aunque la mayoría de la gente no puede ayudar, piensan que hay muchas razones para aumentar la conciencia al respecto.

“¿Se supone que debo sentirme mal por los tenderos?”, preguntó Jeremy Nix de Denver.

El gran robo de carritos de compra  

Ron Fong, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Tiendas de Comestibles de California, encontró que las tiendas que reportan las mayores pérdidas se encuentran en barrios y ciudades donde pocas personas tienen autos, pero aún así necesitan una forma eficiente de llevar sus comestibles a casa.

Una vez que los compradores han terminado, los carritos rara vez regresan a la tienda. Fong dijo que ha visto muchos usos innovadores para los carritos del supermercado, como parrillas para barbacoas portátiles, sillas e incluso refugios. Señaló que muchas personas sin hogar los usan para transportar sus pertenencias.

En noviembre, el legislador estatal de Hawái, Tom Brower, intentó erradicar el problema de personas sin hogar del estado destruyendo los carritos de compras abandonados con un mazo. Hawái tiene la mayor tasa de personas sin hogar per cápita del país. Brewer dijo que su solución los animó a buscar otros refugios.

“Recibo un montón de quejas sobre los carritos de compras robados y abandonados en Waikiki y como servidor público pensaba, ‘¿Qué puedo hacer que sea práctico y que literalmente pueda hacer de la noche a la mañana?’”, le dijo Brower a KITV, afiliada de CNN. “No estoy haciendo nada más que una limpieza comunitaria o lo que la administración de la ciudad ha tratado de hacer con el tema de personas acampando ilegalmente en las calles”.

Los supermercados y los miembros de la comunidad no son los únicos que están molestos por los carritos extraviados. La ciudad de Santa Ana, California, reportó un costo anual de 50.000 dólares para recuperar los carritos de compras abandonados de los arroyos y ríos locales. En todo el país, John Long, presidente de la organización no lucrativa Clean Bread and Cheese Creek de Maryland, dijo que desde el 2009 los voluntarios han quitado más de 200 carritos de compras del arroyo que desemboca en la bahía de Chesapeake.

“Crean un peligro ambiental por la captura de vida silvestre y originan presas artificiales a lo largo de la corriente, que causan inundaciones y erosión”, dijo Long.

Las tiendas están trabajando para contener el problema mediante el uso de sistemas de contención de carritos de compra, las ruedas se traban al llegar a la orilla del estacionamiento de la tienda, así como por medio de la contratación de empresas para localizar y devolver los carritos por una cuota.

Y, aún así, no es difícil encontrar un montón de carritos de compra en la naturaleza

Desplázate por la galería para ver algunos de los lugares donde los carritos han aparecido.