Por Leone Lakhani

(CNN) — La película nominada al Oscar, Gravedad, narra la desgarradora historia de la astronauta Ryan Stone después de que una misión sale terriblemente mal. Está perdida en el espacio y lucha por intentar regresar a la Tierra.

Gravedad es solo una película, pero en un escenario similar en la vida real, ¿habría alguna posibilidad de sobrevivir?

Esa es una preocupación para el organismo de vigilancia religiosa de Emiratos Árabes Unidos, la Autoridad General de Asuntos Islámicos (GAIAE, por sus siglas en inglés). La GAIAE emitió una fatua, o un dictamen islámico oficial, para advertir a los musulmanes en contra de una misión a Marte.

Hasta ahora, Emiratos Árabes Unidos ha apoyado los viajes espaciales. Aabar Investments, de Abu Dhabi, se asoció con el grupo Virgin, del magnate británico Richard Branson, para crear Virgin Galactic y ofrecer vuelos espaciales a los turistas, a partir de este año. Pero aparentemente una misión a Marte es un paso demasiado lejos.

La misión es un proyecto de la fundación holandesa sin fines de lucro, Mars One. En abril de 2013, anunció sus ambiciones de establecer un asentamiento humano en el planeta rojo para 2024, en el cual los astronautas vivan el resto de su vida, sin volver nunca a la Tierra.

Pero la GAIAE compara el viaje con una misión suicida. Los muftíes, académicos especializados en teología islámica, discutieron la cuestión antes de emitir el siguiente comunicado: “No es permisible viajar a Marte y nunca regresar si no hay vida en Marte. Las probabilidades de morir son más altas que las de vivir”.

Acabar con la propia vida voluntariamente está en contra de los principios islámicos.

En respuesta, Mars One emitió un comunicado en el que pide a las autoridades islámicas de Emiratos Árabes Unidos que cancelen la fatua, y dice que se tomaría toda precaución para reducir el riesgo a la vida.

“Si se nos permite ser audaces: la GAIAE no debería analizar el riesgo como lo perciben hoy en día”, indica el comunicado. “La GAIAE debe evaluar el riesgo potencial para los humanos como si un puesto remoto habitable no tripulado estuviera listo y esperando en Marte. Solo cuando el puesto remoto se establezca, las vidas humanas serán arriesgadas en el plan de Mars One”.

El comunicado incluye un verso del Corán que “alienta a los musulmanes a salir y ver las señales de la creación de Dios en los ‘cielos y en la Tierra’”. Agrega que los primeros colonos marcianos caminarían en los pasos de grandes exploradores musulmanes como Ibn Battuta, el viajero marroquí del siglo XIV cuyos viajes lo llevaron al norte de África, Medio Oriente y Asia.

De hecho, el viaje espacial no es extraño para la cultura musulmana. Hubo exploradores espaciales musulmanes en el pasado.

El primer turista espacial musulmán fue el príncipe sultán bin Salman Al-Saud de Arabia Saudita, quien se unió a la tripulación del transbordador espacial estadounidense Discovery en 1985. En 2006, Anousheh Ansari se convirtió en la primera mujer nacida en Irán en el espacio.

Y en 2006, la agencia espacial nacional de Malasia, Angkasa, convocó una conferencia de científicos y académicos islámicos para evaluar las obligaciones religiosas de los astronautas musulmanes. El resultado fue un conjunto detallado de reglas llamado Una Guía de Desempeño de Ibadah (adoración) en la Estación Espacial Internacional (EEI). Aborda varias cuestiones como la cantidad de veces que un musulmán debe cumplir con las oraciones diarias, ya que un día dura solo 90 minutos en órbita.

Mars One dice que 1,058 candidatos fueron preseleccionados para la misión, de un conjunto de más de 200,000 solicitantes de todo el mundo. No está claro cuántos musulmanes están entre los candidatos, pero Mars One dice que las solicitudes vinieron de 107 países.

Desde su creación en 2008, la GAIAE ha emitido casi dos millones de fatuas.