(CNN Español) – Cuando las autoridades capturaron al narcotraficante más buscado del mundo en uno de sus confortables refugios, en el balneario de Mazatlán, Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán no tuvo tiempo para escapar como había ocurrido días atrás. Fue sorprendido.
No era la primera vez que “El Chapo”, quien cuenta entre sus “hazañas” la famosa fuga de una cárcel de máxima seguridad en Jalisco, estaba en aprietos y con necesidad de utilizar pasadizos secretos para alejarse de la policía.
Según revelaron fuentes mexicanas, el lunes previo a su captura había sido rodeado en Culiacán. Pero la policía demoró “8 minutos” para forzar una puerta cerrada con acero reforzado. Y cuando entró a la propiedad, solamente se encontró con una de sus esposas, una casa impecable, y la bañera levantada.
Pero el cerco se fue estrechando hasta que el pasado 22 de febrero “El Chapo” Guzmán fue capturado. No vio la luz al final del túnel.