(CNN Español) – El candidato opositor a la presidencia de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, manifestó su compromiso hasta las elecciones y dijo que hasta que no se realice la votación no puede ser considerado presidente.
Solís quedó con el camino abierto para triunfar en las elecciones luego de que el candidato oficialista Johnny Araya abandonara la campaña, a pesar de que legalmente se mantiene en la contienda y los electores pueden votar por él.
“Soy el candidato presidencial que he sido desde el inicio de esta segunda ronda, tengo una obligación con el país de continuar siéndolo hasta el 6 de abril cuando el pueblo tomará una decisión definitiva”, dijo.
Solís manifestó que no se toma las elecciones del 6 abril como un trámite. “No estoy adelantando fiesta ninguna y tampoco me estoy llenando de triunfalismo”.
El candidato aseguró que la decisión le compete al pueblo y que considerarse presidente sería un “irrespeto” a la voluntad popular.
El candidato del Partido Acción Ciudadana dijo que tras la claridad de la posición de Araya, no considera necesario hablar con el oficialista y que tras la elección evaluará el diálogo con otros movimientos políticos para un gobierno de unidad.
El opositor dijo que como los seguidores de Araya siguen promoviendo el voto, está obligado “a continuar con la campaña electoral”, dijo en entrevista con Patricia Janiot.
Solís apunta a obtener un millón de votos e invita a los costarricenses a votar para que “no quede duda ninguna sobre el mandato que recibiré, si tal es la voluntad popular”.
El anuncio de Araya, del Partido Liberación Nacional, se produjo luego de que una encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica le diera a Solís más del 64 % en la intención de voto.
Para Solís, la baja popularidad de Araya se debe al desgaste del PLN en el gobierno, especialmente bajo el mandato de Laura Chinchilla.
Sin embargo, se especula que la falta de fondos para seguir en la contienda pudo haber sido un factor clave en esta decisión. No obstante, no se conoce con certeza lo que motivo a la decisión.