Por Dana Ford

(CNN) — Hay muchas maneras de medir 30 años, pero para Glenn Ford, el criterio es simple.

“Mis hijos – cuando me fui – eran bebés. Ahora ellos son hombres adultos con sus propios bebés”, dijo, hablando como un hombre libre por primera vez en casi tres décadas.

Ford, el preso de mayor antigüedad condenado a muerte en Louisiana, salió en libertad el martes después de pasar casi 30 años tras las rejas por un asesinato que no cometió.

“Mi mente va en todas direcciones, pero se siente bien”, dijo Ford, de 64 años, a los reporteros fuera de la penitenciaria del estado de Lousiana en Angola, de acuerdo a WAFB afiliada a CNN.

Un reportero le preguntó si alberga algún rencor.

“Sí, porque fui encerrado casi 30 años por algo que no hice,” dijo Ford, quien llevaba una camisa de mezclilla, un sombrero y gafas de montura oscura.

“Treinta años de mi vida, si no la totalidad de ella”, dijo, según reportó WAFB. “No puedo volver atrás”.

Según el Proyecto Capital Post-Condena de Louisiana, un juez ordenó que Ford fuera liberado el lunes después de que los fiscales pidieran al tribunal que lo liberaran.

La nueva información corrobora lo que Ford había dicho desde el principio; que él no estuvo presente ni estuvo involucrado el 5 de noviembre de 1983, en el asesinato de Isadore Rozeman, dijo el proyecto.

“Estamos muy contentos de ver a Glenn Ford finalmente exonerado, y estamos especialmente agradecidos de que la fiscalía y el tribunal avanzaran de manera decisiva para dejar libre al Sr. Ford”, dijeron Gary Clements y Aarón Novod, los abogados de Ford.

Ford había estado en el corredor de la muerte desde 1984, convirtiéndose en uno de los presos más veteranos condenados a muerte en los Estados Unidos.

Después de 30 años, el condenado a muerte de más años en Louisiana, pronto obtendrá su libertad”, dijo la activista senior Thenjiwe Tameika McHarris de Amnistía Internacional EE.UU.,  en una declaración poco antes de su liberación.

“Glen Ford es la prueba viviente de cuán errado realmente es nuestro sistema de justicia. Nos conmueve que el Sr. Ford, un hombre afroamericano condenado por un jurado compuesto exclusivamente por blancos, pueda salir del corredor de la muerte de un sobreviviente”.