Nueva York (CNNMoney) – Microsoft está defendiendo su derecho a entrar en las cuentas de los clientes y leer sus correos electrónicos.
La capacidad -y la voluntad- de la compañía de asumir este enfoque se hizo evidente esta semana. Microsoft admitió en documentos presentados ante una corte federal estadounidense que penetró en la cuenta de Hotmail de un bloguero para localizar y detener la filtración potencialmente catastrófica de un software sensible. La compañía dice que su decisión está justificada.
Desde el punto de vista de la empresa, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.
“En este caso, tomamos medidas extraordinarias en virtud de circunstancias específicas”, dijo uno de los abogados de la compañía, John Frank, en una publicación de blog la noche del jueves.
De acuerdo con una denuncia del FBI, en el año 2012 Microsoft descubrió que un exempleado había filtrado software propietario a un bloguero anónimo. Ante el temor de que esto fuera aprovechado por piratas informáticos, los abogados de Microsoft autorizaron con carácter de emergencia “extracciones de contenido” de las cuentas del bloguero para rastrear el software.
Los investigadores de la compañía penetraron en la cuenta Hotmail del usuario, y luego examinaron minuciosamente sus correos electrónicos y mensajes instantáneos en Windows Live. La investigación interna condujo a la detención el miércoles de Alex Kibkalo, un exempleado de Microsoft residente en Líbano.
¿Está justificado?
Aunque la medida podría ser percibida como un abuso de confianza, Microsoft afirma que está autorizada a tomar tales decisiones unilaterales. Y remitió a sus términos de servicio: Cuando utilizas productos de comunicación de Microsoft -Outlook, Hotmail, Windows Live- aceptas “este tipo de revisión… en las circunstancias más excepcionales”, escribió Frank.
El equipo legal de Microsoft pensó que había suficiente evidencia para suponer que el bloguero intentaría vender la propiedad intelectual obtenida de forma ilegal. En tales casos, las autoridades acostumbran solicitar una orden judicial, pero Microsoft dijo que no la necesitaba, pues los servidores que almacenan la información son de su propiedad.
La directora asociada del Electronic Privacy Information Center, Ginger McCall, dijo que esas acciones son muy preocupantes, ya que muestran que “Microsoft claramente cree que los datos personales de los usuarios pertenecen a Microsoft, no a los propios usuarios”.
“Esto es parte del problema más amplio de las políticas de privacidad. Hay términos ocultos que los usuarios no conocen realmente. Si los términos estuvieran expuestos de forma transparente, la gente se horrorizaría”, dijo.
Microsoft reconoce que se trata de un tema delicado, en especial en un momento en que Estados Unidos lidia con fuertes revelaciones sobre el alcance de la vigilancia sin orden judicial que sobrellevan los estadounidenses a manos de su propio Gobierno, un espionaje que Microsoft y otras grandes empresas tecnológicas han criticado enérgicamente.
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Es por eso que la tecnológica ha instituido una nueva política: en el futuro, acudirá a un abogado externo que es un exjuez federal para buscar su autorización.
Y en un giro que podría parecer irónico, a partir de ahora Microsoft incluirá sus propias búsquedas internas en los informes de transparencia que publica cada semestre sobre solicitudes de datos hechas por autoridades gubernamentales.