Por Miriam Falco, CNN
(CNN) – Uno de cada 68 niños estadounidenses tiene un espectro de autismo, un aumento del 30% con respecto a hace dos años, según un nuevo informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
El nuevo cálculo se basa en una evaluación de los expedientes de salud y educación de todos los niños de ocho años en 11 estados: Alabama, Wisconsin, Colorado, Missouri, Georgia, Arkansas, Arizona, Maryland, Carolina del Norte, Utah y Nueva Jersey.
La incidencia del autismo oscilaba entre un mínimo de 1 de cada 175 niños en Alabama a un máximo de 1 de cada 45 en Nueva Jersey, según el CDC.
La abrumadora mayoría de los afectados por autismo eran varones. De acuerdo al informe, el CDC estima que 1 de cada 42 niños tienen autismo, cuatro veces y media más que las niñas (1 de cada 189).
“Analizamos todas las características del autismo”, explicó Coleen Boyle, directora del Centro Nacional sobre Defectos Congénitos y Problemas de Desarrollo, dependiente del CDC.
“Nos fijamos en la edad a la que se identifica. Analizamos los primeros diagnósticos y las condiciones concurrentes que pudieran tener esos niños, otras discapacidades de desarrollo, si tienen discapacidad intelectual, en esencia, su coeficiente intelectual”, agregó.
El mayor aumento se vio en niños con un coeficiente intelectual superior al promedio, según el CDC. La investigación descubrió que casi la mitad de los niños con espectro de autismo tienen una capacidad intelectual promedio o superior - un coeficiente intelectual de 85 o superior - en comparación con uno de cada tres niños hace una década.
El estudio no buscaba averiguar por qué se diagnostica a más niños con autismo, dijo Boyle, pero cree que la mayor conciencia pública sobre la identificación y el diagnóstico contribuye a que haya números más altos.
Más de 5.300 niños están representados en los datos del nuevo estudio, señaló.
“Revisamos los expedientes. Acumulamos toda la información y luego revisamos cada expediente con un especialista para asegurarnos de que el niño cumple nuestra definición de autismo”, explicó Boyle, que agregó que la definición no cambió con respecto al informe de 2012.
Una cosa que no ha cambiado con los años es que el diagnóstico de estos niños sigue siendo tardío. De acuerdo con el informe, la edad promedio del diagnóstico es 4 años, a pesar de que puede diagnosticarse desde los 2.
Cuanto antes se diagnostica el autismo, hay más posibilidades de superar las dificultades que acarrea este desorden.
“No es una cura, pero cambia la trayectoria”, dice el doctor Gary Goldstein, presidente del Kennedy Krieger Institute y profesor de neurología de la Universidad Johns Hopkins.
“Tenemos que continuar nuestra labor de educación a la comunidad de salud y al público general para reconocer los problemas de desarrollo asociados con el espectro de autismo y otros desórdenes del desarrollo a la edad más temprana posible para que pueda haber una intervención, se puedan evitar malos hábitos y las familias sepan lo que pasa con su niño”, declaró el doctor Max Wiznitzer, neurólogo y pediatra del Hospital Rainbow Babies and Children de Cleveland, donde se diagnostica y trata a niños con autismo.
Este nuevo informe se basa en datos de 2010, cuando los niños tenían ocho años (nacidos en 2002).