(CNN) – Abriéndose paso con dificultad entre el lodo, cuyo nivel llega hasta la cintura, los socorristas regresaron el jueves a una escena “irreal” del mortal deslave en el monte Cascade con la desafortunada expectativa de que iban a encontrar más cuerpos sin vida debajo de ellos.
El deslizamiento de tierra del sábado arrastró varias casas, junto con lodo y árboles, destrozando varios cientos de hectáreas.
“Cualquier cosa que alguien pudo tener en el barrio ahora está esparcida por acá”, dijo Steve Mason, jefe de bomberos del condado Snohomish.
El deslave cerca de Oso, a 96 kilómetros al noreste de Seattle, ha cobrado cerca de dos docenas de vidas. La cifra oficial de víctimas mortales es 16, pero al menos otros ocho cuerpos que fueron encontrados no han sido añadidos a la cuenta hasta que los forenses los identifiquen, dijo el jefe de bomberos del distrito, Travis Hots. Cuando lo hagan, “vamos a ver ese número aumentar sustancialmente”.
Otras 90 personas siguen desaparecidas en tanto los socorristas buscan entre el lodo con sierras, bombas y sus propias manos con la esperanza de encontrar sobrevivientes, o al menos darle un consuelo a los familiares de que hallaron sus cuerpos.
“A veces toma varias horas de sacar a alguien”, dijo Hots. Cuando un cuerpo es extraído, “casi se puede escuchar un alfiler caer. Puedes ver a veteranos socorristas llorando”.
No se han encontrado nuevos sobrevivientes desde el fin de semana, pero Hots dijo que los equipos de rescate no se han rendido y esperan encontrar más personas.
Con información de Matt Smith, CNN