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KIEV (CNN) — Rusia advirtió este martes que cualquier uso de la fuerza en la región este de Ucrania podría llevar a una guerra civil, mientras Kiev busca recuperar el control tras manifestaciones pro-Moscú en tres ciudades.

Manifestantes prorrusos tomaron este domingo edificios gubernamentales en las ciudades de Donetsk, Luhansk y Kharkiv. Los rebeldes que ocuparon las oficinas del gobierno en Donetsk proclamaron la ciudad como “república popular” y llamó a un referéndum para separarse de Ucrania, a realizarse el 11 de mayo.

El ministerio de Exteriores de Rusia aseguró que los reportes de que los manifestantes enfrentan represión por parte de autoridades ucranianas son de preocupación particular.

“Llamamos a un inmediato cese de todo preparativo militar que podrían llevar a una guerra civil”, apuntó en un comunicado en su sitio oficial.

El ministerio apunta a que “expertos estadounidenses de la organización militar privada Greystone”, disfrazados de soldados, al igual que militantes de la extrema derecha ucraniana, se han unido a las fuerzas ucranianas para reprimir el este del país.

El lunes, fuerzas especiales ucranianas desalojaron a los manifestantes armados de las instalaciones de los servicios de seguridad ucranianos en Donetsk, según anunció la oficina del presidente interino, Oleksandr Turchynov.

Pero el viceprimer ministro interino de Ucrania, Vitaly Yarema, fue citado por la agencia estatal rusa ITAR-Tass asegurando que las autoridades no irrumpirán en el edificio de la administración regional en la ciudad. Yarema aseguró que la decisión fue tomada tras pláticas con representantes de los manifestantes.

Un grupo de CNN en el sitio apuntó que los manifestantes prorrusos parecían mantener el control del edificio y no había señales de fuerzas especiales cerca.

Donetsk es el lugar de origen del presidente destituído de Ucrania, Viktor Yanukovych, cuyo gobierno prorruso fue derrocado en una revuelta popular en febrero.

Mientras, en Kharkiv la policía detuvo a cerca de 70 personas en una operación “anti-terrorista” que desalojó el edificio en la ciudad, informó el ministerio del Interior.

Fuerzas policiales especiales de fuera de la ciudad llevaron a cabo la operación, en la que todos los arrestados estaban armados con cuchillos o palos, informó la dependencia.

Los arrestados fueron llevados a centros de detención en las ciudades de Poltava y Zaporijya y enfrentan cargos relacionados con separatismo, violencia y tomar parte de protestas masivas.

En un mensaje de Facebook, el ministro del Interior, Arsen Avakov, dijo que el centro de la ciudad había sido cerrado al público y llamó a la gente a mantener la calma. Ninguna arma fue disparada, dijo.

Este lunes, el presidente interino culpó a “grupos separatistas coordinados por servicios especiales rusos” de las revueltas, las cuales califica como ecos que llevó la anexión de Crimea a Rusia hace tres semanas.

“Los enemigos de Ucrania intentan jugar el escenario crimeo, pero no dejaremos que pase”, apuntó Turchynov en un mensaje televisado.

En un discurso, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo este martes que los eventos son de “gran preocupación”. La alianza militar de occidente, junto a Kiev, ha expresado su preocupación sobre los reportes de la escalada militar de Rusia a lo largo de la frontera.

“Llamo a Rusia a retroceder. Cualquier movimiento al este de Ucrania podría representar una seria escalada, en vez de la reducción que todos buscamos”.

Por su parte, el secretario de Exteriores británico, William Hague, dijo que las protestas siguen “toda una estrategia para desestabilizar a Ucrania” y advirtió que “graves consecuencias económicas y políticas”.

El parlamento ucraniano busca aprobar una legislación sobre los grupos e individuos que llaman al separatismo. De los 450 legisladores, 230 votaron a favor de la propuesta. Los miembros del partido comunista se abstuvieron de votar.